Después del exito de Clumsy, llega el origen de la historia de amor entre Nil y Brandon. Repleta de topicos y humor. Llena de referencias a series, películas y libros. Intentando que haya más humor que drama, pero al igual que la vida misma, no todo...
Estamos reunidos en el hole, entre sofas, sillas, sillones, algunos de pie, otros sentados en la alfombra cercana a la chimenea. Es el último albergue donde estaremos. Es el último día del viaje. Fuera todo está nevado. Blanco y radiante. Brandon y yo nos miramos con timidez cada uno en un extremo de la sala y nos sonreímos. Noto como me sonrojo. ¿Es posible que todo esto sea real? Por que me siento como en una película cuando ambos protagonistas confiesan su amor pero no están preparados para hacerlo público y se dedican miradas cómplices delante de los demás y en privado se comen y mueren de amor.
Aún no le he dicho nada a Kara y mucho menos a Coral. Me miraran con pena como si hubiese vuelto a caer con la misma piedra, quizás sea así pero no me da la gana que nadie me juzgue. Brandon y yo nos enviamos continuamente mensajes cuando no estamos a solas. Me ha desbloqueado. No sé, le veo delante de Junni escribiéndome. Seguramente me haya cambiado el nombre del contacto y yo también lo pongo fácil porque en mi foto de perfil no sale mi cara, pero no me importa, ahora esto me es suficiente.
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Nuestro último plan es esquiar. Tras la noche que pasamos juntos amándonos, ha habido otra noche de contemplar auroras boreales pudiendo hacer fotos, con Brandon rozándome la mano furtivamente y el culo cuando el guía nos hacía reunirnos para explicarnos alguna cosa y estábamos tan apiñados que podía meterme mano sin que nadie se percatase. Me tocaba las nalgas y restregaba su paquete erecto por mi culo. Además me dejó mi espacio para saborear las auroras y poder sacar fotos a mis compañeros y pedirle a Kara que me hiciese algunas. El fondo blanco del paisaje nevado, el cielo verde y mi cabello naranja. Al volver al hotel para recoger las cosas y llevarlas al último refugio para ya coger el avión la noche siguiente, se las apañó para ducharnos juntos mientras mis compañeros cenaban. Me encantaba mis duchas con él, era una mezcla de sentimientos entre la nostalgia de nuestros inicios y el poder de bottompower que tenía ahora. Me empotra la espalda contra el cristal de la ducha y mientras mis piernas sobre sus hombros mientras me folla con dulzura. No sabia que era tan flexible. -Fóllame -le gimo-. Más fuerte. Y me hace caso y me da duro. Lo agarro del cuello y del pelo. Y el me escupe en la cara. Le doy una bofetada y nos reímos. Salimos de la ducha para que él se tumbe en el suelo para poder continuar follándome, yo encima de él teniendo el control. -Así no me voy a correr nunca -me dice después de diez minutos. ¿Me está retando? Le hago parar ser yo quien galope sobre él. Encima y abajo, notando su prepucio en el límite de mi agujero y entonces empieza a soltar pequeñas convulsiones. -Eres una pasada -me besa en los hombros después de haberse corrido.
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