Mariposa.

Capítulo 19.

Ki Bum se había ofrecido a cuidar de Han Bin para que él pudiera ir a trabajar, y su amigo no sabía cuan agradecido estaba por eso, porque en lo que menos podía pensar era en conseguir una niñera para el bebé, y si fue al hospital era porque no tenía opción, pero no podía dejar de preocuparse en lo que pudo haberle sucedido a Taemin, y esperaba que oficialmente esa tarde comenzaran con su búsqueda, ya que el tiempo requerido se habría cumplido.

Realmente intentó concentrarse en el trabajo, pero no podía evitar que sus pensamientos viajaran lejos, desde lo que pudo haberle sucedido a Taemin, hasta cómo estaría Han Bin con su amigo, por lo que lo había llamado varias veces, y a pesar de las palabras de Ki Bum diciendo que el bebé estaba bien, él no pudo quedarse tranquilo, no cuando lo había escuchado llorar en una de sus llamadas, pero no debería de sorprenderle, ya que éste lo hacía con más frecuencia desde que el rubio desapareció.

Por eso, después de salir del hospital pasó por el apartamento de su amigo, quien intentó convencerlo de quedarse algunas horas ahí, y sabía lo que intentaba hacer, que dejara de pensar en todo lo que estaba sucediendo con el rubio, pero no pudo hacerlo, no quiso quedarse, le parecía que lo mejor era volver a su apartamento por si había alguna noticia de Taemin.

Han Bin había estado llorando cuando él llegó al apartamento de su amigo, y se había quedado dormido casi de inmediato en el momento que él lo tomó en brazos, y Min Ho imaginó que era porque estaba más acostumbrado a él que a Ki Bum, aunque el bebé parecía extrañar a Taemin, y el corazón del doctor se apretaba al imaginar todo lo que Han Bin debía de estar sufriendo.

Besó la frente del bebé cuando lo dejó en la cuna, diciéndose que debía de relajarse un poco, dejar de pensar tanto las cosas pero no podía, seguía preocupado y estaba dispuesto a volver a la habitación con Han Bin para ir a la estación de policía cuando escuchó como era colocada la clave del apartamento, y él se quedó ahí, en mitad de la sala de estar cuando una figura más pequeña que él apareció por ésta, y no estaba seguro que lo vio sino hasta que la puerta se cerró.

—Taemin —murmuró.

Sus ojos se encontraron con los cafés-dorado del otro hombre, y no esperó verlo correr en su dirección, ni el impacto de su cuerpo contra el suyo que casi le hiciera perder el equilibrio, sintiendo como los brazos del rubio se envolvían a su alrededor, y lo escuchó sollozar, tomándole un momento poder reaccionar, y correspondió a aquel apretado abrazo que hizo que las lágrimas se deslizaran de sus ojos sin poder contenerlas por todas las emociones que estaba sintiendo en ese momento, porque Taemin había regresado.

—Taemin —susurró soltándolo.

Min Ho tomó el rostro de Taemin entre sus manos, viendo como éste tenía su mejilla izquierda con un gran moretón, y su labio tenía un corte, además de sus ojos rojos e hinchados que dejaban claro que había estado llorando incluso antes de llegar al apartamento, y que sólo hizo que volviera a preocuparse, porque a pesar de que el rubio estaba de regreso, no lucía nada bien.

—¿Qué te pasó? ¿Por qué desapareciste?

Sus dedos rozaron suavemente el moretón en la mejilla de Taemin, quien hizo una mueca de dolor y Min Ho apartó su mano porque lo que menos quería era lastimarlo, pero quería asegurarse que ese era el mayor daño que el rubio había sufrido.

—¿Cómo está mi bebé? —preguntó el rubio evadiendo las preguntas —¿está bien?

—Sí, Han Bin está bien —Min Ho dio un paso hacia atrás, pasando una mano por su cabello —por favor, dime qué pasó.

Porque empezaba a prestarle más atención que antes, y había notado como Taemin llevaba la misma ropa de dos días atrás, la cual lucía sucia y un poco desgarrada en partes, que sólo le hacían preocuparse más, ¿qué había pasado con el rubio? ¿por qué desapareció y ahora aparecía así?