Dos

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Donghae tiene que detenerse por unos buenos tres minutos, observando lo bien que luce esa sonrisa en Lee Hyukjae. Vuelve a la realidad cuando Kyuhyun ríe detrás de él y él frunce su ceño al novio de Tiffany. Donghae les hace una seña para que lo sigan a un área más tranquila, fuera de vista de la entrada principal y de la mayoría de las personas en el café. Cuando los clientes empiezan a notar a Lee Hyukjae en el café, comienzan a murmurar, teléfonos empiezan a sonar, y mensajes son enviados. Donghae pone mala cara mientras Hyukjae ríe, tomando asiento cuando Donghae deja el menú sobre la mesa.

—Es lindo finalmente conocer al dueño del Grand Palace —dice Hyukjae, sus ojos escanean el café, tomando detenidamente en cuenta todos y cada uno de los detalles de la gran habitación.

Donghae aclara su garganta, llamando nuevamente la atención de Hyukjae. Sonríe profesionalmente, intentando fingir que no está afectado por Hyukjae, y dice:

—Gracias, Sr. Lee. Es un placer que el director ejecutivo de SM Company tenga tiempo de pasarse por un pequeño bocadillo.

—Ah, director ejecutivo. Por favor, solo llámame Hyukjae, por favor. Sr. Lee es demasiado formal —dice Hyukjae, su sonrisa nunca abandona su rostro—. Y a cambio por hacer a un lado las formalidades, ¿puedo llamarte Donghae?

Donghae evita estremecerse ante la forma en que su nombre sale de la lengua de Hyukjae y respira profundamente, dejando que el tamaño de su sonrisa se reduzca un poco.

—Por supuesto, Hyukjae. Si están listos para ordenar, por favor solo llámenme o a algún miembro de nuestro personal.

Hyukjae simplemente asiente y sonríe, de una manera un poco más que amigable para opinión de Donghae. Donghae reprime un rubor, y sabe que está perdido. Apenas logra sonreír antes de girar y regresar a la cocina.

—Woah. ¡Toda esa tensión sexual! —dice Tiffany, sus ojos están inmensamente abiertos por la emoción. Donghae rueda sus ojos, arremangando las mangas de su camisa, con un entrecejo fruncido en sus rasgos.

—Tiffany, tú irás más tarde si está listo para ordenar. No iré a ninguna parte cerca de él de nuevo —dice Donghae, sin gustarle la forma en que su corazón late tan rápidamente, ni la forma en que sus manos han empezado a sudar cuando Hyukjae lo miraba lentamente. No hay manera de que algo pueda suceder pero necesita tomar precauciones. Inhala profundamente, enjuagando sus manos bajo la canilla.

—¡Ni lo sueñes! Claramente le gustas mucho, Donghae. Deberías ir y servirle tú. Tal vez, ya sabes, él sea—

—Tu verdadero amor —termina Ryeowook por Tiffany, riendo disimuladamente mientras saca una bandeja de masas horneadas, el aroma se expande instantáneamente por el aire.

Donghae bufa de nuevo, secando sus manos.

—No seas ridículo. ¿Piensas que mi verdadero amor es ese chico de ahí? —Donghae enfatiza las últimas cuatro palabras apuntando la planta principal. Wow Donghae, pero sí que dejaste que pusiera tu mente de cabeza. Qué hipócrita—. Según Heechul-hyung, ¡es el más mujeriego de toda Corea del Sur!

—Bueno, ¿quién dice que no puedes domar a un mujeriego? —sugiere Ryeowook, riendo silenciosamente para sí mismo. Tiffany ríe y está de acuerdo con él, una sonrisa engreída se forma en su rostro.

—¡Ahora ve, el Sr. Director Ejecutivo está esperando que tomes su orden! Esta noche le preguntaré a Kyuhyun qué piensa de ti el Sr. Lee, ¿de acuerdo? —Tiffany le guiña un ojo, sacando a Donghae de la cocina. Donghae jadea cuando Tiffany cierra la puerta con una sonrisa amigable en su rostro. Donghae rueda sus ojos y se dirige a la caja, frunciendo su ceño a Tiffany a través de la ventana de la cocina, por donde ella estaba espiando. Key ríe por la discusión silenciosa antes de dar un codazo a Donghae.

Una Tormenta ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora