Capitulo III

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Ya habian pasado 2 semanas desde que la joven habia llegado al Hogar de Pony, y se encontraba feliz de estar junto a los que ella considera su familia, ya que ese habia sido el unoco lugar en donde ella podia sentir paz, armonia y sobre todo el amor de sus dos madres y el de todos los niños que habitaban en el hogar.

Candy se estaba ayudando a sus madres con la labor domestica cuando la hermana Maria quien habia salido a recoger el correo le dijo:

Candy!

La joven levanto su vista y con preocupación respondió:

Sucede algo hermana Maria?

Oh no! Candy, no sucede nada, es solo que teha llegado correspondencia de parte del señor Albert... respondio la religiosa con dulce voz y una leve sonrisa al ver el rostro de la joven.

Los ojos verdes de Candy se abrieron y con gran alegria, entre jubilo, gritos y saltos tomo la carta de su amado amigo, y comenzo a dar vueltas como una niña con juguete nuevo, agradecio a la monja y rápidamente se dirigió a la colina a leer la carta de su amigo y padre adoptivo.

Clin,Clin en donde te has metido? Pregunto la rubia a su amado coati.

Su amado amiguito hizo su aparición frente a los bellos ojos verdes de Candy, quien se alegró de ver a Clin una vez mas.

Su amado amiguito hizo su aparición frente a los bellos ojos verdes de Candy, quien se alegró de ver a Clin una vez mas

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Ven aquí, leeremos la carta de Albert... decia la rubia

Candy comenzó a leer lo que Albert le informaba a través de la misiva y se alegró saber que todo estaba bien con él y que no tardaría en regresar, así pues despues de haber leido la carta de Albert y haber jugado un rato con su entrañable amigo, Candy se dirigió sus pasos de regreso al interior de la casa y se dispuso a responder lo más pronto posible la carta de su amigo Albert.

Fue así como comenzó un cruce de correspondencia entre ambos rubios, Albert le contó a Candy de como y porque su hermana Rosemary lo llamaba "Pequeño Bert", Candy agredecio la confianza y en una de sus carta le preguntó a Albert si le permitía llamarlo de esa manera, al menos cuando no hubiese nadie alrededor de ellos, petición que Albert le concedió a la traviesa jovencita.

Candy por su parte, embromaba a Albert atravez de la correspondencia que mantenian, llamándolo "Tio Abuelo", Albert por su parte disfrutaba la confianza y el afecto fraterno que se fortalecía entre ambos.
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En New York....

Despues de que Terry le contó a Robert sobre el trabajo que la ex-actriz habia realizado, el veterano actor, tomó el libreto que Terry gustosamente le cedió. Pasaron varios días y Robert no daba muestras de nada, asi que Terry tomó la determinacion de ir a la oficina de Robert y hablar sobre el asunto, en el camino, el joven actor se encontró con su compañera de reparto la joven actriz Karen Kleis, quien tomara el lugar de Susana haciendo el papel de Julieta después de aquel trágico accidente.

Sorpresa Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora