Beso.

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Capítulo 14: Beso.

Mangel.

Ahí estaba yo. En un completo y confuso shock proporcionado por el beso que mi mejor amigo me estaba dando ahora mismo. Vale, creo que en este mismo momento me estoy muriendo o algo parecido. Ese roce de labios era tan...

¿Por qué mi mejor amigo me estaba besando?. ¿Por qué sus labios y los míos están juntos?”.- Era lo único que pasaba por mi mente.

Pero, pese a todos esos pensamientos, no me separé. Quizás porque no sabía que estaba pasando y me costaba procesar todo lo ocurrido, o porque puede que una remota parte de mi, le gustase aquellas nuevas sensaciones que ese casto beso me estaban proporcionando.

No cerré los ojos ni me dejé llevar, sin embargo. Mi cerebro estaba preso de la confución y, por más que quería alejarme, algo me decía que no lo hiciese.

Segundos después -bastante eternos, a mi parecer-, él se separó de mi. No dijo nada, simplemente se levantó del sillón y se marchó de la sala, dejándome totalmente confundido y con deseos de una explicación.

Mi mente seguía intentando buscar algún motivo razonable del porqué Rubén había tomado esa desición. ¿Y si, por un momento se había imaginado que era una tía que le gustaba o algo así?. ¿Qué debía pensar?. ¿Debía hablar con él sobre esto?. ¡Tenía tantas preguntas, y ninguna respuesta!. Y además, el gilipollas ese, se ha ido dejándome a cuadros. Quiero decir, ¿qué maldita mierda tiene en la cabeza?.

Mangel, tranquilízate, que te estás empezando a exaltar”.- Tomé un respiro profundo, y un debate interno empezó en mi. ¿Debía ir y exigirle, o por el contrario, actuar como si nada hubiese ocurrido?. Dejé de mirar a un punto en concreto, en el cuál mi mente estaba perdida, y fue entonces, cuando me fijé que la cámara lo había estado grabando todo. ¡Todo!.

Quizás, ddebería ir y verlo. A lo mejor, de esta manera, consigo saber que estaba pensando ese chico para besarme. Vale, puede que una parte de mi -cosa que realmente me acojona- no se molestase con el hecho del beso, pero por otra me sentía realmente confundido.

Tomé la cámara entre mis manos, y paré la grabación.

Vamos a ver que tienes para mi, preciosa”- Tras esto, la encendí.

Comencé a ver la grabación desde el principio, donde él estaba sentado a mi lado y todo parecía normal. Pero entonces, el momento llegó. Ahí estaba yo, viendo por una cámara el momento en el que mi mejor amigo se me acercó y juntó nuestros labios en un beso. En un muy extraño -aunque bastante bueno, me molesta decir- beso.

Suspiré frustrado y me pregunté si debía irme a mi habitación, ya que quizás Rubén querría salir de su habitación, y conmigo en este lugar, sería bastante incómodo.

Entonces, ¿no quiero hablar con él de lo ocurrido?”.

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