Mi misterioso vecino

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Cuando yo tenia 9 años nuevos vecinos se mudaron a lado de nosotros, en la casa blanca con puerta roja y ventanas azules. Mi papá y yo fuimos a recibirlos(técnicamente fui obligada). Quienes se habían mudado era un matrimonio con un hijo de(en ese entonces) 11 años llamado Richard Wolf, tenía un aspecto muy inusual que no había visto hasta esé día, un niño rizado pelirrojo con algunas pecas en su rostro y cuando lo vi me comencé a reír porque el niño derramó su cono de helado sobre él y sus papás prácticamente resignados a limpiarle el chocolate, no le prestaron mucha atención, ni tampoco Richard a mi.

 Con el paso del tiempo los demás vecinos fueron conociéndolo y se le formo una mala fama a toda su familia por culpa de él. Richard se escapaba por la ventana de su habitación justamente a las 12:35 pm y corría por todo el vecindario hasta la avenida para después, ser recogido en un auto negro con posiblemente toda la música en su punto más alto y por esa razón despertaba a todos, excepto a sus padres, raro ¿no?.

Varias veces mientras miraba desde mi ventana como corría la misma distancia hasta la avenida, me preguntaba a donde iba, todo en él reflejaba felicidad y un tanto de emoción. Pero cuando me descubría viéndolo solo se reía y seguía su camino. Cabe destacar que Richard no me atraía en lo absoluto, ni yo a él, ni siquiera nos hablábamos directamente como para decir que al menos eramos amigos, sólo cruzábamos miradas cuando salía por su ventana y eso era todo.

Como sea, pasaron al menos 8 años para que yo tomara la decisión de seguirlo de una vez por todas y saber por fin a donde se dirigía. Yo tenía 17 y el 18, no era gran diferencia en realidad pero supuse que me dejaría ir con él de cualquier forma, tengo gran experiencia persuadiendo a personas, así que Richard no sería la excepción.
Ese día esperé a que mi papá se durmiera para poder ponerme unas botas, un chaleco y unos jeans negros. Pensé que necesitaría dinero y tomé $50 dólares de la chaqueta de mi padre y los guarde en mi pantalón.
Salí dos minutos antes que Richard para poder esperarlo y que no pudiera escapar. Dos minutos después ahí estaba él, saliendo "cautelosamente" por su ventana, sacó un pie y volteó a mi ventana e hizo un gesto raro, supongo que le pareció extraño no verme por ahí, pero igual bajó y justo cuando toco tierra.......

-¡Dios!...-gritó al verme.

-Hola.....-Lo saludé y sonreí al ver que se tocaba el pecho y respiraba con dificultad. No planeaba que se asustara pero salió mejor de lo que esperé, creo que palideció tres tonos.

-¿Que carajos haces aquí?....Alee.....Arre.....Atre....-preguntó intentando adivinar mi nombre, lo cual es raro porque en mi ventana está escrito en color morado.

-Arlett idiota.-lo corregí usando el lenguaje que él también usa sin sentir ni un poco de pena por hablar de ese modo con el sin que hubiera algún lazo de confianza.

-Bien, como sea, ¿Que haces aquí?-volvió a preguntar.-Porque no tengo tiempo para sexo ahora...-me ignoró y lo detuve por su chaqueta. Su comentario no me insultó en lo más mínimo pero como dije, no escapara si no voy con él, no esta noche.

-Escucha, desde que llegaste aquí intento adivinar a donde vas todas las malditas noches.-dije y su cara se torno desesperada, iba a responderme pero ya sabía lo que iba a decir así que lo interrumpí.-No, ya sé que no soy tu madre para preguntarte estás cosas. No, no me pidió que te preguntara. No, no le voy a decir.-pregunté y respondí por él al mismo tiempo.

-Entonces....., ¿sólo quieres saber?-preguntó después de un rato.

-Sí...y también ir.-dije y empezó a negar varias veces, ya sabía que iba a hacer eso.

-No, no, no y no. ¿Estás loca?, apenas y te conozco, no puedo llevarte, lo que hago es muy arriesgado, eres una chica y nunca te aceptarán.-explicó y yo permanecí con los brazos cruzados.-Me matarán si te llevo.

-Relájate, prometo caerles bien a tus amigos, aré lo que me pidas. Mira...si dices que lo que haces es muy "arriesgado" demuéstralo.-le pedí retándolo con la mirada. Se quedó pensativo unos momentos hasta que asintió y yo sonreí.-Además, piénsalo, cuando te vean llegar conmigo dirán: "Vaya, después de todo Richard ya no es un tarado, ahora es un tarado con novia".

-Espera, ¿qué?-saltó.

-Era un decir, ¿que acaso no te ríes nunca?-pregunté mientras caminábamos hacia la avenida.

-Sólo con amigos, no con chicas, ni desconocidas.-dijo cuando ya estábamos en donde deberían de llegar por nosotros.

-Cielos, si que tienes problemas de confianza, ya ni yo.-dije descartando que sus comentarios anteriores me hubieran ofendido.

-¡Ha!, es fácil decir eso para alguien que nunca sale de su casa y no tiene amigos.-respondió y yo guardé silencio por unos segundos, eso sí que me había ofendido en cierta forma, porque lo que dijo era verdad. No logré ver su cara pero seguro entendió que había dicho algo malo porque luego dijo:-Perdón no quise decir eso, pero si me gustaría saber porqué nunca salías de tu casa.

Me lo pensé dos veces antes de responder.
-Pues porque......

-¡Hey Richard! sube.-llegaron cinco tipos en el auto convertible negro.

EN TINTA NEGRA.Where stories live. Discover now