— Yo... — Saki resoplo. — no entiendo a qué se refiere.
— Creo que fui bastante clara.
La joven se puso de pie y rodeo la cama para mover una de las velas, Kurenai la seguía con la mirada. — ¿Esta insinuando que esto no es una enfermedad?
— No insinuando, estoy completamente segura de que no lo es. — Saki la miro de reojo y se encogió de hombros. — y si te han encerrado a ti, en específico, teniendo a doctores y yerbateros cerca... — La mujer se puso de pie y comenzó a balancear a su niña, de solo pensar que algunas de estas personas tuvo que ver en la muerte de sus esposo le hervía la sangre. — Estoy segura de que el rey si insinuaba algo.— Pues... si le soy sincera. — Saki continuaba con su trabajo sin mirar a Kurenai a los ojos. — últimamente han tenido una especie de rechazo conmigo, no sé si lo están dirigiendo a la persona correcta.
— Eso sería una lástima. — La mujer se puso cerca de aquella taza, mirando como pequeñas hierbas secas se balanceaban sobre un casi inexistente liquido amarillento. — ¿No lo crees?
Saki sonrió a medias y asintió. Definitivamente todo esto estaba saliéndose de control y por alguna razón estaba depositando todas sus esperanzas en Nagato, Yahiko por supuesto estaba cegado por el poder que imaginaba tendría una vez que todo terminara, pero según como iban las cosas todo terminaría en una trampa donde la única salida seria que ella muriera o ellos, y nadie podía ser asesinado, no si querían la cabeza de Hidan en sus manos.
Revelarse frente a una mujer como Kurenai solo provocaría su muerte, ella al igual que el rey irían directo al grano sin siquiera escucharla por el terrible hecho de que había sido la culpable del asesinato de sus familiares... pero asesinarla no lograría nada más que la furia de sus amigos y una rebelión sin sentido pues Hidan huiría con temor a desaparecer hasta descubrir que en realidad su fin hubiese sido si ella misma acabara con su vida.
Acabar con su vida... sonaba tan fácil pero no podía hacerlo, a diferencia de Baba ella no había vivido lo suficiente y apenas ahora estaba comenzando a darse cuenta de lo bueno que podía llegar a ser si te rodeabas de las personas correctas, una parte de su ser le pedía que mantuviera la esperanza en que la perdonarían pero otra sabía que para acabar con una parte tenía que acabar consigo misma.
Tenía que escapar, tenía que huir antes de que sus amigos hicieran una estupidez, tenía que evitar usar la magia, tenía que evitar ser atrapada si no solo conseguiría que Hidan lograra su cometido.
¿Pero quién había envenenado a Yoshino? Por supuesto que era veneno, sus labios en diferencia con el resto de su cuerpo, no habían perdido el color, sus pupilas no se encontraban dilatadas y la fiebre solo era una respuesta de su cuerpo a la pócima, la cual no era aquella taza que reposaba en el piso, ella solo era una leve dosis de lavanda, perfecta para poner a cualquiera a descansar.&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Temari sabía que en algunas ocasiones sus ojos se habían cerrado por minutos pero no habían pasado horas entre cada intervalo, aunque su cuerpo lo exigiera era imposible mientras Shikamaru siguiera dormido. Afortunadamente la noche fue tranquila y en unas tres ocasiones que camino entre los pasillos se encontró con todos en su puesto sin bajar la guardia.
— ¿cuánto he dormido? — Shikamaru se sentó a duras penas y Temari le dedico una sonrisa. — ¿qué hora es?
— No lo sé... pero ya ha amanecido. — El chico la miro sorprendido y se puso de pie inmediatamente. — Tranquilízate... todo está bien.
— Temari no tengo tiempo para estas cosas... Hidan regresara en una semana aproximadamente y para cuando eso suceda necesitamos haber terminado con esto.
El chico dejo la habitación hecho una furia, su esposa se sintió un poco culpable pero sabía que había hecho lo correcto al dejarlo descansar. Se enrollo en sus sabanas y se permitió descansar lo que pudiese.
Shikamaru subió las escaleras hacia la habitación de su madre luego de coger algunas frutas de la cocina, si estaban o no envenenadas en este punto no le interesaba. Cuando su padre cayo en cama al menos despertaba y conversaba con el de vez en cuando pero su madre había pasado todo el día de ayer sin dar respuesta alguna ¿se trataba de lo mismo? cruzo el umbral de la puerta y se encontró con Kurenai leyendo un libro mientras Mirai jugaba con el cabello húmedo de su madre, quien aun permanecía dormida, cerca de la ventana se encontraba Saki desayunando. — Su alteza. — la chica se puso de pie y le dedico una sonrisa. — la fiebre ha bajado, el doctor paso esta mañana para recetarle algunas hierbas y estamos trabajando con eso.
— ¿Y qué es? — dijo el en dirección a la chica. — ¿o me vas a hacer recurrir a la fuerza?
Saki trago saliva y miro por detrás del rey, la puerta se encontraba abierta. No podía hablar si el culpable estaba cerca. — Su alteza...
— Ven a mi oficina.
— Pero...
— No estamos para rodeos, habla aquí o nos vamos a la oficina. — La chica trago saliva nuevamente, sus compañeros no habían hecho nada loco... aun, pero pronto se enterarían de que ella no estaba caminando libre por el castillo. — ¿Entonces?
La chica camino hacia la puerta, pasando por un lado del ahora Rey y el cerro, Shikamaru la miro con cuidado mientras la muchacha regresaba a su lugar. Sus ropas siempre fueron mucho más costosas que la de las mucamas en el castillo, inclusive su semblante la anunciaba como una chica de la alta sociedad, sus rasgos eran comunes pero todo lo demás la hacía pasar por alguien importante si caminaba por la ciudad sin compañía de la elite, aquello enfureció a Shikamaru, su padre le había dado un lugar y esta era la forma en la que ella le pagaba...
— Por supuesto que deben saber algo. — Fue lo primero que dijo sin la sonrisa actuada que solía dar luego de cada cumplido. — Pero si significa que muera... solo hablare si tenemos un acuerdo.
Shikamaru bufo. — ¿Te crees en el derecho de solicitar un acuerdo?
— Pues si quieren conseguir una venganza con mi acuerdo será la única forma de hacerlo. — Los ojos miel de la chica se llenaron de lágrimas aunque su rostro permanecía en blanco.
— ¿Cuál es la condición?— Kurenai la miro desde aquel asiento, su hija continuaba jugando y se preguntó si sería correcto que la niña permaneciera allí.
— No me asesinen.
Los labios de Shikamaru formaron una línea ¿tan grave fue lo que había hecho? los sollozos de la chica inundaron la habitación pero se mantuvo firme; Kurenai se puso de pie para sacar a la niña de la habitación regresando a los segundos. — No puedo prometer nada.
La chica hizo algún símbolo en el aire haciendo que ambos mundanos retrocedieran, sin embargo lo único que hizo aquello fue revelar orejas, labios secos sobre un rostro pálido donde lo único que resaltaban eran esos enormes ojos color miel, su cabello castaño paso a ser un negro casi azulado repleto de pequeños reflejos producto de unas prematuras canas, inclusive la postura de la chica cambio, la seguridad se había ido y unos 10 años más se apoderaban de aquel cuerpo aunque Shikamaru estaba seguro de que aquello no significaba que la chica en realidad fuese tan mayor, habían registros de que unos chicos fueron sacados de aquel lugar. Aunque fuese algo increíble y Shikamaru en otra situación estaría temblando por lo que pudiese significar aquello ver a su madre tendida en la cama solo lo hacía sentirse más fuerte. — Yo tampoco puedo prometer nada.
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La elección. Shikatema Fanfic
FanficEste romance es llevado a unos cuantos siglos atrás, cuando Shikamaru el prometedor rey es obligado a buscar una nueva esposa, sin embargo, sera solo elección de ambos enamorarse o cumplir con sus deberes. En el camino se encontrarán enemigos y amba...