Primer paso cuando te asaltan: mostrar sumisión. Nunca te le pongas rebelde al ladrón porque lo que hará es hacerte daño o podría matarte.
—Tranquilo, si quieres dinero eso te daremos, no hay que ponernos brutos. —dijo Max levantando sus manos en señal de paz.
El maleante cuando vió que me le iba acercando, se espantó un poco.
—Quédate ahí, no te acerques. —dijo amenazador.
2do paso: Obedecer.
—Okey okey, no nos acercaremos —dije tratando de sonar sumisa, para que el ladrón piense que estamos asustados. Aunque deberíamos, tiene un arma.
—El bolso, dame todo lo que tienes. —me dijo. La verdad es que no quiero darle mis cosas y que salga huyendo. Aunque tengo dinero en mi casa, no puedo dárselo así sólo porque me lo pide.
«No te lo pide, te lo está quitando»
Tomo mi monedero y lentamente me voy acercando a dárselo. Cuando el delincuente va a tomar el bolso, rápidamente le doy una patada en la mano dónde tenía el arma, lo que hace que la susodicha salga disparada lejos de su alcance.
Max sujetó con fuerza al ladrón, ahora sin su arma, está indefenso.
—Les recomiendo que me suelten o si no, se van a arrepentir.
—Creo que no estás en condiciones de amenazar. —le dijo Max.
Amarramos a un árbol al muchacho con un trozo de soga que encontramos en el mismo callejón.
—¿Qué hacemos con él? —dijo Max en voz baja, para que el malandro no escuchara.
—Entreguémoslo a la policía. —dije.
—O mejor... Le damos una lección para que no le vuelva a robar a más nadie.
—¿Una lección? ¿A qué te refieres? —dije abriendo los ojos como platos.
—Un "cariñito" —dijo.
What the fuck?
—¿Quieres que le demos una paliza? —dije poniendo los ojos en blanco.
—Claro, ¿Por qué no? ¡Quería asaltarnos!
Ay mi madre... No puede estar hablando en serio. Obvio no voy aceptar, eso no es mi estilo.
—Llamemos a la policía. No voy a golpearlo, no es mi estilo. —dije seria. Ahora quien puso los ojos en blanco fue Max.
—¿No puedes un día romper las reglas y ya? —no me está gustando el rumbo de esta conversación. Tenemos suerte de que el atracador es un novato, porque si no, o no tuviera mi bolsa o tuviera una puñalada quién sabe dónde.
No objeté más. Saqué mi teléfono y marqué el 911.
Luego de unos minutos habían dos patrullas en el lugar. Una de ellas, estaba merodeando la zona, para saber si habían más asaltantes, o si andaba sólo. Mientras un oficial nos interrogaba, otros tenían al ladrón quién no dejaba de amenazarnos, lanzarnos miradas de odio y vociferar frases obscenas.
—¿Cómo ocurrieron los hechos? —preguntó el oficial que nos estaba interrogando.
Le explicamos con lujo de detalles todo, desde que nos quería asaltar, hasta que le quité el arma y todo eso.
El policía alzó ambas cejas, incrédulo cuando Max mencionó que yo le pateé el arma.
No se deje engañar... Estoy entrenada comando.
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Aprendiendo A Amar ©
Teen FictionSelene, es una chica antipática y hostil, envuelta en un montón de mentiras que la llevaron a desconfiar de la gente y ser algo grosera. Lo que sabe con certeza es que no debe confiar en nadie, si quiere estar en paz y no sufrir, no darle su confian...