20.- La última persona

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Antes de iniciar el capítulo quiero avisarles que oficialmente este es el final de la historia. Después subiré un anuncio de agradecimientos y nos pondremos de acuerdo en si quieren o no una segunda temporada, es decisión suya leer la siguiente nota o quedarse hasta aquí. Sea cual sea su decisión, gracias por llegar hasta el final.

Disfrútenlo ♥︎

Goldenshook
























Jeon Jungkook recogió sus pertenencias del banco, levantándose seguido de su mejor amigo para dirigirse a la cafetería. Siguiendo la misma rutina de siempre, saludando a los conocidos que se atravesaban en su camino y esquivando a los estudiantes que caminaban con prisas.

Habían transcurrido un par de semanas desde que todo había vuelto a la habitual normalidad de siempre, todo parecía como en un inicio, como el primer día del curso escolar a pesar de que ya se encontraban a unos pasos de las vacaciones.

Llegaron hasta la cafetería, recibiendo miradas curiosas de una pocas chicas y unos cuantos saludos de parte de más compañeros. La habitación contaba con las mismas personas de todos los dias, la fila del almuerzo parecía infinita, el ruido sonaba incesante e incluso la señora Oh trabajaba como al principio.

Jeon soltó un suspiro.

Todo estaba intacto. Igual que al siempre.

Al fondo de la cafetería, cerca de la salida al jardín principal se encontraba una pequeña mesa, compuesta por dos blancas laterales igual al resto. A simple vista no había algo especial en ella. Excepto tal vez ese trío de chicos sentados ahí, conversando amenamente, distantes a todo lo que ocurría alrededor.

Park Jimin de penúltimo año, un estudiante de cabello rubio, ojos pequeños, estatura baja y una amplia sonrisa, seguido de Kim Jinhwan, aún más bajo y adorable que el anterior, de carácter casi tan fuerte como el pelirrubio y un lunar en forma de corazón debajo de uno de sus ojos; y por último estaba él.

Kim Seokjin.

Tan perfecto y deslumbrante que las palabras no alcanzaban para describirlo. Para hacer referencia a su belleza o su personalidad. Por eso Jeon Jungkook se estaba planteando seriamente hacer una petición para que el nombre Kim Seokjin fuera un adjetivo, utilizado para hacer referencia a todo lo que fuera más que perfecto.

A lo lejos, Park Jimin levantó la mano en forma de saludo, indicándoles que se acercaran a ellos. Y por supuesto que Kim Taehyung no dudó ni un segundo en hacer caso, dirigiéndose rápidamente a la mesa como un cachorro contento. Depositando un suave beso en la mejilla de Seokjin como saludo, gesto que produjo una oleada de celos en las entrañas de Jungkook, pero claro estaba que no lo admitiría en voz alta; acto seguido se limitó a saludar al resto con una reverencia.

Sin embargo, Jungkook no se movió de su lugar ni un solo centímetro, observando desde su posición todo a su alrededor, sus profesores, sus compañeros y sus amigos.

Exacto. Todo parecía idéntico que al inicio...

-¿No piensas venir con tu novio, Jeon?- Inquirió Jimin. Tan imprudente como siempre.

Jungkook sonrió. Avanzando hasta Seokjin, tomando su cintura para acercarlo un poco más a su lado, dejando un casto beso sobre esos labios rojizos que tanto amaba.

Porque sin importar que tan idéntico luciera su entorno, todo había cambiado.


























♥︎







-¿Cómo se tomaron tus padres la noticia?- Preguntó Seokjin, muy nervioso y preocupado por la posible respuesta.

-No fue tan malo como creí que sería.- Admitió el más alto, sujetando con más fuerza la mano del contrario, esa que yacía entrelazada con la suya, produciéndose mutuamente la sensación de estar completos.

-¿en enserio?- Inquirió ahora más relajado.

-Claro, bebé.- Seokjin se sonrojó ante el apodo cariñoso, pero lo dejó pasar rápidamente debido a que Jeon prosiguió hablando. -Bueno, no voy a negar que al principio estaba muy asustado, pero cuando le dije a mis padres lo tomaron mejor de lo que creí. Primero se asombraron un poco, ya sabes, antes salía con chicas, después me preguntaron quien era el chico y cuando les dije que eras tú hubieras visto la reacción de mi madre. Estaba tan emocionada que ya estaba organizando una boda, al final les tuve que decir que aún no somos novios pero que cuando sea oficial te presentaré ante ellos.-

-A mi me pasó algo similar.- Comentó Seokjin, recibiendo una mirada por parte del castaño que lo invitaba con continuar. -Estaba muy nervioso pero cuando le dije a mis padres solamente me respondieron que ya lo sabían. Te juro que entré en shook, sin embargo lo más asombroso fue cuando papá mencionó "Espero que Jungkook venga formalmente a presentarse". ¡Como si ya supieran que había algo entre nosotros!.-

-Bebé, es imposible no notar la química que tenemos.- Respondió dejando un beso húmedo sobre sus belfos, haciendo lucir sus labios más rojos de lo que ya eran. -Y respecto a lo de presentarme, lo haré hoy mismo.-

El pelinegro elevó su rostro curioso, encontrándose con los hermosos ojos chocolate de Jungkook que lo miraban juguetonamente. Sintiendo en su estómago el conocido revoloteo de las mariposas.

-Kim Seokjin.- Habló sobre su oído. Produciendo un leve escalofrío por toda la espina dorsal del pelinegro. Soltando sus manos para sujetar con delicadeza su cintura, acercándolo tanto a su cuerpo como si tuviera miedo de que se apartara, aunque no estaba muy lejos de la realidad. Porque a los largo de su corta vida habían tenido que atravesar cientos de obstáculos para llegar hasta donde están, entonces, si, tal vez tenía miedo de perderlo tan rápido para siempre.

-s-si- Murmuró quedamente el contrario.

-Mereces todo. Mereces lo mejor del mundo y lo sabes. Pero sin importar tu conocimiento de ello, terminaste a mi lado, con lo peor de lo peor. Decidiste quedarte conmigo a pesar de todo, a pesar de tener al universo entero en la palma de tu mano, porque no dudo ni un segundo que no importa quien, cualquiera habría aceptado amarte para toda la eternidad. Es el efecto que tienes en las personas. El efecto Kim Seokjin, que te hace tan especial y único ante los ojos de cualquiera. Yo no soy la excepción a esa regla, por mucho que antes me negaba a esa idea, por mucho que decía odiarte o despreciarte, solo eran calumnias, simples engaños hacía mi. La clara prueba de ello está aquí, frente a tus ojos. Estoy tan perdidamente enamorado de ti que haría lo posible por verte y hacerte feliz, por enamorarte un poco más cada día. Estoy dispuesto a darte todo de mi si tú me lo permites, si me aceptas a tu lado.- Tomó una bocanada grande de aire, reuniendo todo el valor posible para lo que estaba por preguntar.- Kim Seokjin, ¿Quieres ser mi novio?-

-Una vez dijiste que yo sería la última persona de la que te enamorarías. Quiero que me prometas eso, prométeme que seré el último.-

-Lo eres. Después de ti no habrá nadie más.-

Se acercaron mutuamente a los labios del contrario. Fundiéndose en un beso casto y puro, uno que demostraba todo aquello que se provocaban, ese amor tan irrevocable, tan irrompible. Tan destinado a perdurar. Un suave y cariñoso beso como el sello de una promesa que estaba condenada a no romperse jamás.

Porque lucía tan idéntico, tan ordinario, pero ya nada era lo mismo.
Todo había cambiado.

Club Anti Jungkook|| KookjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora