Huyendo de ello.

856 75 21
                                    

Capítulo 16: Huyendo de ello.

Mangel.

Me rendí al ver que no me abría, así que solo suspiré y me levanté dispuesto a marcharme a mi habitación, encerrarme en esta y no salir hasta que el Sol se extinguiera. Pero entonces, escuché algo que eliminó esa idea.

-Perdóname- Escuché del otro lado de la puerta, y estoy seguro de que en ese momento, mi corazón encogió.

No pude contestar ya que las palabras tampoco salían de mis labios, pero me quedé ahí, recostado en la puerta, sin hacer ningún ruído, mientras mi mente divagaba sobre lo raro que era todo esto y lo que dolía. Él y yo jamás habíamos estado así. Nunca. ¿Por qué ahora si?. ¿Qué había cambiado?.

Esa noche me quedé allí, recostado en su puerta, pensando sobre nosotros, sobre esta situación, sobre todo lo que acontecía el tema del beso. ¿Se acabaría nuestra amistad?. Eso era lo que más temía. Rubén era algo así como esa pequeña luz que brilla en mi vida. Quiero decir, tengo a mis padres, tengo a mis amigos -y los quiero, mucho- pero Rubén es... distinto. Él es él.

Premio filosófico del año, para mi”.

Yo no quería que lo nuestro acabara.

Suspiré pesadamente, y sin darme cuenta, cuando la noche llegó a su máxima oscuridad, yo me rendí ante el mundo de los sueños.

Un golpe seco me despertó completamente.

-¿Qué...- Mis palabras se quedaron trabadas en mi boca al ver que frente a mi estaba mi mejor amigo, mirándome con temor, y estaba seguro de que en ese momento estaba deseando que la tierra lo tragase. Ahora mismo me sentía como si mi yo interior hubiese salido de mi cuerpo, y estuviese observando esta lamentable escena desde la tercera persona. Como una película.

Si alguien me mata en este preciso momento, le estaré agradecido toda mi vida. Prometo no venir en plan fantasma para torturarle”.

No sabía que decir, es más, se me había olvidado por un corto periodo de tiempo -lo que durase que mi mejor amigo estuviese frente mía- como hablar.

-Buenos días- Saludó de pronto, como si nada. ¡¿Cómo que 'como si nada'?!. ¡Él me había besado!. ¡Él me había vuelto loco con ese beso!. ¿Y ahora me dice buenos días?.

-Buenoh díah.- ¿Y yo hago igual?. Soy subnormal. El agua de nuestra casa debe tener algo raro que nos haga ser así, porque yo no me lo explico...

-¿Quieres desayunar?- Me preguntó sonriente. Aunque se veía bastante claro que la sonrisa era bastante falsa.

-Vale, por mi bien.- ¿Realmente iba a contribuir con esta falsa?. ¡Mierda, ¿tanto miedo tengo?!. Me quería morir en ese instante.

Y como si no hubiese pasado nada, nos fuímos a la cocina a preparar el desayuno. Todo estaba en silencio, y por muy jodidamente sorprendente que pareciese, no era incómodo. Más bien era del tipo 'estoy mejor cayado, ya que no quiero hablar de ese tema'. ¿Cómo hemos llegado a esto?.

Preparemos lo de siempre, leche con galletas o cereales, y para mi, tostadas con café. Me apetecía tomar café, tenía el cuerpo tan entumesido por haber dormido apoyado en una puerta, con el culo en el suelo. Me sorprende que me pueda mover.

-Mangel...- Rubén me miró muy serio, y por un momento, mi mundo se derrumbó. Era la hora de hablar de esto. Tarde o temprano tenía que llegar. Y la verdad, me alegraba en un sentido bastante extraño, ya que esta situación de querer esquivar todo lo que había pasado, me tenía de los nervios.

Mi mirada conectó con la suya, y en ese instante parecía que sólo existíamos él y yo.

-¿Quieres leche en el café?- ¿Qué?. Vale, quería tirarme al suelo, hacerme bolita y rodar como si no hubiese un puto mañana.

-¿Eh?- Estaba tan convencido de que me iba a hablar sobre nuestro 'accidente', que su pregunta me pilló totalmente desprevenido.

-En el café, que si quieres leche, imbécil.- Intenté sonreir, como hacía antes, cuando él me 'insultaba', pero esta no salía. Todo era raro, y aunque quisieramos aparentar que nada pasaba -porque al parecer somos subnormales- algo pasa, y ambos lo sabemos.

-Bueno...- Quería irme a mi cuarto, quería pensar y reflexionar sobre todo esto, pero sobre todo, quería volver todo como era antes. ¿Tan impoosible era lo que podía?.

Tienes miedo”.

Suspiré pesadamente, y me fijé en que mi mejor amigo me miraba de manera extraña, y justo en ese momento, quería saber que era en lo que estaba pensando.

Rubén, tenemos que solucionar esto”.- Pensé.

-Rubiuh...- Susurré, y él me miró interrogativamente.

-¿Qué?- Dijo mientra seguía desayunando, aunque claramente tenía la cabeza en otra parte, como solía pasar desde hace bastante tiempo.

-Sobre el beh....- No me dejó continuar ya que cerró los ojos y suspiro, seguidamente se levantó y se puso frente a mi.

-Mangel, no se que me pasó ¿vale?. Simplemente te vi allí, tan cerca de mi... que... no se porque, pero lo hice sin pensar. Mi cuerpo actuó solo, y cuando volví en mi y me di cuenta de lo que había hecho....

No quise dejarlo hablaar, ya había escuchado suficiente.

-¿Hacemos como si na' de ehto hubiese pasao'?.- Pregunté.

-Me gusta esa idea, amigo mío.- Me dió una amplia sonrisa y continuemos desayunando.

Pero, por mucho que me molestase decirlo, nada parecía como antes.

-------------------------

Lo siento, pero es que apenas tengo tiempo y aparte... tampoco tengo inspiración ya que me encuentro algo mal de ánimos. Lo siento...  

Nuestra historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora