Cinco

1.4K 201 14
                                    

De todas las cosas, Donghae odia viajar con su primo. No entiende cómo es que Hangeng logra lidiar con toda la locura de Heechul y sus estúpidos balbuceos. Suspirando silenciosamente, opta mirar por la ventana, observando cómo Seúl pasa borrosamente frente a él. Juega descuidadamente con su teléfono entre sus manos, arrojándolo y atrapándolo por puro aburrimiento.

—Donghae, ¿algo te está molestando? —pregunta Hangeng desde el asiento del conductor, mirando al hombre rubio por el espejo retrovisor del auto.

Donghae levanta su mirada y luce un poco sorprendido, pero sacude su cabeza y sonríe.

—Solo distraigo mi mente.

—No tienes que estar tan nervioso. Lamento si tu primo te arrastro a salir —dice Hangeng disculpándose, ganándose un lloriqueo de Heechul.

—¡No lo hagas! ¡Donghae necesita salir más seguido de su casa y encarar la vida nocturna! Solo tiene veinticuatro, Geng. ¡Aún es muy joven!

Donghae rueda sus ojos y posa su mejilla sobre su mano mientras mira por la ventana, sintiéndose un poco exhausto. Sus palmas comienzan a ponerse pegajosas y su estómago se revuelve por alguna razón. Simplemente lo considera como nervios porque verá a Minah por primera vez, cara a cara.

Suspirando suavemente, Donghae lleva la misma mano hacia su cabeza y masajea su frente, sabiendo que tendrá un dolor de cabeza por la persistente plática de Heechul.

•••

Donghae mira fijamente el edificio que se impone alto y orgulloso frente a él, y pasa una mano por su cabello, ganándose un ceño fruncido de Heechul.

—Arreglé tu cabello y ahora lo arruinaste de nuevo. Tenía que ser mi estúpido primo —se queja Heechul, quitando la mano de Donghae de un golpe para acomodarlo. Un chillido llega desde alguna parte desde un costado y los tres giran sus cabezas hacia esa dirección, no están muy sorprendidos de ver a cuatro estudiantes paradas allí, con sus teléfonos en sus manos, listas para tomar fotografías.

—¡Es ese Lee Donghae, sin olvidarnos de Kim Heechul, el que ha estado a cargo de muchos idols! —dice una de ellas emocionadamente. Hangeng ríe y avanza, dejándolos atrás.

—¿E-Ese es Hangeng?

—¡Lo es! Él es quien más logra interactuar con los idols, ¿no? Siempre escribe artículos sobre ellos para las revistas.

Donghae parpadea ante el repentino cambio y alcanza rápidamente al novio de su primo, tirando de su manga. Hangeng gira un poco su cabeza, sorprendido, y ve a Donghae de pie con un pequeño puchero sobre sus labios.

—¿Sí, Hae?

Donghae estira un poco sus labios, considerando la idea antes de decir:

—¿Podemos dejarlas tomar una fotografía? Para publicidad.

Heechul se carcajea por lo tímido que es Donghae y toma el hombro de su primo, tirando de los dos para permitir que las muchachas tomen una foto.

—Eres listo, Donghae. Admito eso —dice Heechul antes de despedirse de las estudiantes que se alejan entre risas.

Donghae sonríe un poco y dice:

—¿Y qué te dio la impresión de que soy lento?

Hangeng ríe y permite que el acomodador los guíe dentro del hotel. The Shilla. Donghae parpadea lentamente por la hermosura del interior del hotel.

—Es el cumpleaños de la hija de uno de los directores fundadores de la SBS. Le hace una gran fiesta por su cumpleaños número veintitrés. Todos los invitados tienen una habitación reservada en el hotel en caso de que estén demasiado ebrios para regresar a casa. Y todo es pagado por el padre. Demonios, esta gente rica.

Una Tormenta ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora