Capítulo 13.

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Nunca pensó que le permitirían tener tanto tiempo a su hijo en brazos, y temía que en cualquier momento una enfermera se acercara y se lo arrebatara para llevarlo a la termo-cuna, aunque por todos aquellos papeles que había firmado, no sería así, porque su bebé después de casi dos meses en el hospital, al fin podía ir a casa.

Algunas enfermeras habían dicho que lo extrañarían, era su manera de despedirse de él, e incluso le pidieron que no se enfermara, ante lo que Han Bin sólo las miró como si quisiera descifrar lo que le estaban diciendo, o el lugar nuevo en el que estaba, porque miraba curioso el pasillo por donde era llevado, así como por unos minutos su mano se había aferrado a la camiseta que su papá estaba usando.

—Han Bin, tienes que ser un niño bueno, tu papá ha estado preocupado por ti todo éste tiempo, por lo que no debes hacer que se preocupe más —dijo una enfermera tomando la mano del niño.

El ceño del bebé se frunció y comenzó a quejarse hasta que la enfermera soltó su mano, como si fuese esa manera de protestar a lo que pareció ser un consejo-regaño, y que hizo sonreír a Taemin, porque al parecer a su hijo no le gustaba que lo regañaran o fue un poco consentido mientras estuvo en la termo-cuna, aunque nadie le quitaba la felicidad de poder llevarlo con él, de que al fin estuviera fuera de peligro.

—Deberías terminar de firmar el alta.

Antes de que se diera cuenta, un par de manos grandes estaban tomando al bebé, y acunándolo contra un amplio pecho, mientras que una carpeta junto a un bolígrafo le fue empujado para que él firmara, seguido de que las risas de las enfermeras que estaban cerca, pero que a ninguna le sorprendió la cercanía que se mostró entre él y el doctor, porque todas sabían que existía una relación entre ellos que iba más allá de ser médico y familiar de un paciente, aunque nadie sabía exactamente cuál era ésta.

Taemin firmó el último papel del alta y entregó la carpeta a una enfermera para que comprobara que todo estaba en orden, mientras que de soslayo podía ver al doctor Choi hacer algunos gestos con sus manos que parecían gustarle a su hijo, porque éste había balbuceado algunas veces antes de que él se acercara para tomarlo de regreso.

—¿Necesitas que te acompañe para que tomes un taxi?

Su mirada se dirigió a una de las enfermeras que parecía querer susurrarle algo a su compañera, y la causa era la pregunta del médico, lo que por un momento le había hecho pensar que no sería extraño si ellas creían cosas que no eran verdad, como que ellos estaban juntos como pareja y no sólo como conocidos, o tal vez hasta amigos, porque Taemin empezaba a considerarlo de esa manera después de toda la ayuda recibida por parte del doctor.

—No es necesario —tomó otra vez a su hijo de regreso a sus brazos —estaremos bien.

—Ten cuidado al ir a casa.

Asintió, absteniéndose de decirle que se oía un poco dramático, porque hacía que eso sonara como despedida cuando no iría muy lejos, porque él seguía quedándose en el apartamento de Min Ho, lo que significaba que en unas horas más se volverían a ver, y tal vez hasta dormirían juntos como lo habían estado haciendo desde que los resultados de ADN fueron entregados, porque Choi no se enojó de que hubieran amanecido juntos, y volver al sofá dejó de ser una opción.

En un principio Taemin fingió que iría a dormir en el sofá, pero cuando creía que Min Ho estaba dormido, caminaba hasta la habitación, en ocasiones encontrándolo dormido y en otras, sólo le sonreía como si hubiera sido descubierto haciendo una travesura y se metía a la cama murmurando "el sofá es muy duro" o "hace demasiado frío en el sofá", sin escuchar una queja por parte del doctor, sino un "buenas noches" mientras le daba más espacio.

Mariposa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora