Donghae acomoda su camisa blanca y se echa un vistazo al espejo, quitando mechones rubios de sus ojos. Inhala profundamente y cierra sus ojos, sintiéndose ligeramente nervioso.
—Donghae, ¿estás seguro de que quieres hacer esto? —pregunta Heechul, poniendo una mano sobre su hombro. Donghae abre sus ojos y se encuentra con la mirada de Heechul en el espejo, sonriendo suavemente.
Toma la botella de perfume que Hyukjae le dio hace dos días y lo aplica en sus muñecas y cuello antes de apretarlo con fuerza entre sus manos. Asiente, dejando caer sus párpados cuando Heechul rocía spray negro por todo su cabello rubio, arreglándolo a la perfección, con su flequillo peinado hacia arriba. Se asegura de que todo esté cubierto antes de sonreír orgullosamente mientras delinea sus ojos.
—Estoy seguro de que quiero hacer esto, quiero ver al bastardo de mi padre —dice cuando Heechul le entrega su chaqueta negra, un diseño intrigante decora las mangas. Luego se coloca un collar de plata y accesorios en sus manos antes de finalmente deslizar algunos anillos en sus dedos.
—Tu padre estará muy sorprendido de verte —comenta Heechul mientras se arregla a sí mismo y cierra los bolsos que prepararon. El compromiso de Hyukjae sería celebrado en un hotel invernal cerca de las montañas y su madre había invitado a todos para que pasaran esa noche o dos. Conociendo a Heechul, había reservado dos habitaciones para ambos, queriendo quedarse para ver las reacciones de Jinah.
Donghae se ubica en la silla cerca de su puerta y se pone sus botas de cuero, metiendo su pantalón negro bajo ellas y ata los cordones, sonriendo para sí mismo.
—Quiero saber qué tanto lamenta botarnos —dice Donghae, poniéndose de pie mientras se admira a sí mismo en el reflejo. Casi no puede reconocerse a sí mismo con la tintura temporal negra y si debería admitirlo...
—Luces ardiente —comenta su primo y Donghae ríe, golpeándolo en el brazo.
—Gracias, hyung. Espero no terminar arruinando el compromiso de alguien.
Heechul ríe y abre la puerta.
—No te preocupes. Si lo arruinas, no es tu culpa ser tan malditamente atractivo. Es porque la prometida no es lo suficientemente bonita para que todos le presten atención.
Donghae sacude su cabeza, se dirige hacia el estacionamiento y luego hacia su Audi R8. Hace un débil intento por tranquilizar sus nervios porque no ha visto a su padre en nueve años y su enamorado está a punto de comprometerse con alguien que le desagrada mucho. Heechul palmea su hombro antes de subir al auto. Donghae exhala ruidosamente, sintiendo que su corazón se acelera demasiado.
***
Donghae arroja sus llaves al aparcacoches, el joven observa su auto con asombro antes de subir y llevarlo dentro del lote. El botones ya había tomado su equipaje y les había ayudado a registrarse, y fueron guiados por los escoltas hacia el salón para la fiesta de compromiso de Hyukjae. Cuando las puertas del salón se abren, Donghae siente que las esquinas de sus labios forman una sonrisa confiada y Heechul ríe entre dientes a su lado mientras guía a su joven primo por la habitación.
Susurros apresurados surgen inmediatamente alrededor mientras sus ojos recorren la habitación buscando a su enamorado y su prometida, solo para que Heechul tironee ligeramente su muñeca.
—Está allí —oye decir silenciosamente a Heechul y Donghae gira su cabeza en la dirección en que Heechul está mirando y siente que su corazón se detiene por un momento. Hyukjae está vestido con una camisa blanca por debajo y un blazer negro encima. Su camisa está completamente abotonada, lleva un pequeño collar de joyas alrededor de su cuello, reposando agradablemente sobre su mandíbula. Su cabello cae perfectamente sobre sus ojos y cuando sus miradas se encuentran, Donghae siente que su suplemento de oxígeno ha sido interrumpido.
ESTÁS LEYENDO
Una Tormenta Implacable
FanfictionDos hombres diferentes, con pasados diferentes. Lee Donghae es barista y dueño del café más famoso de Corea del Sur, es mencionado una y otra vez en periódicos, revistas y programas de televisión. Lee Hyukjae es el soltero más codiciado de Seúl, el...