Ser famosa no es una tarea tan fácil, menos cuando te enamoras de alguien que no entra en ese mundo, una persona inexistente a los ojos de otros.
- Ser famosa me límita a muchas cosas, pero el que me gustes no es una de ellas.
Corre detrás de la espalda de papá que está bajando de las escaleras, sigue en su intento de cortar la rama de un árbol, en el césped, sentada está nuestra madre, echando agua a una de sus flores y desde su silla está Iker, nuestro hermano de dos años, nos mira curioso.
- Pa', Alex no me quiere devolver mi celular.
- Alejandra, devuelvele el celular a tu hermano.
- ¡Quiero ver que le dijo su novia!
- ¿Novia? - mamá nos mira - ¿Acaso tienes novia, Akram Alexander Piñuelas del Campo?
- Que no es mi novia, es una amiga mía, que conocí, pero Alex está empeñada en que es mi novia.
- Hermano, yo lo sé, tu lo sabes.
Iker suelta unas carcajadas debido a nuestra escena, aplaude entusiasmado.
- Esta bien - mamá vuelve a sus plantas - hace tiempo que no veo a Alexa, Fernando y Mariam por aquí ¿Que ha pasado? ¿Se han peleado?
¡Rayos! ¡No me acordaba de ellos!
Inventate algo Akram, que para eso eres bueno, para mentir – no es cierto – una excusa.
- No, ma', solo que ya casí no vienen, pero iré más al rato con Fer al estadio, tenemos un partido contra unos chavos de otro barrio.
- Suerte, mijo, Alex, acompañalo al estadio y lleven a Iker, el pobre hace mucho no sale.
Asentimos, camino hasta mi habitación, en una esquina está la cuna de Iker, es tranquilo, lo bueno, me siento en mi litera, reviso mis mensajes.
Jorge ¿Planes hoy a la tarde? Enviado a las 12:54 pm.
Akram Partido ¿Vienen? Te paso la dirección. Visto a las 01:25 pm.
Preparo mi mochila con agua, que lo más seguro es que no lleven, es un partido en cancha de tierra, soy mediocampista, echo unas cosas de mi hermano para que Alex lo cuide durante el partido.
Siento que será interesante. Necesito liberar tensión.
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Un lado de la cancha está repleto de personas el otro da hacia la calle, donde pasan escasos autos, las nubes cubren el cielo, esta por anochecer, al equipo contrario le falta un jugador y les estamos dando tiempo, nuestro equipo está agarrando miedo, los del otro barrio son altos y grandulones.
- Lo siento, pero yo, contra ellos, no juego - uno se va.
¿Como?
- Igual, no quiero romperme ni un hueso.
- Vamos, yo tampoco - otro lo sigue.
- ¡¿Estan locos?! ¿Como se les ocurre dejarnos para empezar el partido? ¡Cobardes! - grita Fernando.
- Calma, solo hay que buscar tres jugadores más, que los sustituyan.
Miro como es que Alex saluda a un grupo de personas con gorras y lentes oscuros, sonrío, esto me viene de maravilla.
- Tengo a unas personas que capaz quieran participar - levanto la mano.
- Espero sean buenos.
Corro hasta ellos, hay patines colgando de sus mochilas, las chavas saludan a mi hermana, estando todos reunidos, me inclinó un poco a ellos, hago mi mejor cara de suplica, me miran expectantes, divertidos unos. Les platico del problema que tenemos allá en la cancha, se miran entre todos, tres de ellos levantan la mano, sonrío felíz, bajamos hasta donde está mi equipo y el entrenador, se quedan mirando a los chavos detrás mío, Ruggero quería venir a jugar, solo que la bota en su pie no le permitía jugar.
- Ellos son Vietto, Agustín y Michael, juegan exelente - levanto mis pulgares.
Casí todas las chavas del lugar vienen solo para ver como es que los jugadores se quitan la camisa, prácticamente, para ver a los hombres, tuvieron suerte el día de hoy, verán a unos chavos que las van a dejar sin habla, ellos son mejores a comparación de los flacuchos que tenemos de jugadores, solo otro y yo tenemos la espalda ancha, ese otro es el portero.
- Suficiente, quiero que dejen todo en la cancha, vamos a ganar sí o sí - dice el entrenador.
Alex Pov's Wa' quedar murida de calor, todo por culpa de Akram. Baja junto con el argentino, el cordobés y el mexicano, tengo en mis brazos a mi pequeño hermano, las chavas del elenco están encantadas con él, si lo conocieran más, sabrían que aveces puede llegar a ser un demonio disfrazado de Ángel.
- ¿Y Karol?
- Se quedó en su casa con su prima, están cuidando unos primos de ella, sus padres están fuera, creo - contesta la española.
- Chiara y Katu estan con ella también.
Seguimos viendo el partido, una de las amigas de Fernando están babeando por los chavos del elenco, pues claro, son dioses griegos. Sentado en una silla, esta Ruggero con mala cara, da golpecitos en su bota, Candelaria intenta hacer que se ponga alegre.
- Vamos amore, otro día jugaras.
- Es que yo quería - hace un puchero.
- Vamos Rugge, ponte a alentar al equipo, es algo que si vas a poder hacer, siquiera - anima Malena.
- Vale - se levanta - ¡UUH! ¡VAMOS! ¡MIKE, MUEVE ESE GRAN TRASERO QUE TIENES! ¡VIETOO, MUESTRA TUS HABILIDADES! ¡ESOS SON MIS CHICOS! ¡ENORGULLESE A CÓRDOBA, AGUS! ¡PATEALA AKRAM!
«Que pena dá».
Nos apartamos un poco de él, unos tipos de enfrente nuestro, se voltean molestos, Ruggero sigue gritando, sin percatarse de nada.
- Callen a su amigo - dice uno.
- Ni lo conocemos, nunca lo había visto en mi vida, capaz esta loco - dice rápido Giovanna.
- Pues no respondo - dice otro.
Se dan la vuelta, cada una le da un zape, se vuelve a sentar, va ganando el otro equipo por un gol, si el equipo de mi hermano anota uno más, empataran, me acerco al oído de la ojiazul.
- ¿Cuando se van?
- Mañana, nos adelantaron todo, de aquí vamos a irnos ya a Argentina.
