Capítulo XV (Parte 2)

1.3K 62 8
                                    



~~

Después de dejar a Elizabeth en su casa, volví a la mía con una extraña sensación: Entré y al subir a la habitación para cambiarme, vi que las cosas de Amelie ya no estaban: No quedaba nada, absolutamente nada, de ella. Eso me decepcionó y me deprimió bastante. Suspiré y me quité el saco, la corbata y saqué la nota del pantalón. La miré y lo pensé por un momento: ¿Amelie de verdad me había dejado? Volví a leerla:

"Lo siento mi querido Jefferson, realmente lo siento. Ambos sabíamos que nada estaba siendo como antes, que desde hace tiempo tú dejaste de quererme o tal vez lo hacías pero no como antes. Hemos pasados siete maravillosos años juntos pero en estos últimos tres te has comportado diferente y... ¿Te acuerdas de Spencer? Esa misma cantidad de tiempo es lo que yo llevo con él. Eres un gran chico Jefferson y admito que eres una de las mejores cosas que me ha pasado pero no podemos seguir de esta forma. Lo siento.

Amelie"

Rompí la nota y la boté, fui al baño a lavarme la cara al notar que había estado llorando: Realmente me sentía devastado. Fue la primera novia con la que tuviste algo real, es normal que te sientas así, me dijo mi subconsciente y tenía razón pero ella me engañó, yo me sentía mal por hacerle lo mismo pero ella había comenzado primero. ¿Y cuál es la diferencia? Que por lo menos yo sí le admití que sentía algo por Elizabeth.

Elizabeth.

Mientras me daba una ducha, volví a pensar en la rubia. Sonreí porque ella hizo lo mismo de su cumpleaños: Tuvo las agallas de besarme, demostrándome lo que yo quería hacer desde el momento en mi padre la trajo. Realmente me sorprendió verla después de lo que pasó, pensé que había decidido dejarme en el olvido y borrar todo lo que sabía sobre mí y nuestros recuerdos. ¿De verdad le pediste que se casara contigo?, me preguntó mi subconsciente. Pues sí, si lo hice; así es como la quiero de vuelta en mi vida. ¿Seguro que no fue porque Am...? No, no fue por eso. Sí, si lo fue. Te dolió la forma en que te dejó, nunca pensaste que esto terminaría así. No quieres estar solo, no querías estar solo pero entonces Elizabeth regresó y todo tornó un ritmo diferente. Suspiré y terminé de ducharme.

Después de media hora, salí a buscarla y comencé a preguntarme cómo sería el futuro ahora que ella había vuelto. Ve a paso lento, deja que vuelva a confiar en ti, no repitas el pasado y lo más importante: NO LA BESES. No besarla es algo realmente difícil y creo que ambos sabemos que no cumpliré eso pero haré el intento.

-Hey.-Le dije cuando llegué a su casa y toqué la puerta. La abrió con una minúscula sonrisa en su cara.

-Hey. –Salió y cerró la puerta.- Vamos almorzar, ¿no?-Asentí y ladeé la cabeza hacia la moto. Nos montamos y nos fuimos.

Sentí los brazos de Elizabeth rodeándome la cintura y apoyando su cabeza en mi espalda.

-No vuelvas a dejarme sola más nunca.-Le escuché decir. Sonreí.

-Nunca.-La sentí abrazándome más fuerte y eso me gustó, sabía que ella aun me quería.

Llegamos y entramos para encontrarnos con un ambiente relajado y con una banda tocando jazz en el fondo, nos sentamos y esperamos a que nos tomaran la orden. Leímos los menús.

Elizabeth estaba muy callada, hacía círculos con sus dedos sobre la mesa y supe que ella no iniciaría la conversación, así que dije:

-Como sé que no quieres hablar del pasado, ¿de qué quisieras hablar?-Le pregunté y ella sonrió de forma tímida, diciéndome que había acertado con aquello.

16: La vida de Elizabeth Collins y Jefferson StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora