Una Tormenta Implacable

Diez

Donghae abre sus ojos adormilado cuando siente que la mano de Hyukjae aumenta su presión alrededor de la suya. Bostezando adorablemente, enfoca su mirada en donde Hyukjae está mirando. De pie en la puerta de la guardia, hay dos oficiales vestidos completamente con uniforme.

—¿Sr. Lee Donghae? —dice la mujer policía, avanzando un paso.

Donghae parpadea asombrado mientras asiente, diciendo silenciosamente:

—Soy yo. ¿En qué puedo ayudar?

La oficial, quien tiene suaves rasgos a diferencia de su compañero, se acerca a los dos y mira brevemente sus manos entrelazadas antes de sonreír suavemente.

—Soy la oficial Jung, y este hombre es mi compañero, el oficial Choi. Somos de la estación de policía de Gangnam y tenemos reportes de que hubo una explosión en tu café debido a una pérdida de gas. No hay muchos daños más que en la cocina. Tenemos su café cerrado y cercado para hacer más investigaciones. También, ¿está en una condición estable para ser interrogado?

Donghae asiente de nuevo, inhalando profundamente cuando Hyukjae se inclina para rozar sus labios suavemente contra su mejilla.

—Te traeré algo caliente para comer.

El oficial Choi levanta una ceja por el acto íntimo pero no dice nada, haciéndose a un lado para que Hyukjae salga de la guardia. Donghae endereza ligeramente su espalda, haciendo una mueca de dolor al estirar las quemaduras en ella.

—Sr. Lee —comienza la oficial Jung, pero Donghae solo ríe y sacude su cabeza.

—Por favor, solo Donghae.

La oficial sonríe, asintiendo.

—Está bien, Donghae. ¿Notaste algo sospechoso anoche cuando cerraste el café? Por ejemplo, ¿alguien a quien no reconocías dando vueltas en esa área?

Donghae deja que su mente regrese a la noche anterior, y dice:

—Solo recuerdo a ese hombre diciéndome que ya no era seguro volver a entrar al café. Iba a buscar un documento en mi oficina cuando de repente me detuvo. Tenía cabello negro y estaba despeinado, y ojos marrones grandes. Tenía barba de algunos días y una cicatriz le atravesaba la mejilla. Ah, es ligeramente más alto que yo y vestía completamente de negro. Me sorprendí un poco cuando se me acercó. Uh... Sí, eso es todo, creo. Es decir, si no reconozco a alguien, me pone en alerta.

El oficial escribe en su libreta todo lo que Donghae ha estado diciendo y la oficial Jung solo asiente, poniendo atención a las palabras de Donghae. Mira a su compañero y él asiente, saliendo de la guardia.

—No te preocupes mucho por ello, ¿de acuerdo, Donghae? Creo que solo se trata de algo preparado, ¿tienes video-vigilancia en tu café, cierto? Revisaremos eso más tarde. Por ahora, esperamos que te recuperes bien. Enviamos un comunicado a todos tus empleados de que serán remunerados hasta nuevo aviso, si eso está bien para ti.

—Sí, está bien. Gracias, oficial. Realmente espero que sean capaces de descubrir qué pasó. No esperaba que mi café explotara de repente —contesta Donghae, reclinándose contra los almohadones que Hyukjae apiló para él.

La oficial sonríe suavemente y dice:

—Bueno, si no hay nada más, me iré primero. Definitivamente encontraremos al culpable de esto. Recupérate pronto, Donghae.

—Gracias, oficial Jung. Eres una mujer agradable —Donghae sonríe gentilmente, cerrando sus ojos cuando siente otro estirón en sus heridas.

—Descansa. Nos veremos pronto, Sr. Lee.