Capítulo 13

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- Yo ví ambición en ti esa noche - me sentó en sus piernas - a diferencia de otros no me has pedido nada.

- ¿Cuántos fueron? Los que pasaron antes de mi.

- No llevo cuentas.

- ¿Por qué lo haces?

- Eso no es de tu incumbencia - dió un apretón en mi pierna - ¿Te gusta el chocolate?

- ¿Eh? - lo miré extrañado. Aún estaba de cumpleaños por así decirlo.

- Vamos.

Me llevó a la cocina, comenzó a sacar unas cosas ¿Iba a cocinar? No entendía nada.

- ¿Que haces?

- Me dijiste que te gustaba el chocolate - vertió un poco en un recipiente - hay que esperar un momento.

Tomó mi cuerpo para pegarlo al de él, mi polera no demoró en tocar el piso. Quitó lo que estaba en la mesa y me subió a ella.

- ¿Aquí? - depositó besos por todo mi parte superior. Cerré los ojos, me gustaba sentir sus labios - ¿Que haces?

- Shhh...

- Está tibio - sentí el chocolate en mi abdomen.

Se acercó un poco a mi - y yo estoy ardiente, caliente.

Me daba un poco de vergüenza lo directo que era.

A medida que iba colocando chocolate en mi cuerpo iba pasando su lengua, me daba cosquillas y por ratos era inevitable reírme.

- No abras la boca - tomó la cuchara y comenzó a poner chocolate, que gustos más raros tenía este chico.

Lo quitó poco a poco, abrí un poco mis labios para besarlo, éramos un asco en esos momentos.

Quitó lo que restaba de mi ropa, me senté para ver cómo se quitaba la de él.

- ¿Puedo? - tomé el chocolate en mis manos.

- Solo un poco.

Mordí mis labios y puse un poco en su clavícula, traté de succionar suave para no dejar ninguna marca.

- ¡Auch! - su mano apretó algo fuerte mi pierna.

- ¿Te quejaste? - dió una palmada que me sacó un jadeo.

- Eso si me gusta - reí. ¿Que? Creo que me estaba volviendo algo masoquista.

Bajó un poco su pantalón y no demoró nada en introducirse en mi. Hacerlo encima de una mesa jamás se me había pasado por la mente, no estaba tan mal.

- ¡Chris! - gemí al sentir su erección por completo, era de dar embestidas profundas.

- Christopher - jaló mi cabello hacia atrás - comienzo a pensar que te gusta el maltrato.

- ¿Cómo a ti?

Me quedó mirando fijo después de decir eso, me bajó de inmediato poniendo boca abajo contra la mesa - eres un chico muy malo, mide tus palabras - dió una nalgada.

- ¡Mmm! Solo sigue - pedí.

Sus embestidas eran duras, por momentos gritaba mucho debido a su intensidad, creo que mis gritos lo excitaban aún más.

Luego de terminar tuve que esperar a que mi respiración se regule, Christopher me dejaba con un cansancio inexplicable.

- Creo que es hora de subir la intensidad - terminó de abrochar su pantalón.

- ¿Vas a golpearme?

- Deja de hacer esa pregunta, verás que no es tan malo.

- No me gusta la violencia - tomé mi ropa.

- Comenzarás a amarla.

Me quedé un momento más en la cocina, la mesa estaba echa un desastre y mi cuerpo estaba pegajoso.

- Quién puede amar la violencia - dije para mí mismo.

Pasión Obsesiva - Chriserick (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora