Beso.

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  ¿Dijiste... Dijiste que no podíamos amarnos? Pero aun tus labios continúan sellados y tus ojos cerrados por un beso pecador.   

Konan caminaba entre pasillos, hacia ya un mes que su tia habia fallecido por la peste, se acostumbraba a formar parte de una familia llena de desconocidos, servir para ellos, pues para eso habia sido criada, aunque lo correcto era empezar a los doce... pero apenas con nueve años seria una nueva trabajadora de aquel hogar, de la poderosa familia Aka.

-Konan... - Una voz temerosa e infantil la hizo girar. - ¿A donde vas? - Era Yahiko, el hijo del cocinero, Konan le sonrio, era de los pocos niños del lugar con los que le permetian jugar. - Nagato esta triste... su madre murio esta tarde.

-¿Lo ha hecho? - Konan abrio los ojos sorprendida. - El pobre Nagato apenas y sabe fregar un plato... ¿Como podra sobrevivir ahora? - Nagato era hijo de los sirvientes de la cocina, si bien sus padres eran los mejores, el chico era debilucho y timido, a diferencia de Yahiko, alguien bastante alegre y vivo. 

-¿Deberiamos ir a jugar con el hoy? - Sonrio Yahiko, Konan asintio, aunque luego recordo que debia de bajar al sotano, le habian encomendado limpiarlo por completo, era el trabajo que solia hacer su tia, la peste estaba acabando con todos. 

- Ire luego... Tengo trabajo ahora Yahiko. - Ella suspiro, como cualquier niña, corretear por el patio era lo mejor en el mundo, pero ahora, como esclava (asi solia decirlo su tia), debia de trabajar. 

El sotano era oscuro, nunca antes habia ido alli, la verdad solo su tia y algunos pocos podian ir a aquel lugar, era humedo, frio y olia terrible, la gente decia que solian cocinar pollo alli dentro, pero Konan sabia que el pollo no olia asi... Lo descubrio cuando hace un mes quemaron el cadaver de su tia. Temblorosa bajo las escaleras, eran resbaladizas y humedas, escucho una voz bastante baja, tenia miedo, porque desde hace un mes sabia que pasaban cosas macabras en ese lugar. -H..Hola.- Dijo al pisar el suelo. - ¿Alguien alli? - Dijo aunque apenas ella pudo escucharlo. 

- ¡Oh Jashin! - La voz de una mujer se escucho, aunque en la oscuridad no se podia ver nada con claridad. - ¿Quien es? ¿Ese pequeño duendecillo de Hidan? - Konan nego, porque sus labios no podian moverse, le sorprendio que nombrara al hijo de la familia, no sabia que el niño tambien podia bajar aqui. 

-Es Konan.... sobrina de Akira. - La voz de la niña era baja y suave, la mujer entonces se levanto, porque Konan pudo ver como una sombra se movia desde una esquina. - Me ordenaron bajar aqui... ¿Que deber.- La niña casi ahoga un grito cuando vio como una vela encendida se alzaba sobre el rostro de la mujer, era hermosa, ojos azules y cabello plateado, similar a los dueños, aunque esta parecia una mujer un poco mas mayor, apenas visible el resto de su cuerpo pero algunas arrugas se marcaban por las manchas de polvo en su cara. - hacer? ¿Que debo hacer? 

- Una niña de nueve años. - Dijo la mujer. - Apenas un niña Jashin... - Parecia que hablara con otra persona, aunque ninguno hombre estaba por alli. - Limpia mañana por la mañana, cuando la luz te revele esta posilga. - La mujer estaba algo molesta. - Por ahora ve y descansa, juega, disfruta... Vendran dias oscuros para ti. 

Si Konan alguna vez hubiese imaginado lo que significaron esas palabras, hubiese escapado, lejos, muy lejos. 

Pero era una niña, y lo mas oscuro que podia llegar a imaginar era la esclavitud a la que eran sometidos. 

Y la muerte. 

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Tenten estaba pasandola muy bien, las chicas del castillo eran bastante divertidas, inclusive Matsuri, que apenas y la llego a tratar, no tenia el valor de hablar aun con Sari, pues, las cosas entre ellas nunca estuvieron bien. 

La elección. Shikatema FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora