Aprendiendo A Amar ©

"Capítulo 10"

SELENE

Sábado, nuevamente.

Gracias a Dios, Aurora hizo bien el favor, porque no llamaron a mi casa, para preguntar, ella dijo que estaba enferma de un dolor de cabeza, nada grave, pero que no asistiría, y como soy una excelente estudiante, no indagaron mucho en el tema. Por mi parte, le conté todo lo que pasó a ella y a las otras, llevé la licencia de Max a la dirección del centro, para que no le pusieran falta en estos 15 días, todo eso lo hice el martes.

Estoy en la escuela, en el receso, ajena a todo lo que están hablando las chicas, pues, Max aún está delicado, por así decirlo. No quiero dejarlo sólo, pero no me queda de otra.

—Miren, ahí vienen los chicos. —dijo Vithany sacándome de mis pensamientos, pero como poco me interesa, sigo perdida en mi imaginación.

—¡Hey! —saludó Michael y los demás hacen gestos con las manos.

—Hola. —respondió Aurora. Las demás hicieron un ademán de saludo.

—¿Cómo sigue Max? —preguntó Vithany, a Nick, aparentemente, porque a mi no fue.

—Selene es la que lo cuida, ella te podría decir mejor que yo. —dijo Nick.

—Max está mejor. —dije tajante.

—Parece su novia. —dijo Michael con desagrado.

—No empieces Michael. —le dije. En serio éste tipo es un imbécil, no sé cómo demonios a una chica como Vithany le puede gustar un patán con Michael.

«Yo tampoco entiendo.»

Me paré de la mesa en dónde estaban todos y me fui para el patio a pasar la otra parte que falta del recreo. Estaba un poco pensativa, Max me intentó besar y lo rechacé. Lo hice porque no estaba segura si sería bueno besarlo... ¡Caray, lo amigos no se besan en la boca!

«Claro que si, los "amigos con derecho" esos hasta sexo tienen.»

No quería saber eso... —como iba tan sumergida en mis pensamientos, que sin querer, le tumbé, algo de la mano a un chico.

—Disculpa —digo mientras recojo lo que le tumbé.

—No hay problema Selene —dijo el muchacho.

What the fuck? Sabe mi nombre.

—¿Te conozco? —dije confundida.

—Tú a mi no, pero se podría decir que soy tu fan. —dijo guiñándome un ojo. Yo lo miré totalmente extrañada, ¡qué chico tan raro! pensé, pero luego sonreí por la situación —¡Ah! ¡Qué tonto soy! Me presento... Soy Dylan, un gusto.

—Hola, ya sabes mi nombre, y pues es un gusto para mi también, oye... Disculpa el atrevimiento, pero... ¿Eres nuevo? Osea nunca te había visto —dije rascando mi cabeza mientras caminábamos lentamente por el patio.

—No, no lo soy, lo que pasa es que me gusta pasar desapercibido.

—Oh bueno, comprendo... es que como no te había visto, y tampoco camino mucho.

—Si... —dijo caminando junto a mi. Nos sentamos en un banco del patio. —Pero igual, sólo hace un mes y par de dias que iniciaron las clases, no es tan trágico que no me hayas visto.

—Bueno si, eso sí. —sonreí. Qué agradable sujeto.

—Por cierto, lindo cabello, te pareces a la sirenita. —dijo y yo me reí.