7.

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—¿Qué mierda quieres? –espetó Mina con ceño fruncido y ambas manos en los bolsillos de su sudadera.

—Saber por qué me echaste de esa forma y de paso por qué no respondes mis llamadas.

Tal descaro provocó a la sangre de Mina arder.

—¿Hablas en serio? Golpeaste a Dae, le dejaste una quemadura. ¡¿Te parece poco?!

Sungyeol sonrió, apoyó ambas manos sobre los hombros de Mina y masajeó los mismos una vez que logró que se sentase nuevamente en la banca de la parada de autobús. Además, aprovechó el hecho de que una frustrada japonesa le dio la espalda para robar un pequeño beso al costado de su cuello. Aquel contacto le hizo sentir asqueada al punto de levantarse nuevamente y ni siquiera mirarlo.

—Detente.

—Ah, Mina. Pero me dices que él está bien, ya pasaron más de tres semanas~.

—Eres un descarado.

—Me sorprende verte siendo tan empática, ¿hablabas en serio al decir que cambiaste?

—¿En serio vas a sacarme eso en cara? ¡Ya han pasado más de dos años!

La japonesa sostuvo su vaso de gaseosa vacío con fuerza, se siente abrumada, avergonzada de su presencia en su vida.

—Fue un error.

—Todos nos equivocamos~.

—No Sung. Fue un error haberte seguido el juego, avalar la estupidez que es fastidiar personas porque sí –suspiró sosteniendo su mochila con desgano–. Cómo sea... ya madura y por favor, no vuelvas a llamarme.

Mina hasta el día de hoy siente remordimientos por sus años de juventud, años en dónde solía ser tan influenciable que llegó a hacer bullying a más de algún estudiante. Lo que jamás podrá olvidar fue haber reenviado un vídeo que ni siquiera grabó, un vídeo de una chica con la cuál jamás tuvo ninguna conversación. Aún tiene pesadillas dónde es ella misma quién fue noticia por toda la escuela al ser vista parada al borde de la azotea en medio de la noche, siempre en sueños es Mina en lugar de esa chica.

—¡No me puedes culpar de eso, Myoui!

Mina tensó la mandíbula y con ansiedad cubrió sus orejas.

—¡Ella tomó la decisión de matarse, jamás la obligué!

No hay humanidad.

Mina sabe que fue parte de quiénes la acorralaron a considerar ese final.

—La obligamos, Sung...

Jamás va a entender cómo su cabeza estuvo tan podrida para ayudar a esos idiotas que tenía por compañeros, a Sungyeol quién estaba obsesionado con hacerle la vida imposible a una tal Chaeng de un curso inferior.

Buscó encajar y terminó siendo nadie.

—Tú fuiste quién causó todo y yo soy la imbécil que continúa cubriendo tus espaldas. ¡Ya me cansé!

Fue un rumor tan fuerte que se sintió a sangre fría ese año. Una alumna víctima de abusos que fue vista semanas antes en la azotea, ¿y luego desapareció de todo lugar? Nunca más fue vista en esa escuela ni en ninguna otra parte.

Jamás se supo nada de Chaeng otra vez.

¿Realmente esos rumores son ciertos?

Días tediosos, sonrisas liberadoras.

Mina encontró un escape a tanta ansiedad, bueno, hace mucho la encontró.

Con una sutil sonrisa Mina abrazó el pecho de Dae mientras que éste no pudo callar una carcajada. Es normal que los miércoles luego de terminar las clases (días dónde sus jornadas llegan a su fin más tarde de lo normal) liberan tensiones con un porro que les despeja la consciencia. Dae espera las risas y conversaciones con Myoui mientras que ella busca su cercanía.

Él. (MiChaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora