Capítulo 6

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Ya en su casa me senté a su lado, creo que al fin me explicaría en que quería que lo ayude.

- Bien - se acomodó - ¿Listo?

- Sí, ya dime.

- Ten - me entregó la computadora.

La sonrisa que tenía en la cara se me fue de inmediato al leer lo que decían las primeras líneas, a medida que seguía leyendo me sorprendía aún más.

- ¿Es broma? - dije sin despegar la mirada de la pantalla.

- Léelo entero y luego opinas.

Hice exactamente lo que me dijo, me demoré unos cuantos minutos tratando de entender algunas cosas.

- Vaya trabajo - cerré la computadora.

- ¿Y?

- Que tipo de depravado sexual eres - negué mientras lo miraba - ¿quieres que sea tu juguete sexual?

- Así, así no - sonrió de lado.

- ¿De que te ríes? - me puse de pie enojado - ¿Me ves cara de necesidad?

- No es tan malo como se lee - intentó agarrarme pero di un paso atrás - nos conviene a los dos.

- ¿A los dos? Estás loco.

- Me dijiste que querías trabajar ¿no?

- Esto no es un trabajo Christopher.

- Pero sería de ayuda para ti, disfrutarás tanto como yo - mordió sus labios - yo te daré de todo, lo que quieras y tú cumples con lo que dice el trato.

- Eres una especie de Sugar Daddy ¿o que?

- Tengo dinero lo sabes, si lo quieres tomar así perfecto, pero mis intereses sexuales van por otros lados.

- Ya me di cuenta - negué con la cabeza.

- Si aceptas no solo te daré de todo, pagaré tus estudios.

Le dió justo en el clavo, sabía que yo quería trabajar para lograr pagar mi educación, pero jamás pensé el tipo de trato que me ofrecería, se aprovechó de eso.

- Osea que en estos días me pusiste a prueba para ver si te servía.

- Algo así, no estás nada de mal debo admitirlo.

- No puedo creerlo - me senté de nuevo.

- Tómalo como un trabajo, tu educación por mi placer - se sentó a mi lado - es un trato justo.

- Eso sería cómo prostituirme.

- No porque solo estarías conmigo. Piensa en tus padres, tú dijiste que no querías molestarlos con esto.

- Hay cosas que no entiendo de lo que leí, quizás debas darme una copia - no sé qué estaba haciendo, pero sería bueno pensarlo.

- La saco de inmediato si quieres - asentí.

Era obvio que alguien como él no iba a querer algo serio, supo envolverme. No era que me guste porque apenas lo conocía un par de días, pero que te vean como objeto sexual no es nada agradable.

- Aquí está - me entregó los papeles.

- Está bien, los revisaré. ¿Puedes pedir que me vayan a dejar?

- ¿Te vas?

- Sí, quiero revisar esto solo - me atreví a mirarlo - no te prometo nada.

Dió la orden de que me vayan a dejar, salí de ahí lo más rápido que pude. En mi vida imaginé que tendría una propuesta así.

Le agradecí al chofer por traerme, al menos sus trabajadores eran amables.

En lo que subía por el ascensor me dediqué a leer un poco el contenido de las hojas nuevamente, no podía hacer esto, era bastante denigrante.

Pasión Obsesiva - Chriserick (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora