Luego de dar interminables vueltas en la cama donde estaba recostado, aún no podía quedarse dormido. Ya se había esfumado el zumbido en su cabeza por el alcohol que había bebido. Se había asegurado de ingerir mucha agua solo por si tenía una resaca. No tenía idea de cómo iba a enfrentar a Hyukjae después de esto, especialmente ya que los dedos de Hyukjae habían rozado muy suavemente la cicatriz.
La única razón por la que Heechul había dicho que no quería a Donghae de nuevo en un hospital era porque había intentado suicidarse unas semanas después de haber terminado con Hyerin. La razón principal porque Donghae estuvo hospitalizado fue que había cortado sus muñecas con una hoja de afeitar, había llenado su sistema con píldoras para dormir y estaba al borde de la muerte cuando Heechul lo encontró. Sus heridas internas por la golpiza también habían tenido consecuencias en su cuerpo.
Mientras empuja su rostro más profundo contra la almohada, deja que sus dedos rocen las cicatrices. Recuerda lo aterrado que estaba Heechul cuando lo vio en el piso, en su propio charco de sangre, apenas consciente. Se juró que nunca haría de nuevo lo mismo para provocar esa mirada que vio en los rasgos de su primo hace siete años. La culpa en su mente es demasiado pesada para soportarla, y haría lo que fuera para volver el tiempo y no permitir que su primo tropiece con una vista como esa. Se incorpora en la cama, sabiendo que apenas conseguirá dormir esa noche.
Sale de la cama y arroja las sábanas a un lado, poniéndose cuidadosamente un par de pantuflas y abandona la habitación con solo su llave tarjeta. Termina caminando sin rumbo por el hotel, inmerso en sus pensamientos, negándose a sí mismo sus sentimientos por Hyukjae, sabiendo que un día, esos sentimientos de atracción explotarán y serán algo más grande, y tiene miedo. Tiene miedo de enamorarse por completo y ser lastimado otra vez.
Termina en la piscina exterior y sacude su cabeza, preguntándose por qué sus pies lo llevaron allí. Gira, solo para percibir el aroma de un cigarrillo siendo fumado. Da la vuelta, sus ojos se agrandan ante la vista de Hyukjae al lado de la piscina, sentado en una de las reposeras y con un cigarrillo entre sus dedos, el humo persiste pesadamente en el aire.
Sus pies se encaminan automáticamente en dirección a Hyukjae, su visión se ajusta a las tenues luces de la piscina y ve la silueta de los hombros desnudos de Hyukjae contra la suave luz. Hyukjae se ha cambiado su traje por algo mucho más simple; una remera suelta y shorts.
—No es muy saludable fumar —termina diciendo Donghae, y parpadea un par de veces, pequeñas nubes de aire escapan de sus labios y se percata de que acaba de hacer notar su presencia.
Hyukjae lleva el cigarrillo hacia sus labios y da una calada mientras observa a Donghae con una mirada curiosa.
—¿Por qué estás despierto, Donghae? Son... las tres de la madrugada —dice Hyukjae, dejando escapar una bocanada de humo.
Donghae se encoge de hombros y posa su mirada en la vista más allá de la piscina, encontrando impresionantes las luces nocturnas de Seúl. Las luces de la ciudad son tan brillantes como el cielo nocturno a pesar de ser tan temprano en la madrugada.
—Las luces nocturnas se parecen a ti —comenta Hyukjae, dando otra calada.
Donghae parpadea sorprendido y regresa su atención al peli cobrizo quien solo sonríe tan encantadoramente que su corazón da vuelcos.
—Es hermosa y tiene su propio toque misterioso. Cada noche las luces brillan un poco diferente, cada noche hay un pequeño cambio, tan minúsculo y a la vez tan significante.
—Q- Hyukjae...
El peli cobrizo sonríe, observando cómo se tiñen de rojo las mejillas de Donghae mientras apaga su cigarrillo en el cenicero. Se pone de pie y se quita los zapatos, dirigiéndose lentamente a la piscina.
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Una Tormenta Implacable
FanficDos hombres diferentes, con pasados diferentes. Lee Donghae es barista y dueño del café más famoso de Corea del Sur, es mencionado una y otra vez en periódicos, revistas y programas de televisión. Lee Hyukjae es el soltero más codiciado de Seúl, el...