13.- Nada es para siempre Pt.1

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Para que no haya confusiones, esto transcurre en el mismo tiempo que el capítulo 11. Disfruten.






Kim Seokjin llevaba alrededor de una hora encerrado en el baño. Sentado sobre el retrete mientras que sostenía entre sus manos su cabeza. Sentía que explotaría en cualquier minuto.

¿Pero quien la había mandado a beber? Por supuesto que Seokjin sabía de su mala resistencia al alcohol, pero en ese entonces, era preferible estar borracho, ajeno a la realidad, sin estar consiente de todo lo malo que había cometido en la vida.

Sin embargo, una vez más la vida le estaba jugando en su contra. Recordaba a la perfección cada detalle, cada pieza que bailó junto a Kim Taehyung, como se dirigieron a descansar, como se había marchado del patio, y claro... también recordaba cómo —nuevamente— disfrutaba de los labios de Jungkook.

Y eso no era lo peor de todo. ¡Le dijo que le gustaba! Prácticamente, él, Kim Seokjin, le confesó que gustaba de su persona, cuando ni siquiera era verdad, aunque siendo honesto, ya no estaba tan seguro.

De hecho, ya no estaba seguro de nada. Todo parecía tan confuso. Se suponía que odiaba a Jeon Jungkook con cada célula de su ser, pero posiblemente ese fue el problema desde el inicio. Creer que lo odiaba. No lo hacía en lo más mínimo y no estaba seguro de haberlo hecho alguna vez, de lo contrario, no sé explica como permitió que pasara, como dejó que la situación se resbalara de sus manos.

Algo estaba mal, no estaba haciendo las cosas de manera correcta. En primera, un beso, era un error, dos podían pasar por coincidencia, ¿pero tres? Tres estaba fuera del límite. Tres era inaceptable.

Pero lo había hecho. Por Dios. Se había besado con Jeon Jungkook, y se arrepentía, en serio hubiera preferido que jamás pasara aquello, que todo fuera una terrible pesadilla de la que ansiaba despertar de una buena vez por todas.

Lamentablemente no lo era, y podía comprobarlo porque los recuerdos del tacto entre sus labios se sentía tan real. Era real. Y por mucho que Kim Seokjin deseará nunca haberlo conocerlo, hablarle o besarlo. Sabía que mentía.

Estaba mintiendo de la manera más descarada posible. No podía negarlo ni siquiera en sus pensamientos, los besos de Jeon Jungkook eran su perdición y a la vez su equilibrio. Los besos de Jeon Jungkook, eran su cielo e infierno.

Y tal vez... tal vez solo una minúscula parte de su ser, esa que está destinada a siempre decir la verdad, lo sabía. Sabía que aquello que dijo la noche anterior, era lo más sincero que podría decir en años.

Tal vez Jeon Jungkook sí le gustaba demasiado.







♥︎











El timbre sonó por toda la casa. Seokjin bajó rápidamente las escaleras para abrir la puerta. Una vez que salió de su trance se bañó, se alistó y llamó a su mejor amigo para dirigirse juntos a la escuela. Y claro, para aprovechar la oportunidad y hablar.

Necesitaba que alguien le abriera los ojos y lo aconsejara. No quería escucharse desesperado pero de hecho, le urgía recibir ayuda.

Abrió la puerta encontrándose con el pelirubio, este llevaba su mochila sobre sus hombros al igual que Seokjin. Listos para emprender camino hacia la escuela.

Ambos caminaban en completo silencio, admirando las calles del vecindario como si nunca hubiera caminado por ahí. Ninguno parecía dispuesto a romper el hielo, acabar con esa atmósfera de silencio.

Así parecía hasta que Jimin se hartó.
Tomando al igual que siempre el primer paso.

-¿Querías hablar de algo, verdad?.- Preguntó. -Conozco tus excusas para hacerlo, así que... puedes decírmelo con total confianza. Lo sabes.-

Club Anti Jungkook|| KookjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora