Capítulo 21

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Me sentía tan mierda en estos momentos, dos personas me habían dicho lo mismo y con casi las mismas palabras.

¿Por qué nadie se pone en mi lugar? Era obvio que esto no lo hacía por gusto, estaba cayendo bajo y lo sabía, estaba decepcionando a mis padres y me daba una pena inmensa pero también lo hacía por ellos, para que se sientan orgullosos de su hijo.

- Última vez que lo haces - me bajó a la fuerza del auto - tienen prohibido llevarlo a algún lugar si no es conmigo.

- Sí señor.

- ¿Es enserio? No puedes dejarme sin salir.

- No lo haré, solo que lo harás conmigo como siempre tuvo que ser.

- Pensé que a pesar de tu obsesiva adicción al sexo eras una buena persona.

- Lo soy.

- Claro que no - negué con la cabeza - no eres una persona normal, necesitas ayuda, estás enfermo.

- Son gustos diferentes, te recuerdo que no te he obligado a nada.

- ¿Qué? ¿Tú crees que yo quería que me metieras esa cosa? Estaba llorando Christopher y no hiciste nada, te pedí que pares y solo sonreias ¿Eso para ti es normal?

- Sí ¿Para ti no? No me digas que no disfrutas porque bien que te hago gritar y pedir más.

- El sexo no te lo reclamo, lo que no me gusta son tus juegos, me hacen daño.

- Eso es lo que quiero, que sufras, que grites, que llores, eso es lo que me da placer - decía cada cosa así como si nada.

- No puedo creer que el sufrimiento de los demás te de placer.

- Creelo.

- Que enfermo estás, qué tipo de loco sexual eres.

- Eso es poco a lo que te espera, estaba siendo considerado contigo porque eras el más obediente, pero se acabó. Las cosas serán a mi modo en un cien porciento.

- Yo no soy malo contigo Christopher, todo lo hago como tú quieres - mis ojos comenzaban a cristalizarse - me he sometido a cada una de tus cosas sin saber que me espera en un futuro, trato de consentirte incluso.

- Yo no te lo he pedido.

- No, porque a diferencia de ti a mí me nacen hacer las cosas, me nace complacer tus putos caprichos, me nace levantarme en las mañana a prepararte el desayuno, a esperarte con almuerzo, acompañarte en tus cosas - comencé a llorar - ¿Alguien lo hizo antes?

- No.

- Entonces porque me tratas así, ni mis padres me han golpeado ¿y tú vienes y lo haces? Que mierda te pasa.

No recibí respuesta de su parte, ahí estaba de nuevo su maldita y hermosa sonrisa que me hacía sentir más mal aún.

- Desaparece de mi vista, fue mucho por hoy - dijo para caminar al living.

- Desearía no haber firmado ese maldito papel y no estar viviendo este infierno - seque mis lágrimas - espero que la vida te haga pagar cada cosa y que el día que encuentres alguien que verdaderamente te interese te desprecie tanto que te haga sufrir.

- Eso no pasará - comenzó a reírse.

- No esté tan seguro señor Vélez, su seguridad es tanta que hace que se confíe.

Pasión Obsesiva - Chriserick (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora