La canción del hambriento

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No sentí el momento en el que estaba fuera de mi mente y mucho menos escuche los gritos alex, tarde en despertar no se cuanto tiempo pero cuando abrí los ojos vi como con desesperación me quitaba todas las raíces que me cubrían, mis oidos me establ zumbando y la cabeza me empezaba a doler un poco, y yo creo que también estaba ido pues alex me daba unas ligeras cachetadas pero ni eso sentía y pakal trataba de relajarlo, le decía que todo estaba bien, que eso era normal hasta para los chamanes primerizos, tome aire y asi mi cuerpo regresaba a tener las mismas funciones, si me sentía mejor, me sentía diferente pero mejorado.

_ ey, ya tranquilo, estoy bien ¿ahora por que el príncipe se asusta?

metro mira, se peina y se sienta a mi lado

_cállate, por que sabes que no suelo hablar de mis miedos con nadie, así que no esperes una respuesta_ y soltó una risa

_ ¿Seguro? _ Le digo mientras limpio mi sudor

_eres más valioso de lo que pensaba y no esperes más 

aunque me dejo con algunas dudas, preferí dejarlas para el futuro

 se disculpo con el chaman y los dos, especial mente yo le agradecimos al chamán por regalarme esta nueva experiencia, por ayudarme a sanar algo que por siempre me habia dolido

Y él solo agachó la cabeza aceptando las gracias

_ ¿quieres que te cargue?

_ no, estoy bien, me siento bien y quiero bajarla como la subí

_ de verdad no hay ningún problema si te ayudo, hiciste algo muy agotador algo muy valiente

_ seguro, tu tranquilo estoy bien, de echo muy bien y ¡marica el ultimo!_ le grito mientras me echo acorrer y esta vez no es para escapar de nada si no para alcanzar y vencer todo lo que me asustaba siempre

despues de un rato, me alcanza volando y se para frente a mi 

_esto esta divertido pero, no podemos derrochar nada de tiempo, creo que ya sabes lo que se pierde con los hambrientos en cuestión de segundos humanos

Meda la mano y nos alejamos de la montaña donde me dio la bienvenida en persona el querido nunca jamas 

mientras volamos, no dejaba de mirarme y de sonreírme me empezaba asustar que algo le allá pasado a mi cara

me seguía impresionado el paisaje asi que tomo mi tiempo para grabar todo en mi mente, despertaron todos mis sentidos, se agudizaron, el aire me dio cosquillas en mis mejillas, mis ojos apreciaban los colores, pareciera que nunca había apreciado nada, algo me faltaba y estaba feliz con lo que me faltaba, disminuimos la velocidad y llego la imagen de mi padre cuando vi en el parque, ahora me dio gusto recordarlo, no dolía, sonreía,ahora era feliz por recordarlo feliz, se borro ese recuerdo interrumpido por un sonido muy relajante y hermoso, eran como millones de cantantes de ópera reducidos al tamaño de grillos, me costaba trabajo escucharlos pero valía la pena el esfuerzo, era magnifico.

_ ¿Son luciérnagas? ¿Aquí..en nunca jamás?
El sé carcajeo, ya no me asustaba que se burlara, empezaba a ser algo común

_que tonto, primero llorabas por verlas y ahora que las tienes bajo de ti las confundes con insectos_ continuo riendo y de su bolso libero a una pequeña hada

_ ¿y nacen de tu bolso? 

_ no, ellas me ayudan a concentrarme con su canto para poder conectarme con nunca jamas pero, no tuve la necesidad para hacerlo, en cuanto trate de entrar a ti de inmediato lo hice, no se que tienes que le agradas a todos, con todos eres bien recibido_ me da un codazo_ pero no eres el único así que no te sientas muy importante

ALEX PAN, EL FINAL DE LOS HAMBRIENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora