Mariposa.

Capítulo 8.

Min Ho se había tomado varios días antes de decidirse por hablar con Taemin, porque simplemente no sabía cómo hacerlo, no podía sólo aparecer en su habitación y decirle "quiero saber si tu hijo es mío", tenía que tener un poco más de tacto para hablar con el chico, incluso pensó en que el rubio no le hubiera querido hablar del bebé, es decir, no lo buscó si era suyo, y ahora él se había enterado de esa posibilidad sólo porque lo encontró en el hospital.

Intentó mantenerse lo más alejado de Taemin mientras buscaba la manera en cómo iba a hablar con él, aunque no pudo hacer lo mismo con el bebé, porque entre los expedientes médicos le buscó, encontrando en el recuadro para los nombres de los padres del bebé, sólo el de Taemin, de quién se enteró que su apellido era Lee, y ahora su hijo llevaba sólo su apellido, su nombre era Lee Han Bin, y era un niño.

Pasaron casi cuatro días antes de que decidiera ir a buscar al chico en el siguiente piso, preguntó por él a una de las enfermeras, viendo como ésta buscaba en el registro de pacientes, y sus ojos se deslizaron rápidamente por la ficha médica incluso antes que los de la enfermera, buscando el número de habitación en el que estaba.

—El señor Lee estaba en la sala general de maternidad —dijo ella volviendo a colocar la carpeta en su lugar —pero ésta tarde fue dado de alta.

»¿Hay algún problema con el bebé?, Dios, creo que si algo le pasa al bebé va a ser muy duro para él, se veía cómo quería a su hijo...

No necesitó que la mujer siguiera hablando para darse cuenta de lo que empezaba a suponer, y lo comprendía, más si iba a buscar al rubio fuera del horario de visitas.

—No, el bebé está bien, sólo necesitaba hablar con él.

—Qué bueno que el bebé esté bien.

—Buenas noches —dijo él.

Se giró y comenzó a caminar hacia el ascensor, al parecer se había tomado más tiempo del que debía, pero fue lo que él necesitó para saber cómo abordar el tema con el chico, quien seguía siendo un desconocido prácticamente para él, y ahora lo único que le quedaba era verlo dentro de los horarios de visita, y al parecer al siguiente día no sería así, porque su turno terminaba a las siete de la mañana, y lo único que le quedaba era esperar para volver a coincidir durante su turno, o tal vez cuando el bebé pudiera ser sacado de las termo-cunas y Taemin pudiera alimentarlo por sí mismo, y en esos casos se les permitía a los padres ver a sus hijos en la mañana y tarde, él tenía esperanza que dentro de la próxima semana vería al chico otra vez.

***

Bajó la mirada al suelo cuando la de un médico se posó sobre él, sabía que no debería de quedarse en la sala de espera todos los días, eso le habían dicho los doctores y enfermeras que parecían ya reconocerlo, pero él no pudo evitarlo; su hijo estaba tres pisos arriba y no lo podía dejar solo aunque únicamente se le permitiera verlo unos pocos minutos durante el horario de visitas, aunque una enfermera le había dicho que si el bebé seguía respondiendo tan bien como hasta el momento, había la posibilidad que en una semana más ya pudiera alimentarlo él, y eso le daría más tiempo con su bebé porque podría verlo en la mañana y tarde.

Jugueteó con un hilo que colgaba de su camiseta e intentó no pensar demasiado las cosas, en cuál era su situación actual más allá de tener a su hijo en el hospital, porque cuando lo hacía la preocupación lo invadía todo el día, ya que no había un lugar al que pudiera ir, y no creía que el poco dinero que tenía le alcanzara para pagar un lugar, no cuando otros gastos lo esperaban, y él había pensado como una de sus prioridades comprarse hormonas, porque la poca leche que tenía comenzaba a secarse, y la única manera de volver a tener leche era tomando hormonas.