Capítulo 3.

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Sabía que de cierta manera él había huido del doctor, cuando por su cabeza pasó que al ser conocidos pudo pedirle que le dejara quedarse un momento más viendo a su bebé, o tal vez pedirle que le permitiera entrar para poder estar con su hijo, porque según las enfermeras y médicos que lo atendían, lo haría en cuanto pudiera caminar por sí solo, porque necesitaba trasladarse de piso para ver al bebé y por esa razón, a pesar de que la herida en bajo vientre él había estado de pie a la mañana del día anterior, y no iba a mentir, su esfuerzo dolió, pero todo lo hacía por su bebé.

Su corazón se había acelerado en el momento que fue llevado para ver a su hijo el día anterior durante las horas de visita, y no había sido mucho tiempo en el que compartió con él, y aunque le dolía verlo en la termo-cuna siento tan pequeño, prefería eso y la esperanza de que su bebé viviría, en lugar de saber que todo su esfuerzo por llegar al hospital fue en vano, y que su bebé murió en su vientre, sólo esperaba que fuera lo suficiente fuerte para poder salir de ahí.

Esa mañana esperó también ser llevado para ver a su bebé, pero una enfermera le había dicho que lo haría a la hora de visitas, y él no pudo esperar para ver a su hijo, por eso había bajado hasta el área de neonatología para verlo, pero en ese momento no estaba seguro de si fue bueno o no, porque lo que menos había esperado era encontrarse con el doctor Choi, ¿por qué de todos los hospitales y clínicas tenía que trabajar en ese?, porque él lo había reconocido casi de inmediato, y más cuando vio su nombre en la bata; aunque acababa de enterarse de su apellido.

Los recuerdos del poco tiempo que estuvieron juntos lo abrumaron, y sintió que por su propio bien lo mejor era alejarse del doctor, pero no había podido evitar preguntarle por su hijo, pensando que tal vez Min Ho no iba a mentirle, sin embargo, ahora, dudaba de que fue lo correcto, quizás pudo haber pasado por un paciente curioso era lo mejor, pero no hablar de su bebé en frente de él.

Taemin sabía que lo que vivieron juntos tiempo atrás sólo fue atracción, un buen momento en el que los dos sabían que no era más que una aventura "de una noche", aunque para ellos fueron días, y fue agradable todo eso, el que Min Ho no lo echara cuando pudo hacerlo porque él sólo había asumido que podía quedarse en su apartamento y el doctor fue amable, pero al final, él tuvo que irse sin siquiera despedirse, y tampoco parecía tan necesario hacerlo, no era como que estuvieran teniendo una relación.

En ese momento hubiera querido no ser bueno en recordar rostros, así lo único que hubiera hecho era disculparse y volver a su habitación, pero no fue así, y lo único que deseaba era poder abrazarse a sus rodillas y decir que todo estaría bien, cuando él mismo no lo creía, no cuando más preguntas y respuestas llegaban a su mente.

—¿Estás bien? —escuchó una voz suave preguntar a su lado.

Él quiso sonreír y decir que lo estaba, pero no era así, y la preocupación en la persona de la cama de al lado se reflejaba en su rostro, ¿tan mal se veía?, porque el chico era un completo desconocido, y eso le recordó que la cortina que les daba privacidad no fue corrida de regreso a su lugar luego de que él volviera.

—Sí —miró al pequeño al lado del joven —¿puedo... puedo cargar a tu bebé?

La mirada del joven fue comprensiva y una pequeña sonrisa apareció en sus labios, dejándole saber de esa manera que él entendía por lo que estaba pasando, aunque Taemin no lo creía así, después de todo, él tenía a su bebé a su lado, incluso su pareja lo estaba apoyando en eso, no era como él que no tenía a nadie más que a sí mismo y ahora a su bebé en una termo-cuna.

—Sí —le sonrió.

Taemin agradeció no haberse subido otra vez a la cama, porque su herida dolía demasiado al momento de levantarse, incluso sus piernas se sentían débiles por el dolor, y no creía que nadie más en esa habitación pudiera ayudarlo si algo sucedía, ya que todos tenían sus propios bebés por los que preocuparse, o las cortinas que los separaban eran suficientes para que nadie tomara interés en él.

Se inclinó sobre la cama de su compañero de habitación, y tomó al bebé con cuidado de no dejar su cabeza suelta, y parecía que éste sintió que quien lo tomaba no era su papá, porque se removió y quejó, queriendo llorar, y que hizo que por un momento pensara en regresarlo a la cama.

—Min Ki es un llorón —dijo con cierta diversión el chico en la cama —no creo que me vaya a dejar dormir cuando volvamos a casa.

Y a Taemin no le importaría si su bebé no le dejaba dormir, pero prefería tenerlo en sus brazos, y saber que su vida no corría peligro, que tener que verlo en la termo-cuna, porque había nacido prematuro, ¡Dios, esperaba que su bebé fuera fuerte para salir de eso!

—¿Cómo está tu bebé? —Taemin lo miró asombrado —sé que saliste para verlo —el chico le sonrió —creo que, si Min Ki estuviera en su lugar, yo también me escabulliría hasta ahí para verlo.

Taemin se encogió de hombros, como si quisiera restarle un poco la importancia a eso, cuando en realidad quería dejar salir todas sus preocupaciones y miedos, pero el chico era un desconocido, ni siquiera sabía su nombre.

—No lo sé.

—Oh...

El joven bajó la mirada como si sintiera culpable por preguntar, y en ese momento Taemin prefirió centrarse en el bebé en sus brazos, quien era pequeño, pero al mismo tiempo más grande que su bebé, y creía que todos los bebés que había escuchado llorar en esa habitación lo eran, porque su hijo se veía tan pequeño y frágil, que hasta tuvo miedo en acariciarlo el día anterior, lo menos que quería, era lastimarlo.

No hablaron mucho, sólo un poco más hasta que Taemin devolvió al bebé, perdiendo la calidez que éste le brindaba, y luego cerró la cortina para tener privacidad, una que creía que necesitaba y lo máximo que podía conseguir era eso, porque al compartir la habitación con cinco personas más era casi imposible tenerlo, más cuando podía escuchar conversaciones entre los demás chicos que tal vez se conocían o se hicieron amigos en ese lugar, no lo sabía y tampoco le preocupaba eso, él tenía sus propios asuntos que resolver.

Cuando volvió a subir a la cama se sintió como un gran esfuerzo, y en ese momento se preguntó si volver a abrir la cortina era una opción, porque mientras hablaba y sostenía al bebé de su compañero, las preocupaciones dejaron de fluir, pero ahora que estaba otra vez solo, lo habían atacado, y él no quería pensar en nada, porque tener a su hijo y a Min Ho en un mismo pensamiento no era agradable, no cuando la idea del doctor siendo padre de su hijo pasó por su cabeza, y eso no había sucedido antes, porque su bebé no podía ser de Choi Min Ho, aunque sabía que por fechas, era una opción, sin embargo él tenía una pareja, su hijo era de su pareja, sí, él estaba seguro de eso, ¿y si no era así?

Quiso gritar con aquel pensamiento, pero todo lo que pudo hacer fue llorar en silencio, porque él tenía claro que lo sucedido con Min Ho sólo fue una aventura, un bebé no estaba en sus planes, él sólo estuvo enojado en aquel momento, pero sabía que sus acciones de meses atrás pudieron haber cambiado todo lo que pensó durante ese tiempo, su bebé podía tener un padre diferente del que él creía.

Mariposa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora