ALEX PAN, EL FINAL DE LOS HAMBRIENTOS

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Empezaba a convertirse en una larga noche por estar explorando la orilla del mar, para conseguir una comida rica... no tenia ni idea de que, ni donde conseguirla, recordando a mi madre me llego la imagen de una mañana donde ella me gritaba que bajara a desayunar eran unos sencillos y ricos huevos estrellados, recuerdo que eran demasiados ricos por que los tuve que comer de prisa, mi madre no dejo que los saboreara pues era la misa de mi padre y llagaríamos diez minutos tarde a la iglesia, y era para orar por el alma mi padre.

 se me prendió la idea de comer unos ricos huevos, los arboles si que eran altos y con éxito encontré lo que buscaba en una de sus ramas, era el amor a primera vista y aprecie tanto esos huevos, al verme costado miles de raspadas en las rodillas, codos, manos y una que otra quemadura en mis cachetes y en  mi panza, de pilón un  golpe en el cabeza para no caer use mi cabeza para hacer presión y asi llegar a la copa del árbol, fue hermoso encontrar seis huevos azules de un buen tamaño, con mi camisa se me ocurrió hacer una pequeña bolsa donde  acomode los huevos y asi  pudiera bajar sin matarme y sin perder ninguno de estos preciosos huevos.

 a la hora de bajar cuando llevaba la mitad del árbol, me de tuve a descansar un poco, la cabeza comenzaba a dolerme ya tenia mucha sed, sin problema pude mirar la ciudad de los coloridos,las estrellas alumbraban tanto. recordé que ellos tenían agua así que me apresure a bajar del árbol, de la emoción empece a cortar distancia dando bajadas de casi un metro, nunca pensé que fuera tan ágil en un escenario como este, después de vivir toda una vida en la ciudad, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en el ultimo brinco, el que me conectaría al piso, me limpie con una mano el sudor de la emoción por haber logrado conseguir unos futuros exquisitos huevos estrellados, cuando brinque, al parecer ya estaban cansados mis pies pues me torcí mi pie derecho el se llevo todo el impacto, lo cual me provoco caer,  metí  mi brazo para evitar a toda costa que mi peso no cayera en los huevos. 

Lamentablemente ó afortunadamente solo se rompió un huevo, pudo haberme ido peor, pude haber perdido todo.

pero ese huevo perdido hizo que que gritara en mi interior de la furia, del coraje, dela impotencia de haber perdido ese sagrado huevo, regrese a la fogata buscando el sol, no tenia ni idea de que hora era su ponía que era las 3am por el color del cielo, bueno a si se ve el cielo en mi mundo,  escave un oyó y coloque ahí los huevos no quería que nada se los robara, quien diría que valoraría tanto unos huevos. 

después  de despedirme con el dolor y con el miedo de que había la posibilidad de no volver a ver mis huevos les hice unos ojitos y me tome un momento de mirar a alex soñar de nuevo contra los hambrientos, se veía tan lindo, tan salvaje, tan sexy  con sus músculos un poco sudados.

así que no pude resistirme y me acerque y lo bese en sus cachete y no me detuve de lo feliz que estaba por una rara razón, así que lo bese en su boca, sus labios eran mi perdición, me supo tan rico ese beso que perdí minutos en ellos.

me levante como todo un  mostró de nunca jamas y corrí hasta la montaña en busca de agua, dirección a la montaña encontré una parte, como el de un coco, solo que era raro en primera, el color era rosa y la textura de este era como si fuera de porcelana.

_ ¡vaya! un árbol queda cocos de porcelana, valdría millones en mi mundo

lo lleve en la mano hasta llegar corriendo por medio de todos los arboles y plantas del suelo como un caballo salvaje,era hermoso este lugar de noche tenaian muchas plantas que brillan y pajaros con plumas fluorescentes, me sorprendí que guardaron todas sus cosas en la montaña, abrí como platos mis ojos y rezando encontrar algún recipiente con agua, después de casi llegar a la puerta de la montaña mis peticiones se hicieron realidad un barril  cubierto con hojas, tenia  de agua.