¿Me matarán?

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Continuo caminando a casa, cuando llego, como siempre papá está dormido con el periódico sobre su cara en medio de la sala. Ya no me molesto en despertarlo, una vez que se levanta, no vuelve a acostarse, he escuchado varias veces que habla dormido, la mayoría de veces no distingo lo que dice pero he oído el nombre de mi madre unas 6 veces tal vez, estoy segura de que sueña con ella, que la extraña, aunque no quiera admitirlo. Y sé que el trabajo lo distrae de cierta manera, pero estar frente a computadoras leyendo miles de libros para la editorial todo el día no es sano, me preocupa que viva entre tanta.....ficción.

También me preocupa el hecho de que pronto me pregunte cuándo iré a los juzgados por primera vez, el está seguro de que en la Universidad haremos todo tipo de prácticas y que pronto ganaré mi primer caso. No sé cómo decirle que me salí hace ya dos años, el sigue pensando que el próximo año me graduaré, cielos algún día tendrá que enterarse, hasta ahora no sospecha nada porque siempre me voy temprano de casa con una mochila y regreso muy noche, él cree que trabajo en "KARTACHE" por la tarde, ya que al regresar me quito el uniforme de dicha tienda de ropa sólo para que piense que sigo trabajando. Claro que conseguí la ropa cuando hace un año asalté a una chica que iba saliendo de ahí y la dejé en brasiere en medio de la calle, lo sé soy una hija de puta.

Es de día y el sol me da directo a la cara, no puedo evitar pensar que hoy puede ser el último día en que vea la luz entrar por mi ventana. El señor Hawk ya debió enterarse que el trabajo no se hizo y sólo es cuestión de que me agarre en cualquier momento. Como sea, no desperticiaré el último día que me queda preocupandome, voy a desayunar junto a mi padre y todo estará bien.

Volviendo a la realidad, siento que me voy a desmayar ya mismo, puedo oír voces a través de la puerta pero nadie entra, parece ser que piensan dejarme morir aquí a obscuras, sin comida y atada......un segundo, las voces han aumentado, creo que se unieron dos más, todos son hombres por supuesto.

Para mi sorpresa la puerta se abre de golpe dejando entrar luz artificial lo bastante fuerte para que cierre mis ojos de golpe, no puedo ver quién entró.

Siento que unas manos muy grandes tocan mi cara haciendo que lo mire, pero la luz sigue siendo muy fuerte para mí, pasar un día sin luz y luego sentir que todo brilla, es bastante molesto.

-Vaya, vaya, vaya.....Arlett la chica famosa entre nosotros.-Dice el tipo, su voz no es tan gruesa, él no es Hawk para nada, debe ser alguno de sus esclavos. Hago el esfuerzo y logro abrir un ojo, lo veo.

Así es, es un gordo, con barba, tatuaje en el cuello, creo que lo he visto antes, el día del cierre del trato estaba él en la entrada de la mansión de Hawk, supongo que es un guardaespaldas.

-La misma.-Contesto con dificultad y me doy cuenta de lo secos que están mis labios, apuesto a que si sonrió me saldrá sangre. Así que hago el máximo esfuerzo por no sonreír ni un milímetro ni abrir mucho la boca, de todas maneras no hay mucho que decir.

Tratar con tipos como ellos no significa una gran charla, algunos puntos por parte de ambos, risas de ellos tal vez, algunas suplicas por parte del otro y entonces ¡PUM! Balazos resuenan y así acaba la charla con un cuerpo de un lado, sangre por aquí, sangre por allá, es la misma rutina, ya me la sé.

-Mira como acabaste, linda...¿sabías que apostamos?-Me pregunta y suelta una risita idiota.-¿Matará o no a la niña? y adivina quién ganó....¡YO HAHA!, gracias por traerme una lana extra, me vino bien de hecho.-Me suelta la barbilla y se acomoda su saco. Los demás tipos que están a fuera comienzan a reirse también, típico.

Mis ojos ahora están abiertos y puedo ver su imponencia frente a mí, eso no significa que me de miedo ¡pff!, el no es nadie. Sin embargo aún no estoy segura de que él sea el tipo que mate, puede ser, puede no ser, de igual forma lo harán.

-¿Dónde...está Hawk?-Pregunto evadiendo todo lo que me acaba de decir, ya me cansé de sentir esta incertidumbre de no tratar con el hombre a cargo. Y sinceramente no creo que el sufrimiento largo ayude en...¿algo?.

-Que impaciente.-Ríe.-Llegará pronto, resulta que tiene cosas más importantes que hacer.-Responde con una sonrisa, creo que en verdad lo disfruta, cúantas veces puedes tener una mujer asesina en un cuarto atada de manos, supongo que no muchas.

Antes de responderle el sonido de un celular resuena en el cuarto y se olvida de mí por un momento.

Mejor volvemos a la historia ¿Quieren?.

Bajo las escaleras y lo primero que veo es a mi padre aún en el sillón, es raro que no se haya levantado. Pienso un momento si despertarlo o no, es sábado y no tiene trabajo, creo que será mejor que descanse lo que más pueda.

Me dirijo a la cocina y reviso el refrigerador, no hay casi nada para desayunar, debería ir por las compras, si yo no me acuerdo que aquí se come por lo menos una vez al día mi padre menos.

Pongo el tostador y saco la miel, parece que sólo comeré eso. El sonido del aparato avisa que ya está listo el pan y en ése momento mi padre da un suspiro. Creo que lo desperté.

-Pero...que....-Balbucea.-¡No puede ser!, dios mío Arlett porqué no me despertaste.-Grita y se levanta en menos de un segundo, lo veo correr por toda la sala buscando su corbata y no puedo evitar reírme por como se ve.

-Papá....

-Debería estar aquí.....o...aquí.....debajo de la mesa tal vez.-Continúa buscando sin hacerme caso, lo peor de todo es que su corbata la trae enredada en su cuello haha.

-¡Papá!.-Gritó y voltea a verme como si yo la hubiera encontrado.-En primera, tu corbata está en tu cuello y segunda, es sábado.-Le digo y de inmediato rueda los ojos maldiciéndose. No puedo imaginar como serán sus mañanas sin que yo esté aquí.

-Oh, lo siento hija, a veces olvido que existe el fin de semana.-Contesta acompañandome a la mesa.

EN TINTA NEGRA.Where stories live. Discover now