∽◇∽
Lauren
Mis manos pasan con irritación por mi rostro. Me siento cada día más abrumada, frustrada, sin ganas de dormir o comer, ya que Carla no despierta, siento que el mundo se me viene abajo y eso empieza asustarme. Por más que Eduardo diga que el problema con la anemia ha sido controlada, su falta de oxígeno, es otro problema, porque su cerebro se vio afectado, y porque no se puede concretar si tenía algún daño hasta que ella despierte.
Ha pasado una semana, y Carla no da señales de querer volver.
Suspiro, el cansancio cada día se acumula en mi cuerpo. Necesito a Carla devuelta, la necesito más que nunca porque sin ella siento que moriré de tristeza. Las lágrimas ya no brotan de mis ojos, he llorado tanto que siento mi cuerpo deshidratado, ya no hay lágrimas que derramar. Ya no tengo ánimos de trabajar, la esperanza la pierdo poco a poco.
Estoy tan destrozada internamente que simplemente ya no puedo más, no sin Carla.
—Lauren. —Levanto la vista, encontrando a Sofía. En su mano, trae una bolsa. —Tienes que comer.
Pero yo niego, la comida no pasa mi garganta. Me siento demasiado triste para querer comer.
—Lauren, a Carla no le gustaría verte así...
—Carla no despierta. —La interrumpo. —Qué más da. —Estoy realmente cansada, que es un mar de dolor y angustia.
—Porque no te acuestas en el sillón y duendes un poco, ¿eh? —Niego, no puedo dormir, no sin Carla. —Vamos, yo me siento aquí.
Sofía hace que me levante, ayudándome a llegar al sillón porque mis pies tiemblan sin fuerza. Me acuesto en el sillón, observo la cama donde se encuentra Carla.
—Vamos, descansa. —Sofía acaricia mi mejilla, y besa mi frente y cierro mis ojos sin poder discutir más.
—¿Lauren?
Me giro antes de entrar al baño. Carla se sienta en el centro de la cama mientras cruza sus pies, observándome detenidamente mientras se muerde el labio inferior.
—¿Qué pasa? —Frunzo el ceño, viendo la sonrisa deslizarse en sus labios.
Eleva una ceja.
—Eres guapa. —Me mira desde la distancia. —No dejes que esto te afecte.
—¿Qué?
—Estoy contigo. —Sonríe. —Siempre estoy contigo, mi amor.
Me acerco a la cama, y me inclino abrazando su cintura. Sus ojos marrones me estudian. Una pisca de ternura la rodea.
—Carla… —Niego colocándome a su altura para tomar sus labios entre los míos, y besarla con ganas, mordiendo su labio inferior un par de veces, escuchándola soltar quejidos, lo bastante excitante.
—Te amo, Lauren Williams. —Susurra sobre mis labios haciéndome sonreír.
Suspiro mientas mi mano se posa sobre mis ojos. Aquello solo es un sueño que me afecta aún más. De alguna forma quiero escucharla decir que me ama, que quiere estar conmigo, que me diga que le encantan mis ojos o mi sonrisa. Necesito tanto escuchar su voz.
—No puedo. —Susurro mientras niego con la cabeza.
—¿Qué no puedes? —Sofía me ayuda a sentarme con cuidado porque el mareo me deja descolocada.
—Carla. —Sollozo, sin intención de querer parar. —La necesito, Sofía. Necesito que Carla despiste, ya... ya no puedo, no sin ella.
Sus lágrimas se acumulan en sus ojos. Me siento tan mal, tan impotente, que duele, duele como mil agujas atravesándome el pecho, y no quiero imaginar por lo que esta pasando Sofía.
