Diario de rosa

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Mi llegada...
Después de perder el miedo al portal que mi  hijo alex abría cada vez que lloraba, y por fin atravesarlo, descubrí el origen del padre de Alex y era el famoso "nunca jamas", cuando conocí a su padre recuerdo que lo mencionaba, pero siempre creí que era un juego o algún chiste para no decirme el verdadero lugar de donde el era,me costo trabajado darme cuenta que estaba pisando esa tierra pues es difícil reconocer que existe un lugar tan bello y diferente,hubo momentos que pensaba que había muerto o que estaba drogada y así pensé unos días hasta que por fin lo creí,  abrazando a mi bebé y arrullandolo camine y camine hasta que encontré un castillo pequeño muy elegante y empezaron a salir miles de pequeñitas luces, que hacían el sonido de hojas cayendo al suelo,supe que eran hadas cuando todas tomaron a mi bebé y danzaban a nuestro alrededor, le daban la bienvenida al hijo de liandro.

apesar de que era algo muy hermoso, debíamos regresar a casa, yo fui criada todo el tiempo en la ciudad, quedarnos aquí estaría poniendo en riesgo la vida de mi bebe y la mía, entre en pánico por que no tenia ni idea de como hacer que alex llorara, parecía que el sabia que estábamos en su casá, el reía con las hadas y todo el tiempo estaba despierto, eso me ponia contenta. 

tome a mi bebe y segui caminando para ver si encontraba algo para alimentarnos a los dos y talvez el se anime a abrir un portal para regresar a casá.                                                                                    entre a la selva y me puse cara a cara con una cosa con una apariencia desagradable que imponían una ganas de correr pero algo me decía que no había en nunca jamas cosas malvadas, solo me quede quieta.

La criatura me enseño sus dientes como lo hacen los animales salvajes de mi mundo, abrace con fuerza a mi bebé, en sus garras tenia a una criatura un venado tal vez y le estaba mordiendo el cuello, la estaba comiendo cruda, comenze a tararear, para alex se quedara dormido y asi en cualquier momento retirarme lentamente de ese monstruo, pero me arriesgue y le estire mi mano para acariciarlo,sin dejar de tararear la canción de cuna y su actitud de atacarme se apaciguó tanto que,me lamió mi mano y puso su cabeza para acariciarlo, y en vez de ronronear haciendo un sonido que me daba el claro mensaje que estaba llorando, hasta su manera de llorar era horrible.

_¡estarás bien pequeño! solo eres una cosa mal comprendida

y con respeto me aleje como si estuviera saliendo de una jaula de leones, mi instinto humano me decía que en cuanto me diera la vuelta este me mataría con sus garras, pero no fue así y de nuevo tome mi camino, recordé que liandro alguna vez menciono que había una tribu de apaches tal vez ellos podrían alimentarme hasta que viera la forma de regresar. 

me preocupe cuando al ver una roca del mismo tamaño y de la misma forma de un rostro, me lleno de desesperación pues ya había caminado por horas y llegaba al mismo lugar, aquíen le pediría ayuda y como.

escuche unos pasos, me escondí de tras de la roca de prisa,mire alex y estaba dormido y aproveche para ponerlo en el suelo un momento y descansar un poco, cuando me asome, era la misma criatura, no sabia si acercarme o quedarme escondida.

preferí quedarme escondida y mirarlo, el giraba su cabeza asia los lado, de arriba a bajo, era un echo el me estaba siguiendo ¿pero para bien o para mal?, después de un rato prefirió irse, yo sin en cambio me quede sentada viendo lo alto que eran los arboles, ni siquiera podía voltear a ver el cielo, cerré los ojos un rato y escuche el sonido del agua corriendo.

_¡un rio! ¡es agua!_ levante al pequeño alex y me fui concentrando en el sonido que cada vez se hacia más y más fuerte, y la boca me pedía beber agua, también tenia que apresurarme para darle agua a alex. 

solo camine unos cuantos metros más con la fe de que la espera de encontrar el rió terminara,unos rayos de sol me decían que no faltaba mucho, y así fue como paso, tenia ante mis ojos el lugar que necesitaba agua fresca, y rezaba que hubiera peces, con eso se que sera un paraíso.   

ALEX PAN, EL FINAL DE LOS HAMBRIENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora