Capítulo 20

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Llevaba tres días fuera de la casa de Christopher, sin contestar sus llamadas y sin responder sus mensajes. El conserje me dijo que habían estado viniendo seguido a preguntar por mí, le pedí de favor que diga que no estaba.

"¿Dónde estás?" "Erick responde los mensajes" "Vamos a tener problemas por esto" entre tantos mensajes eran los que me llegaban de Christopher.

Sabía que no podría ocultarme por mucho tiempo, pero al menos hasta los días que pudiera, necesitaba descansar y estar solo.

No sé hasta qué punto llegó con sus anteriores conquistas, sumisos, la verdad ni sabía cómo llamarlos, pero conmigo aún le quedaba mucho tiempo y ya había llegado a un extremo que para mí era mucho.

Tuve que salir a comer fuera, como ya prácticamente no vivía en el departamento no tenía la despensa comprada.

- C-Christopher - dije al verlo parado en la puerta.

- Estabas tardando. Abre - se hizo a un lado para que abra la puerta.

No sabía que me daba más nervio, si verlo a él en sí o sí cara de seriedad total.

- Pasa.

- Con que ocultándose ¿eh? - cerró la puerta de un solo golpe.

- Cálmate que no estás en tu casa.

- Te tuve paciencia Erick - comenzó a caminar hacia mí y comencé a retroceder - llegaste a mi límite.

- Solo necesitaba unos días Christopher, quedamos en que podría hacerlo... está en el contrato.

- Sí, pero tú te estás ocultando y eso no me gusta - intentó agarrarme pero alcancé a quitarme.

- Christopher...

- Señor Vélez.

- ¿Puedes calmarte? - me estaba dando miedo verlo así, tampoco era para tanto.

Miré la puerta un segundo, di un respiro y me puse a correr para salir.

- ¿A dónde vas? - me agarró de la cintura - eres un chico muy muy muy malo.

- Suéltame.

- ¿Quieres que te suelte? - asentí y me tiró contra la pared haciendo que caiga al suelo.

- QUE TE PASA ESTÁS LOCO.

- Párate - presionó mi brazo tan fuerte que tuve que hacerlo - vas a tener que aprender a callarte y dejar de ser tan respondon.

- Estás exagerando, solo fueron unos días.

- CÁLLATE.

No me quedó de otra que obedecer, desviaba mi mirada a cualquier lugar menos a él.

- Solo quería...

- Erick no quiero golpearte, cállate.

- Déjame explicarte - sentí su mano incrustarse en mi estómago.

- Cállate, recoge lo que necesites y nos vamos.

- Yo no me voy contigo a ningún lado - logré soltarme de su agarre - vete tú y tu contrato lo más lejos de mi.

- ¡Uf! El niño sacó las garras, no no perdón, el fácil, el barato... - saqué toda valentía que tenía y le di un golpe en la cara.

- Pero no soy un abusador de mierda como tú, eres un asco de persona por más lujos que tengas. Si quieres sexo búscate una prostituta que te haga el favor con tus enfermizas tácticas sexuales.

Era obvio, recibí otro golpe de vuelta - tendrás que aguantar porque lo quieras o no esa es tu forma de surgir, la vida fácil.

Recordé las palabras de Joel, quizás siempre tuvo razón y era un maldito prostituto que escogió el camino fácil.

Pasión Obsesiva - Chriserick (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora