Pasión Obsesiva - Chriserick (Primera Parte)

Capítulo 15

Le indique al chofer para donde iríamos, tenía que asegurarme al menos de que no diría nada o todo de vendría abajo.

- Vete Erick - dijo al abrir la puerta de su casa.

- No terminamos de hablar ¿Puedes escucharme?

Pasé hasta que me lo permitió, si Christopher se enteraba de que Joel sabía el perjudicado sería yo.

- Prométeme que no le dirás a nadie Joel, es un papel confidencial y me podría traer problemas.

- ¿Zabdiel sabe las cosas que hace su amigo?

- No, nadie sabe de esto.

- Sigo sin creer hasta donde llegaste por dinero.

- QUE NO ES POR DINERO ¡POR LA MIERDA JOEL!

- Ajá claro.

- No me des la espalda, eres mi amigo, mi hermano - tomé su hombro pero me quitó la mano - lo hice por mi futuro.

- ¿Qué?

- Sabes que quiero estudiar, ser alguien.

- Si querías estudiar me hubieras pedido ayuda a mi, hubiéramos buscado la manera, hay becas Erick.

- Solo te pido que me apoyes, no te estoy diciendo que me felicites o que estés de acuerdo.

- Está bien, no diré nada - eso me dejó más tranquilo - solo una cosa.

- Lo que sea.

- No te quiero cerca mío, de mi casa y de las cosas que tengan que ver conmigo.

- No me digas eso Joel - las lágrimas comenzaron a salir de nuevo de mis ojos, él era como mi hermano.

- Yo no voy a ser parte de tu juego, si quieres andar de prostituto por la vida házlo, pero a mí me dejas en paz - abrió la puerta para que salga - yo con fáciles de mierda no me llevo.

Negué al escuchar eso, estaba siendo bastante duro conmigo - pensé que me apoyarías.

- Espero no te arrepientas de lo que estás haciendo.

No seguí insistiendo y salí de ahí, vaya mierda me sentía en estos momentos.

Tuve que intentar relajarme antes de llegar a la casa de Christopher, aunque que más daba si lo que menos le importaba era como me sentía.

- ¿Los encontraste? - supongo que se refería a los papeles de Joel.

- Quiero coger - dije cerrando la puerta - hagámoslo.

- Si insistes - se acercó a mi dejándome pegado entre la puerta y su cuerpo.

Me llevó hasta el sofá donde me quitó todo lo que traía puesto - hazme gritar.

- ¿Quieres placer? - comenzó a subir y a bajar su mano en mi erección.

- Mucha.

Sonrió y fue al parecer en busca de algo, las palabras de mi amigo me llegaron bastante fuerte y no me las podía sacar de la mente.

Llegó con algo en las manos, quise levantarme a ver que era pero me recostó para comenzar a entrar y salir de mi - tengo que prepararte, te gustará.

Me quedé con la duda de que era, tuve que esperar hasta que esté listo - ¿Que es? - dije al ver una caja.

- Es un estimulador, tengo de varios tipos pero empecemos de a poco.

- No no espera - me puse algo tenso - ¿Me va a doler?

- No, te dará placer - sonrió.

Abrió mis piernas y de a poco comenzó a introducir esa cosa.

- ¡Oh mierda! - comencé a contraer mi cuerpo por lo que estaba sintiendo - Mmm...oh... - apreté un poco su brazo, estaba sintiendo como una ola de electricidad recorría mi cuerpo.

- ¿Te gusta?

- Sí - reí algo pausado por los gemidos que esta cosa provocaba. Jamás pensé en la posibilidad de utilizar un juguete sexual, no era tan malo como pensaba.