Nuestra historia.

¿Cambios?

Capítulo 4: ¿Cambios?

¿Quién era esa tía, y por qué le importaba tanto?. ¡¡Necesitaba un motivo, una razón para entender!!. ¿Qué era todo ese fuego interno y esos 'instintos asesinos' que sentía en ese momento, cuando ella estaba demasiado cerca de él?.

“Tranquilízate, has visto esto muchas veces, no tienes por que preocuparte. Respira”.- Se tranquilizaba el Noruego.

-Oye Rubiuh, ¿Has visto a Manhe?- Preguntó Chetto.

-Si, está ocupado explorando las amígdalas de una tía, así que ahora mismo, creo para él ni existimos.- Contestó seco.

Chetto se removió incómodo y se dió la vuelta, volviendo con los demás.

“¿Qué cojones me pasa?”.

-Oye, Chetto, creo que me iré a casa- Rubén, cansado de toda la cosas extrañas que estaba sintiendo y totalmente enfurecido por ver a Mangel con esa tía, quería escapar de allí.

“Será que me gusta esa tía?”- Se cuestionó a si mismo.

-Pero Rubius, que son solo las doh de la mañana. ¡¡La noche es joven!!.-Cogió al ojiverde por los hombros y lo arrastró a la barra, para pedirle una copa.

-No, Chetto, de verdad, que no me siento muy bien. Esta noche tuve que editar un vídeo y no he dormido nada. Estoy reventado tío.- Se libró del abrazo y empezó a caminar hacía donde estaban todos, seguido por Chetto.- Tíos me voy, que estoy para el arrastre.

-¿Ya?- Se sorprendió Alexby.

-Sip- Y sin decir más, salió de allí. Cada paso que deba se sentía más 'extraño'y más frustrado, por no entender que cojones le pasaba.

Había andado bastante, y estaba totalmente sobrio, por lo que no ese día llegaría a casa sin problemas, y estaba totalmente consciente.

“No como la otra vez”.- Se regañó.- “Y todo por tu puñetera culpa, Mangel”- Un pequeño escalofrío le recorrió de arriba abajo.

-¿Qué me pasa?- Pensó en voz alta.- La tía estaba... bueno, era monilla y eso, pero, ¿por qué me molesta tanto? ¿de dónde venían esas ganas de partirle la boca y de llevarme a Mangel de allí?.

“Celos”- Gritó una voz dentro de su subconsciente.

-¿QUÉ?- Se alarmó.- Bueno... tener celos de Mangel... quiero decir, la chica era bonita y eso... pero, ¿Realmente me gustaba ella?.- Meditó.

Sin darse cuenta había acelerado el paso, y ya estaba por llegar a casa. A su casa. En donde vivía con Mangel...

-Me cago en la puta- Gritó sin poder evitarlo, ya que el móvil había sonado de improvisto, asustándolo. Miró el móvil, y hablando del Rey de Roma, Mangel lo estaba llamando.

“Mi cuerpo quiere contestar el teléfono, pero mi cerebro dice que no. Que no se lo merece.”- Cada vez estaba más y más enfadado por sus pensamientos.

Colgó y guardó su móvil en los bolsillos, no sin antes suspirar profundamente. Cuando se dió cuenta, ya estaba frente a la puerta de su piso.

…

…

…

-¿¿¡Y las llaves??!- Se asustó. Empezó a buscarlas por todos lados, bolsillos traseros, en la chaqueta, en el pantalón.- Me cago en la puta. Mangel tenía las putas llaves.- Se tiró en el suelo, con la espalda apoyada contra la puerta, y escondió su cabeza entre sus piernas.- Joder, estoy cansado, frustrado y enfadado y no se porqué mierda.

“Celos”- Volvió a gritar su subconsciente.

-No siento celos de Mangel. No-siento-celos-de-Mangel. A mi esa tía no me gustaba.

“¿Y si no es de Mangel, de quién sentías celos, si no de la 'tía'?.”- Su subconsciente lo estaba confundiendo demasiado. Además, ¿Era normal pelear con una parte de tu mente?. ¡¡Lo que le faltaba, que su mente le dijese cosas estúpidas, y encima pelear con este!!.

-Puto mundo loco- Gritó.-

“Y no... ¡No estoy celoso de esa tía, que por cierto parecía muuuuuuu' puta!.”- Pensó mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios.- Realmente puta.- Y se tumbó en el suelo, preguntándose si debía volver a la discoteca a pedirle las llaves a Mangel, o esperar a que él volviese, para no-tener-que-ver-cosas-impropias.

-Puff- Suspiró mientras se levantaba- Tendré que ir a por ese subnormal y pedirle las putas llaves.

-¿Con qué subnormal, no?. Y yo preocupao' por ti.- ¿¡¡¡Mangel!!?. ¿Y si le preguntaba?. ¿Y si quería saber por qué se había marchado?.

“Mierda, Rubén, no eres un puto crío de 5 años, saldrás de esta, machote”- Se animó.