Sus ojos viajaban por mi cuerpo. Comencé a apretar su miembro con mi vagina, todo su cuerpo vibraba. Comenzó a jadear suavemente y me miró con una sonrisa. Sabía lo que diría a continuación y me reí. Su miembro iba bajando de tamaño.
- ¡Qué cabrona! -. Dijo al tiempo que me daba una palmada en mi glúteo derecho. – Ven, limpiamos después.
Me llevaba directo al baño de mi habitación, nos duchamos rápidamente. Al final, cuando las toallas rodeaban nuestros cuerpos, sentí su abrazo rodeándome. Besó mi frente, como tantas otras veces y entendí que todas las demás veces, fue porque no podía besarme los labios. Sonreí sintiéndome afortunada.
- Te amo -. Rio. – Por fin te lo digo entre mis brazos.
- También te amo -. Sonreí, abrazándole más fuerte.
- ¿Qué haremos ahora, se lo diremos a todos? -. Pregunté mientras pensaba en la boda de Alondra.
- ¿No quieres eso? -. Preguntó como si dijera algo extraño.
- Sí, pero la noticia importante del día, debe ser Alondra y no nosotros ¿No crees?
- Sí, bueno. Pero iré contigo a la boda -. Dijo imperativamente.
- ¿Creías que iba a ir con alguien más? -. Pregunté extrañada.
- No lo sé, es demasiado bueno para ser verdad -. Lo dijo mientras me soltaba y se recargaba en la pared.
- Iremos juntos, sólo que no quiero robarle su día a mi amiga. Deja que me alegre por ella y lo disfrute ¿Está bien?
- Ok -. Respondió mientras salía del baño.
Me sentí algo triste, no me gustaba que sintiera que no quería estar con él. Me tomó tiempo saber que estaba enamorada de Hugo, no quería que se acabara sin haber comenzado. Tengo miedo de verlo vestirse y salir de mi casa enfadado conmigo. Me quedé un minuto más dentro del baño. Respiré profundo. Salí dispuesta a enfrentar una fría despedida y lo que vi cambió mi semblante de triste a alegría extrema. Corrí y me acosté a su lado en la cama, completamente desnudos.
- Creí que ibas a irte -. Dije, mientras le abrazaba.
- No, ahora que estoy aquí, no quiero irme.
- Tampoco quiero que te vayas -. Respondí apretando más mi abrazo y respirando aliviada.
Ahí, en su abrazo me quedé completamente dormida. Me sentía totalmente en paz y calma. Sin darme cuenta, ya me encontraba de pie en el estanque de aquel parque al que solía ir de niña. Tomaba mi chai latte cuando la vi caminar hacia mí. La envolvía un aire que despeinaba su cabello, sus pasos eran seguros y su sonrisa era la de una pop star. Se acercó a mí para saludarme. Su brazo rodeaba mi cuerpo y yo respondí rodeando su cuello con mi brazo libre. Sus labios se pegaban a los míos. Su lengua conversaba con la mía, su mano sobre mi seno derecho. Sus ojos brillantes y ámbar me miraban pícaramente. Sus labios se despegaron de los míos y sonrío al mismo tiempo que pellizcaba mi pezón. Desperté sobresaltada. Quizá mi subconsciente no pudo olvidar la belleza que Alondra expedía al hacer el amor con Pablo.
Miré a mí alrededor y Hugo no estaba. Me levanté de la cama y caminé a la cocina. Ahí lo encontré, haciendo unos hot cakes. Sonreí al verlo.
- ¡Buenos días! -. Me saludó en cuanto sintió mi mirada desde la puerta.
- Buenos días -. Respondí y le di un tímido beso. – Voy a lavarme los dientes y regreso -. Dije mientras me iba.
Cuando regresé todo estaba servido en la mesa, así que me senté. Pensando en que todo se veía delicioso y en el sueño. Me sonreí instintivamente.
- ¿Por qué sonríes?
- Porque estás aquí -. Respondí ocultando media verdad.
- No es la primera vez que te saco de la cama para desayunar ¿No me vas a decir?
- ¿Recuerdas qué pasó ayer en casa de Pablo?
- ¿Te refieres a que nos besamos?
- ¿No viste nada en casa de Pablo?
Noté como se sonrojaba, reí a carcajadas. Él no iba a aceptar que también vio algo de las artes amatorias de Pablo y Alondra. Obvié la respuesta frente a su rostro totalmente serio y mojigato.
- Pues, tuve un sueño con Alondra. Uno muy raro. No raro, sino lésbico.
- ¿Quieres contarme? -. Su rostro cambió totalmente.
Ese rostro serio de pronto se volvió curioso, sus ojos brillaban y de pronto pensé que estaba siendo una mala influencia para Hugo ¿Lo estaré pervirtiendo? No, los hombres generalmente fantasean con tener sexo con dos chicas a la vez. Esto a lo mucho será como media fantasía cumplida. Reí.
- Estaba en el parque y llegaba Alondra, se veía especialmente bella como pop star. Me abrazó para saludarme, me besó los labios y me tocó un seno -. Dije mientras miraba su rostro para ver su reacción al mismo tiempo que comía.
- ¿Te puso caliente el sueño? -. Preguntó inexpresivo dejando el café en la mesa.
- No, me desperté de inmediato -. Respondí después de pasar mi bocado de hot cakes.
- Pero has dicho sueño y no pesadilla ¿Te gustó soñar eso? -. Preguntó para después tomar un bocado.
- ¡Ja, ja, ja! ¡Eres un pervertido! ¡A ti te gustó que soñara eso! -. Exclamé al mismo tiempo que dejaba el tenedor en el plato.
- Sí, creo que es sexi -. Respondió mientras sostenía la taza de café entre las manos.
- ¿Te lo estás imaginando? -. Pregunté riendo antes de tomar un poco de jugo.
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Poseidón
RomanceSegunda parte de "El pulso del impulso". Los celos y violencia de José alejan a Isela de su lado. Isela descubre que el amor que había mantenido dormido en su corazón sigue más vivo que nunca. Hugo e Isela se envuelven en un intenso mar de pasiones...