Soy una más

12 4 0
                                    

-Presiento que por ése tipo de jóvenes la humanidad pronto se hechará a perder-Dijo mi padre negando con la cabeza mientras que al mismo tiempo volvía al periódico.

Algunas de sus palabras resintieron en mí, muy adentro. Pero, como dije debo dejar eso atrás y seguir, si quiero hacer esto, debería de haber algún entrenamiento que me prepare para "No dejar que las palabras de tu padre te mortifiquen". Pero no lo hay, así que tengo que trabajar más en ello.
Respiré hondo y cambié de canal a unas caricaturas más infantiles que el trasero de un payaso y claro que ver eso era mejor que algún programa de chismes o política.
-Bien escucha linda, tengo que trabajar hoy. Lo sé, es un fiasco pero si quiero ése aumento del que me habló el Señor Mcquin debo de trabajar horas extra. Esperame para cenar.-me dio un beso en la frente como niña mimada, tomo su abrigo y se fue. Los besos de mi padre suelen ser algo que extrañaría si dejara de hacerlo, porque mi madre...bueno murió hace ya varios años y aún sigo extrañando sus besos.

Cambiando de tema y volviendo a la realidad, mis manos comienzan a sentirse adormecidas, tenerlas atadas ya está poniéndome en una situación de la que no podré safarme. El cuarto es tan oscuro que no sé si es de día o de noche, sumemosle a eso que tengo hambre y que no e recibido ni una migaja de comida en.....no sé, siete horas ¿tal vez?. Así que nada me ayuda a saber que hora es.
Pero bien, seguiré contándoles como es que llegué aquí.

Cuando pasó un año desde que yo seguía robando junto con mi "Gran Equipo" varios otros grupos de delincuentes comenzaron a buscarme y todos para iniciar una conversación conmigo me decían que era la única mujer en lograr hacer "La jugada 7:21" y salir perfecta de ella.
La jugada 7:21 es algo que llamamos así porque consta de un robo a casa/habitación justo a las 7:21 pm. Y se preguntarán que tiene de especial esa hora, pues bien muchos ladrones descubrieron (antes que yo por supuesto) que a esa hora de la tarde ocurría ese cambio entre el sol y la luna, lo que significaba que si querías robar a esa hora tendrías que tener en cuenta:
1°La casa/habitación no estaría en oscuridad
2°Las personas aún están despiertas a esa hora
3°Todos te verían pasar a la sombra

Así que los pocos que lo habían intentado tenían más o menos 9 minutos para robar todo lo que pudiese y justo al acabar esos minutos deberian aprovechar el cambio a la oscuridad y salir de ahí.
Solo cinco personas lo habían logrado sin tener nada de problemas, una era yo claramente.

Bueno, el punto es, que después de felicitarme por esa actuación, me pedían favores, favores que sus hombres no pudieran hacer(relajense pervertidos, no hablo de sexo, bueno alguna veces se necesitaba seducción, pero hasta ahí llegaba).
Y yo y mi equipo, lo hacíamos, el problema era que.....teníamos que matar, o engañar, o estafar, o asaltar etc. A personas de cargos mayores.

EN TINTA NEGRA.Where stories live. Discover now