Capítulo 22

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Siguieron pasando algunos meses, las aguas entre nosotros estaban más calmadas aunque las primeras semanas desde que peleamos no me dirigió la palabra.

Necesitaba urgente un descanso tanto físico como mental, estaba exhausto de tanto sexo, no niego que había veces en las que yo le pedía tener relaciones pero era porque ya me volví un dependiente de eso.

- Christopher quiero ir a comer ¿falta mucho? - pregunté mientras miraba por el gran ventanal de su oficina.

- Espera un momento tengo que recibir a alguien.

Dió la autorización para que alguien pase, lo analicé un poco y era evidente su gusto por los hombres.

- Christopher ya tengo lista la hoja con los abastecimiento que hay que entregar.

Creo que era una de las obras de beneficencia que estaba en manos de Christopher, sabía que en sí no le importaba y solo lo hacía por su imagen como alguna vez me lo dijo.

- Erick me alcanzas esos papeles - indicó y fui por ellos.

- Ten.

- Que despachen todo - firmó la autorización - cualquier cosa con...

- Contigo Christopher, lo sé - este chico estaba siendo bastante confiado - ¡Oh lo siento! Hola...Erick ¿verdad?

- Señor Colón para ti - ví como la mirada de Christopher se posó en mi - otra cosa, no quiero tanta confianza aquí, mientras esté yo para ti es el señor Vélez ¿estamos?

- Sí, señor Colón.

- Muy bien. ¿Nos vamos? - pasé mi mano por su espalda y me tomé el atrevimiento de depositar un beso en sus labios.

Sabía que tendría problemas por esto, pero ahí estaba el masoquista.

- Entonces mandaré la autorización señor Vélez, cualquier cosa...

- Con su secretaria - interrumpí.

- Que tengan buen día, con permiso.

Vimos como iba saliendo ¿yo? Tenía una sonrisa en mi rostro.

- ¿Cómo estuve? - me senté en la mesa - yo diría que bien.

- De seguro al medio día ya van a saber todos de esto, sabes que no me expongo a este tipo de cosas.

- No me gustó la confianza de ese tipo contigo, eres el señor Vélez para tus trabajadores ¿no?

- Él no es mi trabajador.

- Si lo es, porque está para obedecer tus órdenes.

- ¿Desde cuando yo tengo que hacer lo que me digas tú? En ese caso tú también deberías llamarme así.

- Desde ahora, cuando esté yo no quiero esa confianza con otros tipos - me bajé de la mesa - y no está en discusión señor Vélez.

- Si alguien se entera de esto, te castigaré - no dejó que me mueva de ahí.

- Lo sé - me di vuelta pegando mi cuerpo al de él - creo que debería ordenar esto.

Sentí un jadeo de su parte al sentir como frotaba mi cuerpo con el de él - algo buscas tú.

- Puede ser - me agaché un poco más - di que nadie venga - tomó el teléfono para llamar y ordenar lo que le pedí - que obediente el señor Vélez.

- No me provoques - desabrochó mi pantalón - te portaste mal y tienes que recibir castigo.

Me giró poniendo mi cuerpo en su escritorio, en lo que embestía abrió uno de sus cajones tomando una especie de regla.

- Oh no no no - mordí mis labios para no gritar ante el impacto - eso dolió.

- Eso me excita.

- Házlo de nuevo - pedí - mmm...me gusta.

Pasión Obsesiva - Chriserick (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora