ALEX PAN, EL FINAL DE LOS HAMBRIENTOS

Salvado por la sombra

Pasaron tres meses exactos de la desaparición de el nuevo peter pan, después de las dos semanas quite la trampa para saber si el entraba, deje de tener las esperanzas de que el entraría por mi ventana.

Mamá me seguía mandando a su casa a dejarle comida, siempre encontraba la comida tal y como la había dejado el día anterior, lo buscaba por toda su casa pero no lo encontraba, cuidaba su casa desde mi ventana cada cinco minutos, tenia la rara sensación de que el ahí estaría y lo vería flotar, admirando como desaparecerían sus pies por la puerta tal y como lo había echo de mi entrada la ultima vez.

¿habrán terminado esas cosas horribles con Alex pan?_ le pregunte a mi ventana.
no tenia problema en que el desapareciera pues mi madre  estaba fuera de peligro,el vecindario estaría seguro ya no tendrían a quien venir buscar esas cosas, de echo le doy gracias a que se allá ido. solo se hizo una mudanza en el vecindario, la mujer del señor que fue devorado, vendió la casa al no poder con los gastos que su esposo pagaba, lo se porque salio en el periódico local y las calles se llenaron de  avisos que decían...

" si lo ha visto llame al siguiente numero...la ultima vez fue visto cuando salio de su casa a correr por la mañana" 

Ariel empeoro después de mi ultima visita, convencí que su madre lo llevara al hospital y que no no lo dejaran salir hasta que sanara, ariel pidió que me prohibieran la entrada pues el era terco no quería ir, creo que por eso era mi mejor amigo, era igual de terco que yo, en estos tres meses el no se recupero pero al menos estaba estable eso tenia prendida mi fe, su madre me marcaba todos los días para saber como me sentía, talvez alguna medicina hizo que ariel confesara algunas cosas de mi, también me decía como estaba ariel, sabia que el moría de risa en su mente al imaginar todos los panchos que les hacia a las enfermeras para que me dejaran pasar, el no me odiaba.

_ariel sigue estable, el siempre pregunta por ti

_ lo se, seque me prohibió la entrada por travesura

los dos reímos, también debo de dejar de reír con todos, creerán que estoy loco

_deberías de conseguir un pequeño empleo podrías tener tu mente ocupada y así no pasar todo el tiempo preocupándote por este terco, también te hará daño tanta angustia

_ es lo que haré, tiene mucha razón, debo alejar esta preocupación sino, cuando lo valla a recibir al hospital lo enfermare de nuevo

_si, se que no tardara en pasar eso y que volverán salir como antes_ escuche como se amarraba un nudo en su garganta

ese mismo día  salí en busca de un empleo, entre en una bodega el dueño era el señor Martinez, un amigo de mi padre, mi trabajo era ayudandole acomodar las cajas, organizarlas y llevar un historial y un orden de lo que entraba y salia, me subió  el sueldo a la semana decía que era muy bueno ordenando, eso me hacia morir de la risa pues, aquí podría encontrar hasta un clavo y en mi cuarto no podría encontrar ni un elefante, el no entendía de lo que reía, y subí de sueldo por que me hice el encargado de la bodega, al mes llegaron días en que me tenia tanta confianza que no se presentaba para nada y me dejaba todo ami, me gustaba dar ordenes a los otros dos chavos que tenia como ayudantes, eduardo y juan, me odiaban pues tenían mas tiempo que yo y ni los descansos del fin de semana habían conseguido. 

__ ¡Ivan! ¿sigues con las luces prendidas de tu cuarto?_ grito mi madre desde su habitación.

Si, tengo insomnio, no puedo conciliar el sueño, ver como esas cosas matan me dejo una semilla de miedo en mi mente, no se como sacarla, lo peor es que mi madre empieza a preocuparse más y las ojeras que me cuelgan por culpa del miedo no ayudan a disimular.

Tratando de conciliar el sueño, logro calmar mis ansias de levantarme de la cama para echar un vistazo a la ventana, dejo de pensar en todo... cierro mis ojos suspiro...