Siete

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Kyuhyun irrumpe en el café la tarde de un miércoles anunciando a los trabajadores que tomará prestado a Donghae por ese día, dejando a Tiffany, Key y Ryeowook perplejos ya que Sungmin también está empujándolos y siguiendo a Kyuhyun y Donghae fuera del café.

—¿A dónde vamos- ¡oye! —Donghae chilla cuando Sungmin lo mete al auto de Kyuhyun. Gatea hacia el asiento delantero con una sonrisa traviesa en su rostro.

—Tenis.

¿Tenis? ¿En medio de la semana? —Donghae suena histérico pero se hunde en el asiento del auto.

—Oh, cállate, Donghae. Simplemente pensamos que mereces algo de tiempo libre después de que Sungmin mencionara que lucías realmente estresado con la visita de Minah a tu café —dice Kyuhyun mientras enciende el motor, conduciendo hacia la carretera.

—¿Pero por qué hoy? Es miércoles y hay mucha gente—

—Donghae, deja de preocuparte —dice Sungmin suavemente, encontrando sus ojos en el espejo retrovisor.

Donghae bufa y mira por la ventana.

—Pero, ¿por qué hoy? —Donghae aún insiste en preguntar, y Kyuhyun sonríe.

—Porque Siwon logró encontrar algo de tiempo libre para que los 4 jugáramos hoy.

Donghae se encoge de hombros y estira sus labios, perdiéndose de la mirada divertida de Sungmin en el espejo.

—Bien. Pero si sucede algo en el café porque no estaba allí, ustedes tres serán los responsables, ¿me escuchan? —advierte Donghae, mirando ferozmente las partes traseras de sus cabezas.

Sungmin ríe y pregunta:

—Oh, Kyu, ¿qué vamos a hacer?

Kyuhyun ríe entre dientes, concentrándose en conducir.

—En efecto, qué haremos. Nuestro bebé Hae entra en pánico por su café.

Sungmin gira para sonreírle tranquilizadoramente a Donghae.

—No te preocupes. Tiffany sabe exactamente qué hacer. Además, no es como si nunca antes te arrastraran repentinamente fuera del trabajo. Ella está preparada para cerrar el café, no te preocupes.

—No lo sé... Chicos ustedes están actuando realmente sospechoso.

Los dos hombres al frente ríen y preguntan juntos:

—¿Qué podría ser lo que planeamos?

Y eso asusta aún más a Donghae.

•••

Algunas veces me recuerdas a un erizo —Donghae recuerda que Hyukjae le dijo una vez, mientras sale del vestidor, vestido con una remera cómoda y unos shorts deportivos, con una raqueta en sus manos—. Actúas todo duro y filoso por fuera, pero como un erizo, debajo eres algo más que una fachada que asusta.

Inhalando profundamente, Donghae se dirige a la cancha de tenis para alcanzar a Sungmin que ha salido primero para encontrar a su amigo. Deja caer su bolso en una de las sillas y observa a Sungmin conversando con Siwon. Kyuhyun ríe y se deja caer en la silla junto a Donghae, y este levanta su mirada hacia él.

—Está feliz.

Donghae ríe por lo bajo y mira a Kyuhyun, cruzándose de brazos.

—Suenas como si no lo hubieras hecho feliz cuando ustedes dos estaban juntos.

Kyuhyun ríe y sacude su cabeza.

—No, no lo hice feliz, pero al final ambos supimos que no éramos el uno para el otro. Dejarlo ir fue probablemente lo mejor que hice. Míranos, aún somos amigos cercanos que coquetean ocasionalmente, pero solo es diversión inofensiva.

Una Tormenta ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora