Una Tormenta Implacable

Once

—Estás mintiéndole —afirma Kyuhyun mientras se deja caer a su lado en el sofá, entregándole un vaso de vodka. Hyukjae lo toma y suspira, poniendo su teléfono sobre la mesa.

—Solo no quiero que se preocupe —murmura Hyukjae antes de llevar el vaso hacia sus labios y vaciarlo por completo de una sola vez.

—Pero mentirle no mejorará nada. No le has dicho nada en dos días y repentinamente le dices que estás bien. Demonios, si le dijera eso a Tiffany, estaría a golpes contra mi puerta en cualquier momento —Kyuhyun ríe secamente, tomándose su tiempo para su vino.

—No lo sé, Kyuhyun. No sé cómo decirle que es duro pasar por lo que sea que mi madre quiere. Me pone un psicólogo, pensando que estoy enfermo, y luego me dice que quiere adelantar el compromiso para la próxima semana —Hyukjae frunce su ceño, dejando el vaso en la mesa.

—Sabes, pensé que tu plan para desheredar a tu madre era brillante. Es decir, sé que aceptaste lo del compromiso, y Donghae dijo nada sobre pasar por ello, ¿cierto? —pregunta Kyuhyun, ladeando su cabeza a un costado.

—Donghae pareció entender que sin importar lo que intente hacer, el compromiso seguirá adelante —Hyukjae suspira, inclinando toda su figura hacia delante.

—¿Por qué es tan difícil para ti ser feliz? —masculla Kyuhyun, un entrecejo fruncido se forma en sus rasgos.

—No lo sé, pero a mi psicólogo sí que le recomendé conversar con mi madre porque claramente la que está perturbada mentalmente es ella, y no yo —Hyukjae ríe entre dientes, reclinándose contra el sofá. Su teléfono vibra, indicando un nuevo mensaje de texto y sonríe, leyendo el mensaje.

—Parece que no puedo entender por qué tu madre no puede ver que Donghae te hace feliz —dice Kyuhyun, frustrado y pasando una mano por su cabello.

Hyukjae sonríe, tecleando una respuesta para Donghae.

—Aunque está bien.

Kyuhyun levanta una ceja, mirando a su mejor amigo con sospecha.

—¿Qué dijo tu padre sobre esto?

Hyukjae se encoge de hombros, soltando un suspiro.

—Dudo que lo sepa. Ha estado ocupado últimamente.

—¿Verás pronto a Donghae?

—No, por ahora no. No si sigo así.

Kyuhyun pone mala cara y golpea a Hyukjae en la cabeza.

—¿Por qué vas a ignorarlo? Va a estar jodidamente preocupado y no tienes intención de decirle sobre tu compromiso, ¿no?

—No es eso, Kyuhyun—

—¿Es eso? Para mí, parece que eres un cobarde y que vas a huir de todo —Kyuhyun frunce su ceño molesto, sus ojos se entrecierran oscuramente—. Donghae es como un hermano menor para el resto de los demás y como un hermano mayor para mí, Hyukjae. No puedes simplemente decir cosas así. Él te ama y está dispuesto a hacer lo que sea por ti, pero tú solo te escondes.

—Kyuhyun... —masculla Hyukjae, sintiéndose confundido y herido.

—Estás sufriendo, Hyukjae. Donghae necesita saberlo. Debe saberlo. Es tu amante, tu novio, lo que sea. Es su obligación saberlo incluso si también termina lastimándolo.

Su teléfono vibra de nuevo y Kyuhyun suspira, palmeando su hombro.

Sintiendo que la culpa crece dentro de su pecho, Hyukjae inmediatamente escribe una respuesta, pidiendo una cita a Donghae para salir a cenar esa noche.