¿Cómo hemos terminado así?

1K 81 21
                                    

Capítulo 8: ¿Cómo hemos terminado así?.

Rubén.

Me desperté a eso de las 10 de la mañana, y me dí cuenta de que Mangel seguía a mi lado, durmiendo como un bebe.

Maldito adorable, hijo de puta”- Lo miré mal, pero una parte de mi -una ultra gay- se derretía ante ese adorable Mangel dormido, el cuál parecía que jamás había roto un plato, cuando en realidad se cargaba miles de vajillas a la semana -a veces literalmente, era un manco-.

Me fui al salón, intentando no hacer ruido alguno, por miedo a despertarlo. Y es que ayer nos dormimos super tarde por todo el asunto de... lo qué me ocurría, y él con su pesadilla -en la cuál tenía bastante interés, ya que se le veía algo alterado-, y quería dejarlo descansar tanto como quisiese. Lo que me sorprendía de todo esto, es qué cojones hacía yo despierto a estas horas, si me dormí tan jodidamente tarde.

Me puse ha prepararme el desayuno porque estaba seguro de que ya no me dormiría -y eso me jodía bastante-. ¿Por qué no podía volver ahí, meterme en mi cama, aferrarme a Mangel -de forma totalmente gay, por supuesto- y quedarme dormidito como un puñetero bebe obeso?. Suspiré frustrado y fui a buscar un cuenco para prepararme mis cereales.

Si supieses que... quizás me gustes, ¿cómo reaccionarías?. ¿Te alejarías de mi o me tratarías igual?.”- Muy bien. Yo a mi ritmo. Estoy preparándome el desayuno... y ¡¡pum!!, pensamiento gay y totalmente triste aparece en mi mente. ¿Qué puta forma es esta de desayunar?. Aunque... lo que tenía super claro era una cosa: Él ni de coña iba a corresponder mis recién-descubiertos-y-algo-confusos sentimientos, y debía aferrarme a la idea de que eso no iba a cambiar.

Muy bien todo, coño”- Y si, el hambre se me había quitado en menos de un minuto.- “Nueva forma de hacer régimen: Si quieres que se te quite el hambre, piensa en como te sentirías al ser abandonado por tu mejor amigo -el cuál 'putamente' te gusta- por confesarle tus sentimientos. Verás como funciona.”- Estaba cansado, así que me tumbé en el sillón.

¿Cómo fue que llegué a esto?”- Me pregunté internamente.-”¿Cómo pudo gustarme él?”.- Ese pensamiento me sorprendía. Era verdad, ¿por qué Mangel?. Quiero decir, no es como si no estuviese... ¿bueno?, Mangel es atractivo, pero sentía que eso no tenía mucha importancia en mi nueva 'fijación' en Mangel. ¿Entonces?.

Quizás por su forma de ser, por como siempre ha estado a tu lado, por su apoyo incondicional hacía ti, por sus lindas palabras, porque te ha acompañado en cada caída, ayudándote a levantarte o cayendo contigo, porque ha sido el único que te ha ofrecido un hombro para llorar cada vez que has tenido el deseo de abandonar todo, porque siempre que le has pedido algo -sin importar hora, tiempo, lugar o cualquiera de esas cosas- te lo ha concedido, o ha hecho lo impensable para hacerlo. Porque sabes que no habrá otro como él, porque hasta en los peores momentos te ha hecho sonreír, porque con él no tienes que ocultarte ni mostrar ser alguien que no eres, ya que él te acepta con tus defectos y virtudes... quizás, y solo quizás, porque él es simplemente él. Él es Mangel, y por eso te gusta.”- Ahora mismo me encontraba con mi cara al rojo vivo, ya que la sentía quemar, mis piernas temblaban -aunque estuviese tumbado en el sillón- y no pude retener que de mi boca se escuchase un sonoro: ¡¡Joder, oh Dios mío!!.

¿Realmente yo había pensado eso?. ¿Eso era verdad?.

Lo es. Lo sabes, simplemente acéptalo”.- ¡¡Cállate, puta!!.

-¿Qué pasa?- Preguntó alguien detrás de mi algo agitado.

Solté un muy-sonoro grito de niña de tres años asustada por Slenderman. ¡¡Puto Mangel, que casi me matas de un puto infarto!!.

Respira Rubén. Respira.

-M-Mangel, joder, casi me provocas un paro cardíaco.- Le reproché sin poder mirarlo a los ojos. Me estaba muriendo de vergüenza. ¿Y si Mangel se enterase de lo que pienso y, al parecer, siento por él?.

-Perdón, pero eh que te ehcuché gritar y me asuhté- Me sonrió de forma cálida y se fue a la cocina.

Deja de hacer eso, coño”.

-¿Por qué no has desayunao'?- Me preguntó totalmente serio.

-Yo... e-es que no tenía hambre.- Vale, esa mirada no me gustaba.- ¿Qué?- Le pregunté mientras no aguantaba la intensidad de su mirada y retrocedía la mía.

-El desayuno eh la comía más importante, come. Ahora.- Me exigió poniendo un GRAN cuenco de leche y cereales en frente de mi. Y si, ese gesto me enterneció.

Joder, que si Mangel seguía haciendo cosas como esta, o las de anoche, iba a terminar por hacer alguna tontería, y lo acabaría perdiendo. Jo-der.

-G-gracias- ¡¡Parezco una puñetera niña con síndrome de quinceañera!!. ¿Dónde está mi macho interior?.

Y realmente no tenía hambre, pero por la mirada de Mangel, o comía o me lo daba él.

No es como si esa idea te disgustara mucho..”- ¡¡Que te pires!!.

No pude evitar quedarme mirando a Mangel y recordar todas las preguntas que antes me exasperaban.

¿Cómo fue que llegué a esto?”. “¿Cómo pudo gustarme él?”.

Aunque, realmente solo había una importante. Una pregunta por la que había comenzado todo esto.

¿Cómo había conocido a este subnormal?”.

-----------------------------------------------------

Bueno, si alguien no ha leído mi história "Del odio a algo más", he de decir que estaré una semana de crucero, por lo que no podré publicar T_T

¡¡Se os quiere y... chao chao!!~ 

Hasta pronto ;)

Nuestra historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora