Capítulo XIV (Parte 3)

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Día 896.

¿Qué mejor manera que terminar el año con una escapada?

La semana que pasé con mis padres me hizo recordar a las viejas navidades en donde solíamos estar con mis tíos y jugábamos charadas. Me preguntaron por Amelie y apenas les hablé de Collins. Partí aquel miércoles temprano de la casa y arreglé todo antes para poder pasar algo de la tarde con mi pequeña: Con Am me encontraría a las nueve en la casa para irnos al aeropuerto y viajar a Holanda, teníamos esos boletos reservados desde julio.

Pasé de forma desapercibida al cuarto de Elizabeth, toqué y cuando entré, la encontré escribiendo en su diario. Eran casi las dos de la tarde.

-Y luego yo soy la obvia.-Dijo y me miró, cerrando el cuaderno. Sonreí.

-Ven acá y dime que no me extrañaste.

-¡Benjamín! ¿¡A qué viene eso!?

-¡Ves! ¡Sí lo hiciste! –Reí.- Lo siento, quise probar la psicología inversa y quise romper el hielo.-Rodó los ojos.

-Eres un idiota. –Me senté en su cama.- ¿Sabes? Ahora es cuando estoy notando que llevas ropa normal... ¿Significa que ya es hora de que me cambie?

-Bueno, tienes dos opciones: Que demos un recorrido en moto por la ciudad o que te quedes aquí y hablemos.

Pensé que iba a responderme inmediatamente pero lo estuvo pensando por un rato. Su respuesta me confirmó lo cuan inesperada podía ser.

-Por más que quiera cerrar el año con una última salida, prefiero quedarme aquí y hablar contigo. –Elizabeth se hizo a un lado de la cama, indicando que le hiciera compañía y eso hice.- ¿Sabes? Siempre he querido especializarme en computación. Crear páginas, crear nuevos diseños y formatos... siempre he tenido un gran interés por la tecnología.

-¿En serio?-Ya veo porque decías que eras la rara del salón... lo que ellos no sabían era que serás importante y reconocida algún día, pensé y le sonreí. Mi pequeña nerd.

-Sí pero creo que si no estuviera aquí, me encontraría perdiendo tiempo con algo que no quiero.-Sonrió tristemente.

-¿Por qué?

-Mis padres querían que estudiara economía, ellos eran ingenieros pero querían que estudiara algo en donde pudiera ganar bastante. Ellos sabían que no me gustaba esa carrera, simplemente no era lo mío y sabía que eso no me haría feliz: Yo quería estudiar algo con lo que pudiera vivir bien y a la vez disfrutar de lo que hago y no verme unos cincos años después amargada porque me obligaron a escoger algo en lo que ni siquiera soy buena. En fin, me encontré a mí misma haciendo cursos y finalmente presentando la prueba... Y quedé, endemoniadamente quedé dentro de la puta carrera. –Suspiró.- Lo siento por esas palabras pero necesitaba expresarlas, así es como me sentía en aquellos momentos y así es como me siento cada vez que lo pienso. –Sacudió su cabeza y se pasó su mano por el pelo para arreglarlo.- Ellos festejaron mi nuevo "logro" –Hizo comillas.- y yo estaba encerrada en mi cuarto llorando por el tiempo que iba a perder.

-¿Y no tenías un plan B?

-Sí, tenía varios planes: Tomarme un año sabático para trabajar y conseguir mi propio dinero e irme a estudiar lo que amo sin que lo supieran pero ya veía a mi madre dándome una cachetada cuando le diría que quería descansar de los estudios por un año, o hacerlo después de graduarme de economía pero igual seguiría perdiendo tiempo sabiendo que pude hacerlo antes. –Suspiró.- Si logro escapar de aquí... pondré a trabajar mis otros planes.

-¿Qué ideas? –Le pregunté.- Y no digas escapar, solo quiero saber el motivo por el que estás aquí y en cuanto lo conozca te sacaré.-Me miró y conseguí un volcán en explosión en sus ojos.

16: La vida de Elizabeth Collins y Jefferson StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora