Capítulo XIII (Parte 1)

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-¿En serio?-Le pregunté.

-Sí, creo que llevábamos cinco preguntas cada uno... Y venías tú.-Sonrió.

-Em... no, yo llevaba como seis y tú cuatro, me estás debiendo dos preguntas Ben.-Me tomó de la mano deteniéndome solo para decirme:

-Si es así... -Se acercó a mi oído.- Lo pensaré.-Sonrió.

-¿Y si vamos a la siguiente atracción? Así te da chance de pensar mejor, ¿no crees?-Antes de que dijera algo, lo besé para convencerlo.

-Mmm... vale.-Dijo al separarse de mí y seguimos caminando.

Llegamos a un enorme edificio que resultaba ser un hotel llamado "Hollywood Tower". Al entrar, admito que me asustó un poco pero con el brazo de Jefferson rodeándome, me sentía más aliviada; las miradas de los botones asustaban un poco, por dentro todo parecía realmente elegante y lo único bueno es que había poca gente ya que era día de semana, así que no tuvimos que esperar tanto. Entramos a un vestíbulo y uno de los botones nos dio un recorrido, de una manera más formal, por todo el lugar cuando de repente un televisor se encendió mostrando varias imágenes del espacio, física, tiempo y hablando de la Twilight Zone, de su historia, del rayo que había caído misteriosamente en la torre, lanzando a los cinco desafortunados ocupantes del elevador al olvido. Terminamos en un lobby destruido y escuchamos unas voces que nos invitaban a entrar al elevador y descubrir el secreto de la desaparición de aquellas personas, seguimos caminando por el cuarto de los calentadores en donde los botones nos aconsejaban con una risa sospechosamente espeluznante. Finalmente entramos y nos sentamos de primeros, éramos como diez personas ahí; los botones nos aseguraron el cinturón del asiento del elevador de servicio.

-¿Estás asustada?-Me preguntó Ben.

-No...-Murmuré.

-Mírame Elizabeth, sé que tienes miedo. –Me hizo mirarlo cuando me tomó de la barbilla.- Estarás bien, ¿sí? Además, algo de adrenalina no nos haría mal.-Sonrió y me besó.

-Vale, vale, intentaré no acobardarme.-Rió de forma dulce y volvió a besarme.

-¿Te he dicho que eres realmente tierna?

-¿Te parezco tierna?

-Cuando te sonrojas, cuando sientes que te avergüenzas e intentas ocultar ese rubor con tu pelo, cuando actúas de forma tímida... Pues sí, me pareces tierna Lizzie.-En ese momento, apagaron las luces y sentí la mano de Ben sobre la mía.

El elevador comenzó a subir rápidamente y nos pudimos ver en un espejo mientras escuchábamos un "¡Despídete del mundo real!". El elevador mostró unos fantasmas, los cuales eran los desaparecidos, y luego como se alejaban. En ese mismo instante bajamos intensamente, volvimos a subir y teníamos la vista hacia el parque, volvimos a bajar y el proceso se repitió como unas cinco veces.

Cuando finalmente pudimos bajarnos, salí con una pequeña risa frenética.

-¿Estás bien?-Me preguntó el pequeño Ben preocupado como siempre.

-Sí, sí, es algo normal. –Respondí intentando calmarme.- Esas subidas y bajadas me ponen así... y los calmantes también. No sé, termino como si estuviera drogada o algo.-Ahora era él el que reía.

-Sí, oficialmente me pareces tierna.

-¡Jefferson, detente! ¿No ves cómo me pones?

-Pues déjame decirte que me gusta y me enorgullece. –Realmente quise golpearlo en ese momento, quería golpearlo pero terminé haciendo otra cosa.- Y me gusta más cuando estás enojada y me besas inesperadamente.-Murmuró cuando me separé de él.

16: La vida de Elizabeth Collins y Jefferson StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora