Nuestra historia.

Por siempre tuyo.

—Me has hecho darme cuenta de que pase lo que pase, si no te tengo en mi vida, seré un perdedor por siempre. No importa si tengo todo el dinero del mundo, si todas las personas me quieren, pues yo solo te ne-necesito a ti.— Mi propio tartamudeo en un día tan importante me hacía sentir estúpido, pero no me importaba. Ya nada importaba.—A tus sonrisas por las mañanas, tus bromas tontas, tu acento peculiar, hacerte rabiar... necesito esas pequeñas cosas, pero solo a tu lado, Miguel, solo contigo.— Le tendí el anillo de oro, colocándolo delicadamente en su dedo, y en el interior, si mirabas con detenimiento se podía leer "Por siempre". Mientras se lo colaba, ignorando el temblor de nuestras manos unidas y los murmullos que venían de detrás de nosotros, lo miré a los ojos, aquellos que tanto reflejaban: Los mismos nervios que los míos, ternura y sobretodo amor.— Te toca, y más te vale que sea bueno, porque si no...—Toda la sala rió mientras Mangel se ponía más y más colorado. 

—Eso no ayuda, capullo.—Gritó Chetto desde algún lugar de la sala. 

—Incluso en su propia boda hace comentarios de esos.— Podía jurar que había escuchado a mi madre de fondo.

Pero mi atención solo se concentraba en Mangel. Con su bonito traje negro, que lo hacía parecer más alto, con la camisa clara, su pelo revuelto y con una sonrisa que iluminaría toda la habitación. 

—Rubén...— Empezó a decir, y yo sentía como me tensaba. Pero después paró por completo, sin pronunciar nada más y yo solo pude reír, de esa forma nerviosa y temerosa.— Hemoh pasao' mucho para llegah aquí, ¿verdah? Peleas, distancia, sentimientos tan intensoh que daban miedo... pero míranoh. ¿Ha merecio la pena?— Asentí repetidas veces, aún sabiendo que la pregunta era retórica.—Nunca me imaginé que acabaría aquí, con mi mejor amigo, uniendo nuehtrah vidah para siempre... Pero no lo cambiaría por nada. Porque ereh mi hogar. Siempre te lo dije, y te lo vuelvo a repetir. Tú ereh mi lugar favorito del mundo, donde podría perderme eternamente y no me importaría, tú me haceh sabeh que tengo algo por lo que sonreír, un 'algo' al que perteneceh, una persona incondicional que estará ahí pase lo que pase.—Ambos tomemos aire a la vez, riéndonos suavemente. Las palabras eran tan intensas que tenía la capacidad de abrazarme y besarme, incluso cuando él no estaba tan cerca.— ¿Ha sido eso lo suficientemente bueno, Rubiuh?—Sonreí y asentí. Me encantaba cuando me decía 'Rubius' pues cuando pasaron los años, después de YouTube, nadie me decía así, solo él tenía ese apodo especial. 

Ahora era mi turno de tender mi mano hacia él, donde colocó un anillo igual al que yo le había puesto a él, salvo que en la parte de atrás estaba grabado un 'Tuyo'. 

Y juro que en mis oídos sonó un coro de ángeles cuando el Juez dijo 'podeís besaros' pues mi piel empezó a hormiguear y pocos segundos pasaron hasta que me lancé sobre él y mis labios buscaron los suyos, impacientes. Un beso que significaba mucho más que solo eso, significaba que ahora ya nada podría separarnos, aunque si habíamos pasado por todo eso de adolescentes perdidos que no sabían qué querían, empezar una relación cuando ambos éramos personajes públicos y donde estaba en juego nuestra amistad, enfrentar a nuestros propios padres -nuestras familias se lo tomaron bien, a excepción del padre de Mangel, que si bien le costó un poco más aceptar aquello, con el tiempo se fue acostumbrando y ahora no para de decir que desea un nieto-, hacer pública nuestra relación ante amigos y ante subscriptores -nuestros amigos, en su mayoría lo aceptaron bien, e incluso decían más de una vez que ya lo veían venir; pero en cambio, los subscriptores bajaron bastante y como era de esperar, no faltaban los comentarios en cada vídeo de 'Eres Gay' 'Que vergüenza'... y similares, pero también otra parte que nos apoyaban y nos daban a entender de que estarían ahí para lo bueno y para lo malo-, y haber recorrido un largo camino hasta hace año y medio, donde Mangel me pidió en aquel restaurante nuestro donde me pidió oficialmente salir con él y embarcarnos en esta locura, que me casase con él, ¿no podemos superar ya lo que sea? 

Porque a pesar de todo, si luchamos por amor, podemos conseguir aquello que nos propongamos. 

Y yo lo amo.

Y él me ama. 

Y, al final, esta es nuestra historia. 

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Duh, ¡y hasta aquí hemos llegado! ¡Ya hemos finalizado "Nuestra historia"! ¿Qué tal el final? ¿Se lo esperaban? Hahaha, en verdad no tenía ganas de acabarlo pues es uno de los que más cariño tengo, pues fue el primero que empecé a escribir -¿he mejorado algo :/?-, pero... para que haya cosas nuevas, otras tienen que finalizar, ¿no? 

Espero que verdaderamente hayan disfrutado la obra, desde el principio hasta el final y hayan vivido conmigo ésta trayectoria, que ha sido larga, lo sé, pero deseo que haya merecido la pena. 

Aunque... quizá haya un Epílogo por ahí, si les gusta mucho el capítulo y comentan y votan y esas coshitas hermosah~

¡Nos vemos! ♥