Y llegó la noche de nuestro segundo aniversario. Jefferson volvía a tener el pelo corto para la cena y extrañaría mucho jugar con sus mechones largos. Me coloqué un vestido negro y mi pelo ahora era, de nuevo, rubio. Al bajar, Ben me esperaba en las escaleras y su traje me quitó el aliento: Se veía realmente guapo.
-Luces preciosa.-Dijo embelesado y extendió su mano. La tomé y él la besó, logrando aparecer una sonrisa en mi cara.
-Tú estás... sexy.-Sonrió y creo que este era uno de los pocos momentos en que lograba sonrojarlo.
-Creo que deberíamos irnos.-Y también colocarlo tímido.
Unos veinte minutos después, nos encontrábamos en Hollywood. Llegamos a un lujoso restaurante y al bajarnos, apareció un aparcacoches. Ben le entregó las llaves y entrelazó su mano con la mía para entrar. El lugar era realmente elegante, de colores blanco y negro.
-Hice una reservación, mesa para dos a nombre de Jefferson Stan.-Le escuché decir y apreté su mano, emocionada e impaciente.
-Oh, por aquí señor Stan.-Él me mira con una sonrisa y me roba un beso.
Seguimos a la mujer hacia un pequeño salón, donde había una mesa para dos y en el mantel blanco estaba el nombre de reservado. Ella lo quitó y nos dijo que en un segundo nos atenderían. Jefferson me soltó y arrimó la silla para que me sentara, le agradecí y luego él se sentó frente de mí.
-¿Te sorprendí? –Asentí y apenas noté la vela que estaba en el centro de la mesa. La sala no era oscura pero le daba el toque romántico a la cual, por lo que veía, sería una perfecta velada.- Bueno, la noche apenas comienza.-Sonrió y le devolví el gesto.
El mesero llegó y pedimos nuestras comidas y Ben le susurró algo al chico que nos atendía. Él asintió y se fue.
-¿Qué tramas, bebé?-Le pregunté y coloqué una mano en la mesa.
-La mejor noche de tu vida.-Colocó su mano en la mía y la acarició lentamente.
Quería besarlo en ese instante, quería sentarme en sus piernas y besarlo terriblemente pero tampoco quería mancharle la cara con la pintura de labios ni hacer una escena, ya bastaría con la que haríamos mucho más tarde.
Y estuvimos hablando por un rato, recordando las salidas, hablando de divertidas anécdotas, aprendiendo más del otro hasta que llegó la comida. Al finalizar el plato de entrada y el principal, decidí que ya deberíamos ir a la parte del postre.
-Pareciera que hubiera sido ayer cuando nos conocimos, de verdad. –Él sonrió y bebió del vino.- Te odiaba Jeff, te odiaba por entrometerme en mi camino y arruinar mis planes pero entonces comprendí que un pequeño cambio surgiría el día de mi cumpleaños, cuando lentamente comenzamos a enamorarnos inconscientemente del otro. A través de los años, supe lo mucho que te extrañaba y esa fue la verdadera razón por la cual asistí a la boda: Para verte una vez más, para ver si estabas bien y cerrar con un capítulo de mi vida. ¿Quién diría que se extendería lo suficiente como para encontrarnos aquí? Para ser honesta, no creía llegar a este punto. A lo mejor nos veríamos de vez en cuando pero nunca creí que fuera todos los días. –Suspiré.- Y aquí es cuando dices que tú sabías que terminaríamos de alguna forma juntos y yo te respondo con un "yo también lo pensé" porque es verdad. Te odié por un tiempo pero crecí mentalmente y supe que debía cambiar. Una vez más, cerrar y comenzar una nueva fase. –Sonreí.- Me haces feliz Jeff y te amo por soportarme.-Soltó una pequeña risa.
-Oh pequeña, también te amo y también me haces feliz. ¿Puedo dedicarte "All of Me" de John Legend? Porque eso es lo que eres para mí, Elizabeth. Pasamos por todo a través de los años y no puedo imaginarme lo que nos falta, lo que aún no hemos hecho. Le diste un giro completo a mi vida, he tenido los mejores días contigo y me alegra que te hayas quedado aquella vez. Creo que nunca había necesitado a alguien tanto como te he necesitado y... ¿Qué más puedo decirte? Me conoces como yo a ti y te amo.-Estuvo en silencio unos segundos, pensando en algo.
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16: La vida de Elizabeth Collins y Jefferson Stan
RomanceElizabeth Collins ha estado internada desde hace dos años y cuatro meses en un centro psiquiátrico por una razón aún desconocida, todos los doctores que la han tratado no han podido sacarle la información hasta que su caso lo asume el Dr. Jefferson...