Salí del baño ya listo, al parecer el se había bañado abajo.
Bajé para ver que estaba haciendo, lo ví ya bañado cómo lo imaginé sentado con la computadora abierta.
- ¿Qué haces?
- Trabajando, haciendo unas cosas.
- ¿Puedo ver la casa?
- Sí, házlo.
Era todo muy elegante aquí, me extrañaba que no hubiera alguna especie de cuadro o fotos, eran solo paredes sin nada.
Solo habían dos habitaciones en la casa lo que me extrañó, claro vivía solo para que quería más, eso sí eran grandes, aunque la casa en sí era gigante.
Fui a la cocina a servirme un poco de jugo, aproveché para llevarle uno también a él.
- Ten - le entregué el vaso.
- Que atento.
- De nada - esperaba un gracias en realidad.
- La próxima semana tengo un evento de beneficencia por parte de la empresa, quiero que vayas conmigo.
- ¿Haces obras de caridad? - me sonó interesante.
- Ayudan en mi prestigio, solo por eso.
- Vaya - ese interés se cayó de inmediato - ¿tendré que quedarme todo el tiempo en la casa?
- No, si quieres salir házlo.
- De hecho creo que saldré - me puse de pie - necesito tomar aire.
- ¿A dónde vas?
- Saldré a caminar, suelo hacerlo algunas veces - tomé mi chaqueta para salir, sentía su mirada en mi que en ocasiones se la devolvía - nos vemos al rato.
Tuve que memorizar bien las calles para no perderme, a diferencia de donde vivía yo aquí había mucha gente.
El vibrar de mi celular me hizo distraerme, por un momento pensé que era Christopher pero era mi mamá.
- Hola mami, que pasa.
- ¿Cómo estás?
- Bien, con algo de frío.
- Mi bebé ¿cuándo vendrás?
- Nos vimos hace unos días.
- Pero antes de que comiences a trabajar.
- ¡Oh cierto! Ya conseguí un trabajo, le ayudo a un amigo del amigo de Joel en unos asuntos de su empresa.
- Jajajaja eso sonó tonto, felicitaciones hijo.
- Gracias, intentaré ir a verlos pronto. Los extraño.
- También nosotros, tu padre te manda saludos.
- Los quiero mucho, tengo que colgar.
- Te adoramos.
Odiaba mentirle a mi mamá, pero no podía decirle "mamá hago actos sexuales", sería su decepción.
Volví a la casa de Christopher ya que enserio me estaba congelando.
No lo ví al entrar, quizás estaba dormido o algo. Me acerqué a la ventana, amaba esta vista y sentía que me relajaba.
- Llegaste - dijo detrás de mí provocando que me sobresalte.
- Que manía la tuya de asustarme.
- Cómo tendrás la conciencia - comenzó a reírse.
- De seguro más limpia que la tuya.
- ¡Uh! El frío lo volvió rudo - se acercó - cuidado como me hablas.
- Sí. Señor Vélez - puse mis ojos en blanco.
- Odio ese gesto.
- Lo verás seguido - creo que empezaba a molestarse - es solo una broma, qué genio el tuyo.
Poco a poco iba conociendo más su manera de ser, cuando se trataba del sexo se ponía algo agresivo ¿Por qué? No lo sé. Pero sin el era una persona agradable, no tierna.
- Volviste casi de inmediato - me pegó a la pared.
- Te vine a buscar, tengo hambre - en realidad si tenía, pero también fue una escusa ya que sabía para donde iba. No era que no me gustara hacerlo con él, pero soy humano y mi cuerpo necesita descansar. No hemos parado ningún día.
Me daba algo de temor saber hasta qué punto podía llegar con esto, cada vez se ponía más intenso. Su trato recién comenzaba.
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Pasión Obsesiva - Chriserick (Primera Parte)
Fanfic- Eso sería cómo prostituirme. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-