Capitulo I

7K 249 29
                                    





Chicago, IL 5 de febrero de 1916
————————————————————————————-

6 meses habían pasado del fallido compromiso matrimonial con Niel, que dio lugar en el mes de noviembre de 1915, del cual Candy salió victoriosa gracias una vez mas a la intervension de Albert, quien se presento a la reunión  sin ser invitado, y reveló su verdadera identidad, dejando a mas de uno con la mandíbula desencajada, a excepción de la joven rubia, quien gracias a la intervension de George,  al enterarse por boca de la joven, lo que estaba sucediendo.
Cuando la joven terminó su relato, George se indigno  en gran manera por el comportamiento de la Señora Elroy y los Leagan, quienes no consultaron con el patriarca de la familia, e incluso  le aseguraron a la joven, que todo era una orden del Tio Abuelo William.
Fue asi como George tomó la decision de revelar a la joven el paradero del Tio Abuelo William, descubriendo Candy de esta manera que el famoso Tio Abuelo William era nada mas y nada menos  su queridísimo amigo Albert, quien la habia salvado del peligro en muchas ocaciones y esta vez lo haria de nuevo sin importar por encima de quien tuviese que pasar, ya que el joven magnate habia sido testigo de los sufrimientos de su pequeña  y no pemitiria que nadie mas la lastimase, aún si trataba de la Tia Elroy, Albert estaba dispuesto a enfrentarla de una vez por todas, dejandole claro que él era la cabeza de la familia y que nadie podia pasar por sobre su autoridad.

Ala mañana siguiente, Candy regresó a su departamento y retomo su vida cotidiana; y después meses de arduo trabajo en la Clinica Feliz en donde de laboraba junto con el doctor Martin, la joven tomó unas merecidas vaciones y justo el día de su cumpleaños numero 18, abordó el tren rumbo a Indiana, cerca del Lago Michigan, lugar en donde se encontraba su queridisimo Hogar de Pony, en donde ella sabia la recibian con los brazos abiertos y estaba segura que esta no seria la excepción, sin imaginar la sorpresa que la aguardaba.

Despues de unas horas de viaje, Candy bajo del Tren y tomó un coche de alquiler y se dirigió a su destino.

Por fin! de nuevo en casa, Ya imagino la sorpresa que se llevaran todos cuando me vean, decia la joven con una sonrisa en sus labios.
Gracias a Dios estos ultimos meses hemos estado muy ocupados, de lo contrario no se que hubiese hecho yo sola en el departamento, realmente desde que Albert se fue, ese lugar se siente muy solo y vacio y no me ayuda en nada a no pensar en él, en Terry, pensaba la joven con un dejo de tristeza en el tono de su voz al mensionar el nombre del joven actor.

Como estará Terry?.......Y Susana? Sera que finalmente se casaron? Se preguntaba la rubia para si misma.
La ultima vez que lei un tabloide, decia que Terry y Susana vivian juntos, será que se casaron finalmente? Se cuestionaba la joven una vez más con eviente tristeza.

Terry..., mi amado Terry.......deseo que al menos tu, alcances la felicidad con Susana, ya que yo nunca podré cumplir la promesa que te hice, al menos tu la tienes a ella quien te ama y se ve que es una buena chica, decia la rubia mientras sus ojos se cristalizaban ante los recuerdos que la atormentaban.
—————————————————————————————

Señorita, hemos llegado, decia el cochero sacando a Candy de sus pensamientos.

Oh! Gracias, decia la rubia con una linda sonrisa mientras baja y pagaba al hombre por su servicio.

Que disfrute su estadía señorita, decia el cochero mientras se despedia de la joven.

Gracias señor, que tenga un feliz regreso, decia la joven levantado la mano en señal de un adiós.

Candy toco la puerta del Hogar de Pony y....

Sorpresa! Gritaron todos al unísono

La joven rubia abrió los ojos como plato al ver a todos sus amigos reunidos y evidentemente esperándola.

Oh Por Dios! Me han sorprendido con este recibimiento, decia la joven entre risas.
Yo pensé darles una sorpresa y vean nada mas, la sorprendida he sido yo, decia la joven con evidente júbilo.

Pero como es que se enteraron que yo venía, preguntó la rubia?

Ah pues muy sencillo pequeña, dijo una voz conocida por Candy,

Albert, dijo la joven sorprendida.

Te fui a buscar a tu departamento, para festejar tu cumpleaños, y como no te encontré, se me ocurrió ir a la clinica del doctor Martin, y el me dijo que tomarias unas mercidas vaciones, aunque me dijo que él no sabia hacia donde irías.
Asi que solo basto con sumar dos mas dos, para saber hacía donde te dirigias, ¿a donde más si no aquí? decia el joven magnate con un una sonrisa de triunfo.

Mmm ya veo! Respondio la joven tocando su menton con su dedo indice y embosando una linda sonrisa.

Pero como hiciste para reunirlos a todos tan rapido, preguntaba la joven desconsertada.

Bueno, decia el guapo rubio mientras sonreia triunfantente,
Mientras tu pequeña esperabas en la estacion de tren, yo maneje mi auto lo mas rapido que pude, y por suerte al llegar a Lakewood me encontré con Archie, Annie y Patty quien junto con la abuela Martha, recien habian llegado, y juntos preparamos todo a la velocidad de una rayo, expresaba el joven muy orgulloso de su asaña...... realmente sin la ayuda de ellos y de todos lo aquí presentes no lo hubiese logrado.

Gracias, gracias a todos, decia la joven entre lagrimas de alegría mientras los abrazaba uno por uno.

Asi, entre risas, anécdotas de uno y otro, transcurrió el tiempo, hasta que Candy se disculpó y se dirigió a su amada Colina, en donde se encontraba el gran padre árbol, para despedirce a su manera de sus seres amados. ( Anthony, Stear y su amado e inolvidable Terry).

Despues de un rato, Albert se acercó a ella y al ver su expresion triste y la muestra evidente que había llorado le dijo:

Pequeña, "Eres mucho más linda cuando ries, que cuando lloras"

Al escuchar estas palabra, la rubia abrió los ojos como platos y dijo:

Albert tú...... decia la joven al borde del llanto sin completar la frase, porque Albert con una calida sonrisa le respondió:

Si Candy, soy yo, el joven quien te encontró llorando, justo en este mismo lugar, cuando a penas tenias solo seis años, y me confunciste con un astronauta .......jajajajajaja se carcajeaba el joven ante el recuerdo.

Albert, tu eres mi principe, mi principe de la Colina, decia la joven con lagrimas de alegria, mientras lo abrazaba.

Y de ahora en adelante, seré tu padre, tu hermano y tu amigo si me lo permites pequeña, respondia el joven abrazando a la rubia.

Por su puesto! Decia Candy muy emocionada.

Los dos rubios permanecieron en la colina por un rato más, y Albert le comunicó a Candy que la mañana siguiente partiria a Sao Pablo por cuestion de negocios, prometiendo escribirle y reponder a todo lo que ella quisiera saber, no sin antes poner al tanto a la joven que la Tia abuela desea agradecerle personalmente todo cuanto hizo por él durante el tiempo que este permaneció amnésico, y la insistencia de la anciana para que ella se mudara a la mansion de Chicago y ocupara el lugar que le correspondía.

Candy No aceptó al momento, pero ante la insistencia de Albert, prometió que lo pensaria y que luego le daria una respuesta.

Continuará..................

Sorpresa Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora