correremos otro día

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De nuevo todo llego a la normalidad mi madre se levanto temprano yo desperté tarde revise mi cuerpo para a asegurarme que nada me hubiera mordido por la noche, fui a mi cuarto para revisar si el había regresado a espiarme por la noche, pero... nada no había nada de diferente...no vino.

desayune despacio a mi tiempo, y derrepente mi madre bajo las escaleras corriendo a toda velocidad

_¡ya me voy! ¡dame mi beso! no entiendo como siempre se me hace tarde

de repente recuerdo la curación 

_ ¿te bañaste?_ pregunto mientras le doy un sorbo a mi jugo 

_ todos los días_ me dice mientras se mira en el espejo de pies a cabeza para verificar que todo se vea bien en ella

_y todo esta en la normalidad, ¿verdad?

_ si, todo esta en la normalidad,si te refieres a las migrañas todo esta bien, bueno ya ven a despedirte ya me tengo que ir querido.

me levante de la mesa, me limpie los labios con la servilleta y le di su beso un fuerte abrazo de despedida y la acompañe a la puerta, mire como se subió al auto y me fui a terminar mi desayuno, mientras pensaba sobre su curación, me alegraba que estaba bien mi madre pero por que el no me diría nada si vino a retirarle la curación. aun que me hacia feliz que todo este regresando a la normalidad y deseaba con toda mi alma que lo que allá pasado sea un sueño.

también recordé que hace días que no tenia ni una llamada de mi amigo ariel, el aun estando enfermo me había estado llamando,después pararon las llamadas y  me empece a preocupar,el  había dicho que estaba mejorando, lento pero que lo estaba haciendo,no quise esperar un día más para ver si volvía a marcar, lo moleste o no lo moleste decidí llamarle mas o menos como unas treinta veces ¿son pocas?, soy la persona más desesperada que se puedan encontrar en el mundo así que para mi fueron pocas, en ninguna llamada me respondieron...

fui a su casa, toque pero nadie me abría, podía escuchar los tacones de su madre, pero no me abría, me frustra que las personas no digan lo que les estalla por dentro, en este caso que su madre no me dijera que me largara,no me decía nada, me enfada que me ignoren y más que me dejen en la calle, la cual ya me provocaba miedo,hubiera sido fácil irme pero no soy de los que se rinden, así que toque como si se acabara el mundo ¿que esperaban? no podía fallarle a mi titulo del desesperado más grande del mundo, solo así fue como conseguí que me abriera, su madre solo me miro sin decirme palabra alguna, pero sabia leer las  expresiones y la de ella mostraba disgusto por mi manera de ser insistente y por casi derrumbar su puerta, y aun así solo abrió un 10% la puerta, no quería dejarme entrar.

_esta vez no ivan, el no esta para nada bien, por algo no te respondí las llamadas ni te abrí la puerta_ pude notar sus ojos quebrandose como vidrio

_déjeme pasar, hace mucho que no se nada de el, de verdad que no me ire si no me deja verlo_ le dije con un tono muy insistente, abrió completamente la puerta, significaba que la había convencido, no perdí segundo alguno en preguntarle a su madre si le había comprado medicina, pero ella solo me dijo que si, y  subí directo a verlo 

cuando abrí su puerta, el ya estaba con los ojos sumidos y abiertos esperando verme, el brillo con lo que lo conocí se estaba consumiendo, su pelo siendo rojo ya no brillaba como lo hacia

_¿te desperté flamita?_ le decía flamita, me gusta recordar el porque,cuando era de día su pelo parecía fuego, y cuando llovía su pelo simplemente era un rojo oscuro tal y como lo hacen las fogatas al ser apagadas lentamente, como lo hacemos cuando vamos a acampar con mi madre

_con esa voz de loro que tienes, puedo escucharte desde que venias en camino_ me dijo con su voz débil, me dio alegría ver que aun tenia su sentido del humor, los dos reímos

ALEX PAN, EL FINAL DE LOS HAMBRIENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora