La Traición

1 0 0
                                        

Siento movivimiento alrededor mío, deben ser como las cinco de la mañana, no he dormido lo sufiente y me siento rara a la vez, muy pesada diría yo.
Cuando hago un esfuerzo sobrehumano por levantarme y quiero abrir los ojos algo me lo impide, por un momento me siento cegada, veo todo negro y siento que algo me rodea la cabeza, pero ¿qué rayos?.....
-Con cuidado, están despertando, traiganlos rápido, Argos no tiene todo el día.-Escucho susurrar a mi derecha una voz masculina.
Intento quitarme lo que traigo en mis ojos pero mis manos parecen pegadas, no puedo moverlas, mis piernas están en la misma situación, trato de gritar pero al parecer también mi boca está inmóvil. No entiendo nada, el sentimiento de desesperación recorre todo mi cuerpo y mi respiración se vuelve tan rápida que comienzo a moverme de un lado a otro.
Siento manos que me sujetan fuerte los hombros y las piernas, acto seguido me bajan y mis pies descalzos impactan contra el suelo frío.

Antes de que vuelva la oleada de desesperación a mi ser escucho quejidos iguales a los míos, es Richard, trata de safarse con todas sus fuerzas, su respiración se oye más fuerte y sus movimientos son bruscos.
-No hay tiempo, carguenlos.-Vuelvo a escuchar.
Al sentir una mano sobre mi cintura mis reflejos actuan y doy un golpe con uno de mis codos, creo que le di directo en la cara.
-Hija de.....Ahg.....-Se queja aquél tipo y yo con saltos me hago para atrás hasta chocar con pared.
-Ya bastade juegos idiotas, ¡traiganlos!.

Forcejeo un poco más de lo normal pero no puedo hacer nada, siento tres pares de manos sujetarme y levantarme hasta ponerme en la espalda de uno de ellos, la sangre me sube a la cabeza y me mareo.
No sé a donde nos llevan, no sé que está pasando....¿será que hicimos algo mal con las bolsas de marihuana? ¿Rompimos alguna regla en específico? ¿Quizas olvidamos sellar una de las cajas?....y sí....no, no puede ser, Argos nunca nos traicionaría, él parece muy rudo pero buena gente y....que tal que....no, no creo que se haya liado con Hawk, Richard dijo que llevaban varios años de rivalidad, es imposible.....
De repente mi espalda toca el suelo, me mareo y la sangre comienza a bajar de nuevo a todo mi cuerpo.
-¿Y ahora qué?.-Pregunta uno de ellos.
-Nada, esperamos órdenes, no quiero que se escapen, hagan lo que tengan que hacer.-Replica otro.-Estén atentos, cierren con llave.
Escucho movimientos y luego cerrar una puerta, mi respiración se ha tranquilizado lo suficiente como para que pueda pensar con claridad. Me viene una idea a la cabeza, en todo el suelo hay polvo y se siente agrietado, lo único que tengo que hacer para liberar mis ojos es rasgar mi cabeza contra el suelo.

Y así lo hago, en unos minutos vuelvo a ver y siento como la venda cae hasta mi cuello al igual que mi cabello cae sobre mi cara.
Estamos en una bodega, con un portón de metal, está algo oscuro, con trabajos me volteo y veo a Richard arrinconado a mi lado.
Hago quejidos para que trate de voltearse y lo golpeo con mi rodilla en la espalda.
Richard se voltea con trabajo y niega con la cabeza junto a unos quejidos que no entiendo en lo absoluto.
Sin pensarlo dos veces con mis pies me contociono lo más que puedo y le quito la venda de los ojos. La de la boca es mucho más difícil, es cinta negra, no tengo nada para romperla, nisiquiera mis manos.
Me mira y luego a todo  el lugar.-Mmm...mmm.....mmm...mmm.-Escucho de su parte pero no puedo entenderle, así que niego con la cabeza. Es inútil.
Así pasamos vario tiempo, calculo que más o menos 45 minutos, hacemos todo lo posible por intentar safarnos de alguna manera pero nos han atado muy bien, mejor de lo que yo esperaba.


EN TINTA NEGRA.Where stories live. Discover now