Una Tormenta Implacable

Epílogo

Tres años más tarde, Venecia.

En medio del calor y la nebulosa en la que estaba su cabeza, llenándola con nada más que placer y amor, Donghae siente a Hyukjae rodear su cintura, acercándolo incluso más, y ambos jadean ante el repentino empujón y placer.

—Hyukjae- si sigues haciendo eso, no podré contenerme más —jadea Donghae contra su cuello, sus ojos se cierran mientras Hyukjae se empuja hacia abajo, moviendo suavemente sus caderas contra él.

—Entonces no lo hagas —le susurra Hyukjae, sonando igual de contenido por estar siendo penetrado.

Donghae gimotea y mueve su cabeza para permitir que sus bocas se encuentren, ambos se mueven en perfecta sincronía, aferrándose desesperadamente al amor que sienten mientras Donghae continúa embistiéndolo lentamente, un leve quejido resuena desde la garganta de Hyukjae.

Donghae gimotea cuando Hyukjae entierra sus dedos a ciegas en su espalda, sus besos se vuelven tan lentos, torpes y desesperados que tienen sus lenguas danzando contra la otra; lenta y calientemente.

Donghae reduce la velocidad, recordando la primera vez que se lo hizo a Hyukjae, los suaves y dubitativos besos que le dio mientras se empujaba dentro, recuerda cómo se sintió entonces, y ahora, y aún es lo mismo. Hyukjae lo ama, y él ama a Hyukjae.

Siente el familiar calor concentrándose bajo su estómago y gime silenciosamente mientras continúa embistiendo hasta que Hyukjae se corre, manchando sus pechos y abdómenes. Aún en lo alto de su orgasmo, Hyukjae besa lánguidamente a Donghae, su lengua recorre su labio inferior mientras aprieta alrededor de Donghae, gimiendo suavemente cuando siente a Donghae empujarse dentro de él. En el caso de Hyukjae, ama cuando Donghae toma el control de sus actividades en el dormitorio. Donghae siempre fue cuidadoso y amoroso, asegurándose de no lastimarlo nunca.

—Vamos —susurra Hyukjae contra sus labios cuando siente que el cuerpo de Donghae se pone rígido—. Córrete para mí, Donghae. Sabes que siempre te ha gustado correrte dentro de mí.

Donghae suelta un grito ahogado de placer y Hyukjae gimotea, sintiendo que Donghae lo llena completamente, aún pulsando dentro de él.

Cuando finalmente sale de él, rueda sobre la gran cama, gimoteando suavemente.

—Dios —Hyukjae hace una mueca mientras el semen se desliza por la hendidura de su trasero.

—¿Realmente necesitabas ser despertado así? —pregunta Donghae, apoyando su cabeza en el pecho de Hyukjae, permitiendo que sus ojos se cierren por un momento.

—No exactamente —responde Hyukjae, envolviendo un brazo alrededor de Donghae antes de estirarse hasta la mesita de noche para tomar algunos pañuelos para limpiarse—. Pero simplemente te extrañé. Has estado corriendo por toda la ciudad por demasiados días y no pude verte.

Donghae suelta un bufido y presiona sus labios suavemente contra la mejilla de Hyukjae antes de incorporarse para mirar a su enamorado.

—Bueno —finge pensarlo antes de sonreír—. Luego tendré la tarde libre.

Hyukjae lo mira fijamente por un momento, y Donghae empuja su hombro.

—¡Oye!

Hyukjae ríe y tira de Donghae hacia abajo, besándolo en la frente.

—Sí, ve y ocúpate de tus mandados. Te llevaré por los alrededores más tarde, ¿de acuerdo? Nos vemos en la tienda de libros.

Donghae asiente y ríe.

—No puedo creer que han pasado tres años desde ese incidente.

Deslizando sus dedos por el cabello de Donghae, Hyukjae besa suavemente su sien antes de preguntar:

—¿Qué incidente?

—El incidente que resulto en esto. Si no fuese por tu padre, no habría sido capaz de convertir al Grand Palace en una franquicia y estar en Venecia ahora —dice Donghae suavemente, dejando que sus ojos se cierren, escuchando los tranquilos latidos del corazón de Hyukjae.

—Bueno —Hyukjae estira sus labios, arrugando un poco su ceño—. Eso es el pasado y ahora estamos en el presente. Estamos juntos, ¿no?

Donghae ríe y se incorpora nuevamente, haciendo que Hyukjae gimotee por la pérdida de calidez.

—Lo siento, cariño. Ve a prepararte para el fanmeeting, ¿recuerdas?

—Algunas veces te odio —dice Hyukjae, observando a Donghae levantarse de la cama y dirigirse a la ducha.

Donghae le lanza una última mirada antes de reír.

—También te amo.

•••

Hyukjae no recuerda muy bien los detalles de los últimos tres años, pero todo lo que sabe es que Donghae siempre ha estado a su lado desde que estuvieron juntos oficialmente. Seguro, han discutido como cualquier otra pareja, han peleado, se han reconciliado, algunas veces con sexo, pero Hyukjae está muy seguro de que no será capaz de encontrar a nadie más como Donghae en su vida.

Para él, Donghae es la definición de fuerza, especialmente después de que empezaron a estar juntos. Nunca ha flaqueado por amenazas y siguió avanzando, expandiendo su café como su padre quiso, y luego permitiendo que su café se convirtiera en una franquicia mundial.

Avanza rápidamente entre la multitud, evitando a las personas antes de que su paraguas choque con la cabeza de alguien. Maldice, sabiendo que está retrasado y que Donghae probablemente ya está esperando por él en la tienda de libros.

Siempre recuerda que Donghae se dio por vencido con su relación para asegurarse de que estaba bien, aunque lo lastimó, aunque le dolió inmensamente, pero para Donghae, siempre estaría Hyukjae antes que sí mismo. Ponía primero a Hyukjae en su vida, y no a sí mismo. Haría cualquiera cosa por Hyukjae, mientras Hyukjae estuviera a salvo.

Su corazón se estrujaba cuando fuera que recordaba cómo Donghae siempre protegía su relación, aunque era él quien perdía al final, peleaba desesperadamente, aferrándose a lo que fuera que le diera un destello de esperanza.

Cuando la tienda de libros está a la vista, ve a su otra mitad de pie fuera de ella, con un paraguas en una mano, y una expresión de preocupación en su rostro hasta que lo reconoce. Hyukjae observa con el corazón acelerándose cuando su rostro cambia a uno aliviado antes de cambiar de nuevo, a uno de adoración.

Hyukjae sonríe mientras apresura su paso, deteniéndose frente a Donghae y cerrando su paraguas cuando se coloca bajo el de Donghae.

—Hola —Donghae le sonríe, su sonrisa hace que la de Hyukjae crezca aún más.

Incluso después de tres años, cuando sea que está con Donghae, siente que se enamora completamente de nuevo.

—Hola, ¿me extrañaste? —pregunta Hyukjae, quitando gotas de lluvia de su cabello. Donghae rueda sus ojos y golpea juguetonamente su brazo.

—Por supuesto que lo hice. ¿Qué clase de pregunta es esa? —dice suavemente cuando Hyukjae besa su frente—. ¿Vas a besarme, o vas a seguir haciendo eso? —pregunta sin aliento mientras Hyukjae cubre con besos todo su rostro, pero no sus labios.

Hyukjae ríe y une sus bocas, deslizando sensualmente sus labios contra los suyos.

Donghae, piensa Hyukjae mientras pone sus manos sobre su cintura, sintiendo que las de Donghae sostienen su nuca y lo acercan ridículamente más cerca, mezclando sus alientos y moviendo sus bocas contra la del otro; siempre será su tormenta implacable.